Por el centro, que está unido por un túnel peatonal al World Trade Center, pasan trenes y casi una decena de líneas de metro, entre las que se han mejorado las conexiones.
Además, la infraestructura está coronada por un moderno edificio de cristal e incluye más de 6.000 metros cuadrados de espacio comercial y de oficinas.
Las autoridades de la ciudad esperan que el Fulton Center se convierta en uno de los espacios públicos clave del Bajo Manhattan, un barrio que aún está recuperándose de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
En las últimas semanas, los primeros empleados han comenzado a instalarse en los nuevos edificios del World Trade Center, incluida la simbólica “Torre de la Libertad” , el mayor rascacielos de Estados Unidos.
Antes, esta primavera, se inauguró el museo del 11S, que junto al memorial levantado previamente recuerda a las casi 3.000 víctimas de los atentados.