En Londres, el precio del barril de Brent del mar del Norte para entrega en julio, que había ganado casi tres dólares el viernes, bajó con más fuerza: perdió 68 centavos y terminó a 64.88 dólares en el Intercontinental Exchange (ICE) .
“El mercado intenta recuperarse del alza de los precios del viernes e intenta evaluar en qué medida puede conservar esas ganancias” , estimó Tim Evans, de Citi.
Varios observadores atribuyeron el salto del viernes al anuncio de una nueva baja en la cantidad de pozos en actividad en Estados Unidos, según el conteo semanal del grupo Baker Hughes. La cifra redujo los temores de un eventual incremento, en un momento en el que el mercado todavía espera ver una caída duradera de la producción estadounidense.
A falta de novedades destacadas en el mundo del oro negro, “lo que frenó la dinámica de los precios fue el fortalecimiento del dólar” , indicó Phil Flynn, de Price Futures Group.
El alza del billete verde, que se benefició el lunes de cifras alentadoras sobre la economía de Estados Unidos, suele afectar el mercado petrolero porque los intercambios se realizan en la moneda estadounidense y se vuelven menos atractivos para los inversores munidos de otras divisas.
“El mercado intentó subir y olvidar la fuerza del dólar” , subrayó Flynn, que citó como factor positivo las cifras del gabinete privado Genscape sobre la situación de las reservas de la terminal petrolera de Cushing en Oklahoma (sur) .
“Dicen que cayeron en un millón de barriles (…) y eso podría sostener el mercado” , estimó. Los inversores siguen de cerca las reservas de Cushing porque es la terminal que sirve de referencia al precio del WTI.
A nivel internacional, la semana estará dominada por “la reunión prevista para el viernes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)” , indicó Andy Lipow, de Lipow Oil Associates. “Esperamos que no cambie su plan de acción y que siga aprovisionando el mercado todo lo que puede para defender su porción” , añadió.
Esta política de la OPEP tiene mucho que ver con la caída registrada el año pasado por los precios del crudo, que perdieron más de la mitad de su valor entre junio de 2014 y enero pasado. Desde mediados de marzo han subido y parecen estabilizarse en torno a 60 dólares por barril en Nueva York.