Su situación se torna más precaria a medida que el auge económico que tanto contribuyó a reducir la pobreza comienza a menguar.
Esta contracción probablemente elimine uno de los principales motores detrás de la fuerte contracción en la pobreza: un mejor mercado de trabajo.
Un nuevo informe del Banco Mundial, “Los olvidados, pobreza crónica en América Latina y el Caribe”, analiza más de cerca a los pobres crónicos de la región, quiénes son y dónde están, y cómo las políticas y el modo de pensar tendrán que cambiar para poder asistirlos de manera más efectiva.
¿Quiénes son los pobres crónicos?
Tradicionalmente no ha sido fácil responder a esta pregunta debido a la falta de datos que hacen seguimiento a los pobres en el tiempo.
Existen variaciones significativas dentro de los mismos países.
Dentro de un mismo país, algunas regiones exhiben tasas de incidencia hasta ocho veces más elevadas que la mínima.
En Brasil, por ejemplo, Santa Catarina tiene una tasa de pobreza crónica de 5%, mientras que en Ceará es de casi 40%
El tema es tanto rural como urbano. A pesar de que las áreas rurales exhiben tasas de pobreza crónica mucho más elevadas, dicha pobreza es un fenómeno tanto urbano como rural.
De hecho, y teniendo en cuenta números absolutos, las áreas urbanas de muchos países, incluidos Chile, Brasil, México, Colombia y la República Dominicana, exhibieron un número mayor de pobres crónicos entre 2004 y 2012 que sus áreas rurales.
El informe del Banco Mundial, sin embargo, emplea una nueva metodología para arrojar luz en torno a aquellos que han permanecido siendo pobres en América Latina.
Existen variaciones significativas entre países.
Uruguay, Argentina y Chile exhiben las menores tasas de pobreza crónica, con cifras en torno al 10 por ciento. En el otro extremo, Nicaragua, Honduras y Guatemala detentan tasas de pobreza crónica significativamente más altas que el promedio regional de 21%, variando de 37% en Nicaragua a 50% en Guatemala.
El crecimiento del PIB regional se redujo desde 6% ciento en el 2010 al 0.8% estimado para el 2014.
“La pobreza existe y persiste debido a limitaciones tanto dentro como fuera del hogar, desde la falta de motivación y destrezas adecuadas hasta la falta de servicios básicos como agua potable”, dijo Jorge Familiar, Vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. “En otras palabras, apoyar a los individuos es necesario aunque no suficiente. También es crucial contar con un contexto propicio que proporcione servicios adecuados.
Por lo tanto las políticas sociales y el desarrollo regional deben ir de la mano”.