“La idea es que las instituciones relacionadas sepan cómo actuar al momento de una emergencia alimentaria por falta de lluvia”, añadió Mora.
Las instituciones que participarán en la actividad son la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesán), el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh); el Maga y el Instituto Nacional de Bosques (Inab), entre otros.
La experiencia de Guatemala será transmitida a los países miembros del Sistema de Integración Centroamericana (Sica).
Jacob van Etten, investigador líder en adaptación climática de Biodiversity International, refirió que “entre los proyectos está generar un calendario de siembra cada semana para que los agricultores sepan el momento justo para sembrar y que no les afecte la falta de lluvia”.
Edwin Rojas, coordinador de la unidad del Cambio Climático del Maga y secretario del comité de prevención y mitigación de daños por eventos climáticos en el sector agropecuario, refirió que “las acciones permitirán dar respuesta principalmente al problema de escasez de agua en el Corredor Seco”.
Carlos Anzueto, viceministro de Agricultura, explicó que esa dependencia ya cuenta con un protocolo para las sequías que abarca atención a incendios forestales e inundaciones, entre otras urgencias.
Inversión y reservas
El Maga anunció que este año invertirá Q100 millones de un préstamo de Q200 millones al Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (Fida), para capacitar a los productores del Corredor Seco y evitar pérdidas por fenómenos climáticos.
El programa abarca 43 municipios de Zacapa, Jalapa, El Progreso, Jutiapa y Santa Rosa, el cual beneficiará a 30 mil familias.
El Maga también prepara reservas de granos básicos para ayudar a 95 mil familias vulnerables, si el fenómeno El Niño, que se calcula que ingrese en el país en junio, es débil.
El Ministerio de Agricultura comenzará a repartir el fertilizante a partir del próximo 22 de abril.
Alteración del clima
El fenómeno El Niño se caracteriza por temperaturas inusualmente calientes en el Océano Pacífico Ecuatorial, según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
Los efectos de ese fenómeno incluyen disminución de lluvia, menos disponibilidad de agua, prolongadas sequías e incremento de los incendios forestales.
La Niña, por el contrario, origina lluvia excesiva.