Advierten de que si no se mejoran las condiciones de recaudación tributaria para los próximos meses, la siguiente administración enfrentaría problemas de liquidez durante los primeros cien días de gestión.
Más deuda
Érick Coyoy, ex viceministro de Finanza, subrayó que el proyecto del presupuesto no está orientado a estabilizar las finanzas y ni evitar mayor valor de endeudamiento.
“Con estas cifras no se puede controlar el déficit y el endeudamiento”, expuso.
El especialista recordó que en el presupuesto actual existe una brecha por Q2 mil millones que la SAT no ha podido cobrar, por lo que persisten las diferencias en los ingresos programados en el presupuesto y los ingresos que no son efectivos ni han crecido de forma exponencial.
Fredy Gómez, especialista en operaciones de crédito público, indicó que uno de los mayores riesgos es incrementar la deuda bonificable que tendría un alto costo para el Estado.
“Lo más lógico es la colocación de bonos del Tesoro, pero sería la peor opción por los costos que representa”, expuso.
Gómez, dijo que este tipo de deuda es más flexible, o sea de rápida colocación, pero una de sus repercusiones es el alto costo que representa pagar intereses de 7%, cuando con un préstamo se pueden negociar tasas hasta de 3% a largo plazo.
Anticipó que uno de los impactos podría ser que las tasas de interés a escala mundial comiencen a subir, por la reactivación de la economía de los Estados Unidos, además de la incertidumbre sobre la calificación de riesgo país hacia Guatemala por la inestabilidad política de las últimas semanas.
Dorval Carías, ministro de Finanzas, declaró el lunes recién pasado, que si no logran accesar a líneas de préstamos con organismos financieros, el déficit sería cubierto con una mayor emisión de bonos del Tesoro, que significa deuda.
Al 31 de julio, el saldo de la deuda —interna y externa— ascendía a Q118 mil 169.27 millones y en los últimos cuatros años la deuda aumentó Q21 mil 209 millones.