Con medidas de distanciamiento social, de reducción de aforos en almacenes y poco personal, las tiendas, agencias turísticas, restaurantes, cafeterías, ventas de artesanías y un sinfín de negocios luchan por adentrarse a la llamada “nueva normalidad”, tras cinco meses de inactividad por el confinamiento.
Los anuncios publicitarios gigantes vacíos en la capital y en las carreteras muestran que la crisis fue implacable. Tablones de fondo blanco con la palabra “disponible” que colorean los paisajes camino a Antigua Guatemala.
Otras tiendas de artesanías, cafeterías o restaurantes que antes lucían sus principales atractivos para el público ahora permanecen con los portones y persianas cerradas, con la leyenda “se alquila” en anuncios llamativos que componen la nueva realidad.
El Banco de Guatemala proyecta que el crecimiento económico del país para 2020 se situará en un rango entre -1.5 y el 0.5 por ciento, un dato “considerablemente menor que el previsto a finales de 2019” para este año, que oscilaba entre el 3.1 y el 4.1 por ciento. Para 2021, sin embargo, se espera una rápida recuperación, con un posible crecimiento del PIB ente 3.5 y 4.5.
Fue una situación compleja. Perdimos nuestros ahorros, nuestro capital, pero estamos pensando que podemos encontrar otras formas de continuar y salir adelante. Mario Guerra, barista.
El contraste de los anuncios espectaculares abandonados en plena carretera próxima hacia Antigua, que suele estar retacada de publicidad, surge en un contexto de “motivación” del sector empresarial por la vuelta a la normalidad el 27 de julio pasado.
Una agencia turística en Antigua, justo debajo del arco de Santa Catarina, uno de los sitios de visita obligada en la ciudad colonial, abrió sus puertas el 1 de agosto, el primer fin de semana de reapertura.
El dueño de Aviatur Travel Agency, Luis Giménez, dijo este que cerró en marzo y ahora está “tratando de empezar a abrir después de casi cinco meses, tiempo que hemos sufrido mucho, sin ayuda gubernamental” y con el turismo apagado.
Ahora, con la liberación de restricciones a la movilidad “estamos esperando que venga el turismo local y la próxima apertura del aeropuerto (que se contempla para el 1 de septiembre)”, pero en lo que llegan esos días “todo está cerrado, no hay transporte”.
Mientras tanto “estamos aquí para orientar a los turistas”, comentó. El turismo de guatemaltecos, que solo le representaba antes de la pandemia un 2 por ciento de sus ventas totales, es a lo que apela Giménez para volver a recibir los pocos ingresos que pueda, luego de quedarse con una plantilla de dos personas en la empresa que originalmente era de siete.
En la capital, el barista Mario Guerra festejaría este mes los dos años de apertura de su cafetería y boutique Café del Centro.
Guerra, sin embargo, contó resignado que debió cerrar al mes de iniciados los casos positivos de covid-19 por la inclemencia de la crisis.
“Fue una situación compleja. Perdimos nuestros ahorros, nuestro capital, pero estamos pensando que podemos encontrar otras formas de continuar y salir adelante. La misma situación nos irá dando la pauta y pensar, pensar y no dejar de pensar el qué y el cómo”, concluyó.