Venezuela, donde rige un estricto control de cambios desde el 2003, vive una sequía de divisas desde finales de 2012, lo que ha causado una abrupta caída en la entrega de dólares al sector privado, que requiere importar materias primas e insumos intermedios para distintos sectores, como el automotriz, de alimentos, medicinas y equipos médicos.
Según cifras oficiales, la escasez de productos y alimentos básicos ha superado el 25% y la inflación anualizada se ubica por encima de 60%.
Aifem señala que en las seis plantas de ensamblaje en Venezuela hay una merma “de 80% en la fabricación de motos durante el primer semestre del año”, por la imposibilidad de importar las piezas de ensamblaje, insumos, repuestos y partes, lo que “amenaza la estabilidad laboral de más de 15 mil personas” .
La crisis de la industria de motocicletas acompaña a la del sector automotriz, que adeuda US$1 mil 900 millones a sus proveedores internacionales, debido a las restricciones en la entrega de divisas por parte del Gobierno durante el último año y que ha llevado a una caída interanual de 87.5%, ensamblando apenas siete mil 23 vehículos en 2014.
De acuerdo con cálculos de la Sociedad Venezolana de Ingeniería de Transporte y Vialidad (Sotravial), en la capital venezolana circulan alrededor de 500 mil motos, una proporción de una moto por cada 10 habitantes en una ciudad con unos cinco millones de ciudadanos.
Cifras
Situación del país por deuda
15
mil empleos están amenazados
1
mil 900 millones es la deuda del sector automotriz.