economía

Solo el 30% de viviendas en Guatemala cumple con normas mínimas de construcción

En Guatemala, la mayoría de las soluciones habitacionales se construye de forma empírica, especialmente fuera del área metropolitana.

La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) confirmó que actualmente, no existe una normativa adoptada por esta entidad para vivienda específicamente.

La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) confirmó que actualmente, no existe una normativa adoptada por esta entidad para vivienda específicamente. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Las casas o apartamentos en los que vive al menos el 70% de las familias guatemaltecas fueron edificadas sin seguir las normas mínimas de construcción que obligan a utilizar materiales normados como block, cemento y hierro, entre otros.

Este dato se dio a conocer en el Seminario en Conmemoración del terremoto del 4 de febrero de 1976, sucedido hace 48 años, evento realizado con el propósito de promover la construcción resiliente, observando el cumplimiento de normas y regulaciones vigentes en Guatemala.

José Antonio Solares, director del Instituto del Cemento y Concreto de Guatemala (ICCG), ante ese contexto, comentó que es necesario capacitar a quienes están construyendo para que mejoren las técnicas, ya que la configuración estructural, la calidad de los materiales, el sitio en el que se construye y el abuso de los sistemas constructivos son factores que hacen vulnerables las construcciones ante los sismos.

Solares agregó que no existe un control del cumplimiento de norma de los productos, lo que debe considerarse para que las autoridades ejerzan control sobre la calidad de los materiales, tanto de producción nacional como importados, así como velar por que se cumplan las normativas de regulación de la construcción en el ámbito nacional.

Héctor Monzón Despang, ingeniero experto en temas sísmicos y estructurales, reforzó indicando que el 30% del consumo de cemento en el país se destina a edificios del área metropolitana; coincidió que en el 70% restante es de construcción menor, alrededor de la ciudad capital.

Normas no aplican a vivienda

Por su parte, Byron Paiz Aragón, director de Comités Técnicos de la Asociación Guatemalteca de Ingeniería Estructural y Sísmica (AGIES) comentó que es el Acuerdo del Consejo Nacional para la Reducción de Desastres 03-2019, específicamente en los artículos 2 y 3, el que rige este tema en función de las normas generadas por AGIES.

Sin embargo, detalló que para la construcción de vivienda no aplica esta normativa, “porque quienes emitieron el Acuerdo consideraron que era conveniente dejar todas las construcciones de vivienda fuera del mismo”, lo que ha generado un problema social de vulnerabilidad ante movimientos telúricos, además de un gran volumen de incumplimiento.

El Acuerdo del Consejo Nacional para la Reducción de Desastres 03-2019, en su artículo 7, establece que las municipalidades locales como autoridad máxima de cada municipio es la encargada de velar por el cumplimiento de las normas.

Paiz Aragón agregó que existe la necesidad de un proceso de capacitación y de normalización en el tema de vivienda, indicando que la adopción de las normas por parte de las municipalidades es una decisión política. Sin embargo, al hacerlo deben obligar a su cumplimiento y las comunas pequeñas, en su mayoría, no tienen la posibilidad de contratar ingenieros o personas capacitadas para revisar cada caso.

“Este es el verdadero motivo por el que no se acatan las reglas para hacerlas cumplir en cuanto a la construcción de residencias”, amplió.

Por su parte, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) confirmó que actualmente, no existe una normativa adoptada por esta entidad para vivienda específicamente. “Pero se trabaja en impulsar normas asociadas a la seguridad estructural en vivienda”, comunicó a través de su vocero Rodolfo García.

Capacitación

Monzón Despang añadió que es indispensable impulsar la educación a nivel medio sobre la tecnificación en cuanto a construcción, en entidades educativas como el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap).

Además, aceptó que existe una deuda de parte de la academia y asociaciones gremiales por generar suficiente material para este sector de educación, además de un trabajo conjunto.

En este sentido, José Antonio Solares, director del Instituto del Cemento y Concreto de Guatemala (ICCG), comentó, por el contrario, que en sinergia con otras instituciones, se han dado a la tarea de capacitar a maestros de obras y albañiles para construir con una cultura de prevención.

“El fin es capacitarlos y cumplir el ciclo completo de la construcción partiendo del uso de materiales normados”, agregó, indicando que los proveedores de materiales de construcción deben presentar la calidad de los productos, como el block normado, que resista la carga adecuada en medio de un sismo.

Asimismo, explicó que un cemento puede ser bueno y normado, pero si no se está bien pegado hay un riesgo y esa es una de las razones para compartir la metodología adecuada de resistencia sísmica.

Estudio alerta de consecuencias

Un estudio ejecutado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID); PREPARE – Preparación para reducir el impacto social y económico de los terremotos– y la consultora japonesa Miyamoto, dio a conocer en 2021 la evaluación probabilística de riesgo sísmico en el área metropolitana de la ciudad de Guatemala.

Los objetivos de la evaluación son estimar probabilísticamente los riesgos esperados de daño físico de edificaciones, víctimas mortales y heridos en escenarios diurnos y nocturnos, así como también la cantidad de personas desplazadas internamente y el volumen de escombros que resultarían por el sismo de diseño en la ciudad de Guatemala.

Y los hallazgos pueden usarse para preparar políticas, planes o actividades de capacitación para reducir los impactos sociales y económicos provocados por futuros terremotos en esta jurisdicción. Entre los resultados, hallazgos y conclusiones están:

  • La cantidad de edificaciones que se espera sean marcadas con etiqueta amarilla (daño moderado a considerable) o con etiqueta roja (daño total o colapso) se estima alrededor de 30 mil 300 o aproximadamente el 67% del conjunto total de edificaciones.
  • Dependiendo del momento del día en que ocurra el evento, se prevén entre 1 mil 800 y 2 mil 400 víctimas mortales (para una tasa estimada del 0.9%). Además de 14 mil 200 a 19 mil 100 heridos (para una tasa estimada del 7.5%).
  • Se esperan cerca de 115 mil personas desplazadas inmediatamente después del evento, una cantidad que constituye un gran porcentaje, el 64% de la población total.
  • El volumen esperado de escombros generados, 3 millones 700 mil metros cúbicos, es considerable y debe tenerse en cuenta en el plan de respuesta posterior al sismo.

ESCRITO POR:

Déborah López

Periodista de Prensa Libre especializada en noticias económicas con 10 años de experiencia. Reconocida con el premio del Instituto Nacional de Bosques (Inab) al mejor reportaje escrito por la Gira del Pinabete en 2014.