Dado que los sensores se fabrican en Japón y posteriormente se exportan, la actual debilidad del yen mejora la competitividad y aumenta los ingresos para las operaciones de Sony con estos semiconductores, según destacó hoy el diario japonés Nikkei.
Los sensores de imagen CMOS se utilizan en los teléfonos inteligentes de la compañía, en los terminales de Apple y en los de empresas emergentes como la china Xiaomi.
Con este plan, Sony planea aumentar el suministro a sus clientes clave, con la vista puesta en la diversificación del uso de los sensores en una amplia gama de productos, como dispositivos portátiles, equipos médicos y de automóviles.
Para hacer frente a este aumento, la compañía potenciará la inversión en equipos en sus plantas de las prefecturas de Nagasaki, Kumamoto y Yamagata.
La nipona trata de dar la vuelta a los malos resultados de sus operaciones de electrónica aumentando la producción de componentes para smartphones.
Se prevé que su negocio de telefonía móvil registre una pérdida operativa de 200,000 millones de yenes (1,507 millones de euros/1,706 millones de dólares) ) para el actual curso fiscal, que en Japón termina el 31 de marzo, y recorte la plantilla de esta división en 2.000 trabajadores.
No obstante, su negocio de dispositivos ha funcionado bien, y esperan que las ventas aumenten hasta un 69 por ciento, con respecto a las proyecciones del año en curso, hasta alcanzar los 1.5 billones de yenes (11.312 millones de euros/12,810 millones de dólares) para el ejercicio que concluye en marzo de 2018.