Economía

Temer viaja a Alemania para asistir a Cumbre del G20 con su crisis a cuestas

El presidente brasileño, Michel Temer, quien enfrenta graves acusaciones de corrupción, partió hoy hacia Alemania, donde asistirá a la Cumbre del G20 a pesar de la crisis que amenaza su permanencia en el poder.

El presidente de Brasil, Michel Temer, tiene previsto ajustarse al programa de la cumbre y hasta ahora no tiene programada ninguna reunión bilateral. (Foto Prensa Libre: EFE)

El presidente de Brasil, Michel Temer, tiene previsto ajustarse al programa de la cumbre y hasta ahora no tiene programada ninguna reunión bilateral. (Foto Prensa Libre: EFE)

Por su delicada situación jurídica, la semana pasada Temer llegó a cancelar su presencia en la cita de los líderes de las principales economías del mundo, pero se echó atrás y el lunes se informó de que había cambiado de opinión y decidido asistir.

Alemania, que ejerce la presidencia rotativa del G20 y traspasará ese cargo honorario a Argentina en la cita que se celebrará entre el viernes y el sábado en Hamburgo, hasta llegó a lamentar la anunciada ausencia de Temer, aunque explicó que la comprendía.

Según dijeron a Efe fuentes oficiales, Temer tiene previsto ajustarse al programa de la cumbre y hasta ahora no tiene programada ninguna reunión bilateral, aunque su agenda podría ser alterada e incluir encuentros privados con algunos de los líderes del G20.

Las mismas fuentes explicaron que, ante el G20, el presidente intentará transmitir confianza en la ligera recuperación que ha comenzado a experimentar la economía brasileña a pesar de la crisis política y promocionará los programas de apertura a la inversión extranjera que intenta adelantar su Gobierno en medio de la crisis.


El único compromiso al margen del G20 que aparece hasta ahora en la agenda de Temer es una participación en un encuentro con líderes de Rusia, India, China y Suráfrica, que junto con Brasil integran el foro BRICS, previsto para este viernes.

Su regreso a Brasil está anunciado para el sábado, inmediatamente después de la clausura de la Cumbre del G20.

Temer enfrenta una acusación de corrupción pasiva formulada por la Fiscalía sobre la base de explosivos testimonios del grupo JBS, que lo implican en asuntos que pudieran llevar a la presentación de nuevos cargos en su contra, por una presunta obstrucción a la acción de la justicia.

La denuncia contra Temer tramita en una comisión de la Cámara de Diputados, que a partir de la semana próxima debatirá el caso para luego remitirlo al pleno del órgano legislativo.

Si la denuncia fuera luego acogida por al menos dos tercios de los 513 diputados, la Corte Suprema quedaría autorizada para iniciar un juicio penal contra Temer, que en ese caso sería suspendido del cargo durante los 180 días que duraría el proceso.

La vacante sería cubierta por el presidente de la Cámara baja, Rodrigo Maia, pero si hubiera una sentencia condenatoria, Temer sería destituido y el Parlamento escogería, en una elección indirecta, a quien completaría el actual período presidencial, que vence el 1 de enero de 2019.

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