La actividad fue planificada con el propósito de animarlos, mientras se resuelven sus casos.

Desde temprano

?Comprendemos la situación en que los migrantes se encuentran, y traerles un poquito de alegría es saludable?, expresó Jéssica Lozano, Defensora de las Poblaciones Desarraigadas y Migrantes de la PDH.

Los 42 migrantes que se encuentran en el albergue fueron avisados con antelación sobre el agasajo.

Todos se levantaron temprano y escogieron sus mejores ropas, entre las pocas que tienen, y se prepararon para la celebración.

Santa Claus y piñata

Julio Arango, Procurador de los Derechos Humanos, indicó que a través de esta clase de actividades se busca llevar un mensaje universal, que es el de mostrar el amor hacia el prójimo sin importar la nacionalidad.

Los migrantes también fueron sorprendidos con la llegada del señor de rojo y barba blanca: Santa Claus.

Se le llevó almuerzo a cada uno, y a pesar de ser adultos, se entusiasmaron con las piñatas. Además, se les entregaron enseres de higiene personal.

Los migrantes de nacionalidad hindú y árabe manifestaron, con dificultades para hablar el español, que esperan que sus casos sean agilizados, pues desean que las próximas celebraciones las vivan en un lugar diferente al que ahora los oprime.