Esa reforma no la compartimos, de que el Tribunal compre los espacios comerciales para la publicidad de los partidos políticos. El TSE siempre lo manifestó en las mesas de discusión con la Comisión de Asuntos Electorales de que no estábamos de acuerdo, en primer lugar, porque sí puede atentar contra la libre expresión de pensamiento, podría haber una inconstitucionalidad y en otro orden de ideas, de que el TSE absorba esa función.
En México, por ejemplo, el Instituto Federal Electoral, cuando se le dio esa función, el costo fue de US$50 millones.
¿Cuáles son los mayores inconvenientes?
El costo sería sumamente elevado, así que no es recomendable. El hecho de que en otro país funcione no significa que debamos copiar de otras legislaciones, sino que tenemos que adaptarla a las condiciones políticas, económicas y sociales que se viven en el país.
Como ejemplo, diputados del Congreso, su servidora y un auditor estuvimos en México en el 2012, viendo el sistema. Notamos el alto costo y, además, lo que más preocupa es que para implementar esa reforma se requeriría de una infraestructura adecuada, una tecnificación y profesionalización de los que tendrían que llevar a cabo esa función de repartir esos espacios en los medios.
¿El TSE apoyó las reformas del artículo 223 bis de la Ley Electoral?
No. El TSE tampoco apoyó esta reforma. Creemos que habría que reglamentarla mucho mejor. No es así nada más que pueda hacerse.
¿Este tipo de propuesta podría vulnerar la libertad de expresión?
En lo personal creo que sí podría atentar y se tendría que estudiar a profundidad. Lo que puedo decirle es que en otros países lo tienen contemplado y lo tienen muy bien regulado por la ley bajo qué normas y parámetros puede aprobar que se haga una publicación.
¿Cuáles otras preocupaciones tiene el TSE ante las recientes reformas a la Ley Electoral?
En la reforma no hay normas que le den al TSE las herramientas necesarias para poder fiscalizar los ingresos, el manejo y el destino que reciben del Estado las organizaciones privadas, y nos preocupa mucho el financiamiento privado, ya que los orígenes, en algunos casos, provienen de fuentes oscuras, que el TSE debería tener mayores herramientas para poder fiscalizar de dónde proviene.
Luego, en el tema de organizaciones políticas, se requiere un fortalecimiento para que haya una verdadera democratización en la toma de decisiones en las elecciones de los comités a nivel nacional.
¿Cuál es la exhortación a la CC, que tiene a su cargo revisar las reformas a esa normativa?
A los honorables magistrados de la CC les diría que analicen cuáles fueron las propuestas de reforma que hizo el TSE. De forma principal, a lo que concierne a la necesidad de fortalecer al Tribunal como un órgano supremo, porque se le ha quitado la supremacía.
TSE pidió cambios
Las reformas tienen tres años de discusión.
El TSE empezó hace seis años a trabajar con la Comisión de Asuntos Electorales una reforma a la Ley Electoral.
En el 2010, al ver que no pasaba ningún cambio, el TSE presentó su primera iniciativa de reformas.
En el 2012, después de las lecciones del proceso electoral del 2011, el TSE presentó otra iniciativa.
El TSE pidió ampliar su presupuesto.
Además, crear el Instituto de formación cívico político electoral y tener más poder para fiscalizar ingresos.
