Según publicó elsalvador.com, en su edición del viernes último, los viajeros también les preguntaron a los uniformados si había una ruta alterna para llegar a su destino sin tener que manejar hasta la ciudad. Un policía respondió que en el camino encontrarían el desvío La Cuchilla, que es una calle que conduce a los alrededores del Lago de Amatitlán.
Según los afectados, uno de los agentes —el que manejaba la patrulla— se mostró amable en todo momento y les prestó más atención que su compañero, que se dedicó a ver las placas y las características del auto donde iban los turistas, así como sus pertenencias.
Algunas horas después, al llegar a Barberena, Santa Rosa, pasaron un retén de la Policía y 15 minutos después, cinco hombres de civil que iban en un picop se les pusieron a la par e hicieron una maniobra para sacarlos de la vía. Tras varios intentos en vano por detenerlos, los sujetos dispararon al aire dos veces, luego se acercaron a la ventana del chofer y le apuntaron con una pistola, al tiempo que les dijeron que eran policías.
Los turistas denunciaron que fueron agredidos y que los criminales los amordazaron en un cafetal, donde les despojaron de todas sus pertenencias. Después los dejaron amenazados que deberían salir luego de tres horas.
Después les hicieron saber que ellos tenían el control territorial: “140 kilómetros hacia adentro u 80 de regreso”.
Cuando se cumplió el plazo, los salvadoreños subieron a su vehículo y regresaron hacia El Salvador, pero en la entrada de La Cuchilla observaron el autopatrulla que horas antes habían visto en Barberena.
“Lo más irónico es que cuando pasamos a un lado de la patrulla, los policías encendieron los faroles y nos tiraron dos luces altas, como queriendo decir: pueden pasar”, relató uno de los turistas.
Los afectados acudieron a la embajada de Guatemala en El Salvador para exponer el problema con el propósito de que las autoridades del país vecino garanticen la seguridad a los viajeros, sobretodo en esta temporada vacacional.