Guatemala

“Ciclones serán más erráticos e intensos”: La advertencia de expertos sobre el temporada de lluvias en Guatemala

La temporada de lluvia y huracanes comenzó en Guatemala marcada por la transición del fenómeno de La Niña y El Niño.

Temporada de huracanes

Debido al fenómeno del Niño, se espera que los huracanes del Atlántico y el Caribe afecten más a Guatemala este 2023. Mientras que por el lado del Pacífico se prevé movimientos erráticos de estos fenómenos en su curso. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos (NHC, en inglés), anunció el inicio de la temporada de huracanes en el Pacífico, que va del 15 de mayo hasta el 30 de noviembre de 2023, lapso en el que se prevén al menos 23 huracanes. Mientras que, para el Atlántico y el Caribe, del 1 de junio al 30 de noviembre, se esperan unos 21 huracanes.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), la transición del fenómeno de la Niña, que predominó de 2020 a 2022, al Niño, ha propiciado mayores acumulados de agua en poco tiempo. El inicio de la temporada de lluvias en el país ha estado marcado por lluvias torrenciales cortas y fuerte caída de granizos.

Incluso, en algunas áreas, en pocas horas han caído precipitaciones entre 30 milímetros (mm) y 85 mm, magnitud que debería llover en semanas. En tres días Zacapa ya registra el 60% de la lluvia que suele darse en el mes de mayo. La medición de las precipitaciones se hace en mm, esto equivale a la altura que el agua o el granizo alcanzarían sobre una superficie plana e impermeable con paredes verticales.

De acuerdo con el sitio datosmundial.com, en promedio, unos seis huracanes afectan a Guatemala al año, y la región más afectada suele ser la costa del Pacífico. La temporada de ciclones suele durar desde principios de junio hasta finales de noviembre.

El huracán más severo que tocó tierra en Guatemala en el último año fue Julia. Los vientos alcanzaron una velocidad de hasta 65 kilómetros por hora (km/h) cerca del municipio de Jerez, Jutiapa, a las 6 horas del 10 de octubre de 2022, y tenía 19 kilómetros de diámetro en ese momento. Según la clasificación Saffir-Simpson, aceptada internacionalmente, esto corresponde a una depresión tropical, aunque en mar abierto, se midieron velocidades de hasta 139 km/h (huracán categoría 1).

Lluvias más espaciadas, pero con mayor intensidad para 2023

“El Insivumeh está usando como año de referencia el 2002, o sea que se esperaría una temporada de lluvias  parecida al de ese año, cuando se registró la gran sequía. Entonces lo que eso nos dice es que va a ser un año con lluvias extremas, o sea, no necesariamente va a llover más que otros años, sino que podrían ser lluvias de corta duración y que pueden alternarse por varios días, pero más intensas”, dijo Víctor Manuel García Lemus, presidente de la Red de universidades de la Américas y el Caribe para la reducción del Riesgo de Desastres (Redulac).

García agregó que el comportamiento de la lluvia y de los huracanas durante esta temporada estará marcado por el fenómeno del Niño, un fenómeno natural caracterizado por la fluctuación de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial, asociada a cambios en la atmósfera. “En la medida que siga intensificándose habrá áreas donde podría llover menos, otras donde habrá sequía, sobre todo en el Corredor Seco, y en algunas partes lloverá un poco más por sus capacidades de forestación”, enfatizó García.

De acuerdo con el experto, con un comportamiento de las lluvias más intensas y en un período corto, es que traigan consigo fuertes vientos y posibles inundaciones repentinas, sobre todo, en la ciudad donde el sistema de drenaje es insuficiente, mientras que, en el área rural, la crecida abrupta del caudal de los ríos podría provocar correntadas y desbordamientos que pueden afectar los cultivos agrícolas y las casas en las riberas.

Huracanes con recorridos erráticos, debido a El Niño

El presidente del Redulac también señaló que, de los huracanes pronosticados por el NHC, es probable que al menos dos podrían estar por arriba de la categoría 3 o 4 de la escala Saffir-Simpson. “Lo que varía cada año es la cantidad de fenómenos con mayor intensidad y su trayectoria”, insistió García.

“Con el fenómeno del Niño, el eje de oscilación intercontinental Norte-Sur está hacia abajo, eso quiere decir que de Colombia hacia abajo habrá mucha lluvia y nosotros vamos a tener sequía. Significa que probablemente los huracanes del Atlántico nos van a afectar mucho más este año que los del Pacífico”, explicó el experto.

Sin embargo, García insistió en que lo preocupante para este año es que los huracanes del Pacífico podrían tener recorridos erráticos, como el ocurrido con el huracán Adrián en 2005, que entró por Guatemala y regresó a El Salvador. “Entonces lo que vamos a tener son estos eventos extremos, erráticos”, reiteró.

De acuerdo con el sitio climate-data.org, con base en información del Servicio de Cambio Climático de Copernicus entre 1991 y 2021, la precipitación aproximada en Guatemala es de 662 mm. El mes más seco es febrero, con 4 mm, y la mayor cantidad de lluvia ocurre en junio, con un promedio de 134 mm.

El mes con el mayor número de días lluviosos es junio, con un promedio de 19.57 días, y el mes con el menor número de días lluviosos es enero, con una media de 0.80 días.

Precipitación histórica en Guatemala

Según el estudio “Variabilidad y cambio climático en Guatemala”, del Departamento de Investigación y Servicios Climáticos del Insivumeh, al evaluar la concentración de lluvia anual entre los períodos 1971 a 2000 y 2001 a 2014, en el Caribe, la precipitación oscila entre los 3,230 mm a 3,726 mm anuales. Sin embargo, se observa que las medias de lluvias en esos lapsos han registrado un incremento en 75.2 mm.

El mismo documento señala que en la región de los valles del oriente del país, que se ha caracterizado por ser la que menor lluvia anual registra a nivel nacional, la precipitación oscila entre 700 mm a 1,300 mm de lluvia anual, y presenta un incremento en su promedio de lluvia anual de entre 175 mm a 200 mm en toda la región.

En la región occidental, la publicación destaca que esta zona presenta un promedio pluviométrico de entre 800 mm a 1,200 mm de lluvia anual, y en los lapsos estudiados presenta un incremento en su promedio de lluvia anual entre 115 mm a 130 mm.

La boca costa se ha caracterizado por presentar un promedio pluviométrico entre 3,100 mm a 4,000 mm de lluvia anual, y en los lapsos estudiados presenta un incremento en su promedio de lluvia anual entre 190 mm a 660 mm. La costa del Pacífico registra un promedio pluviométrico de entre 1,200 mm a 1,700 mm de lluvia anual, con un incremento en su promedio de entre 286 mm a 215.8 mm.

El altiplano central, según el estudio, presenta un promedio pluviométrico de entre 900 mm a 1,200 mm de lluvia anual, con un incremento en su promedio de precipitación anual de entre 214.6 mm a 240 mm.

La Franja Transversal del Norte registra un promedio de entre 1,929 mm y 2,634 mm de lluvia anual, y un incremento en su media anual de 200 mm. Mientras que la región norte, presenta un promedio anual de entre 1,559.1 mm y 1,718.2 mm de lluvia anual, con un incremento en su promedio anual de 751.9 mm.