En las elecciones de este año tuvo la tarea de ser presidente de mesa en el Colegio Salesiano Don Bosco. Estuvo en la mesa número 1 y recibió, de manera simbólica, el primer voto.
Durante sus 28 años de servicio ha desempeñado distintas funciones como voluntario. “Yo he sido vocal, secretario, presidente y alguacil. He ocupado todas las posiciones, y es un ejercicio que considero importante para la ciudadanía de una nación”, dijo.
El motor que lo mueve es el amor a Guatemala, afirma, y agrega que no existe alguna otra cosa que lo lleve a participar en las elecciones. Es algo que ha decidido hacer como ciudadano.
“Amor al país, eso me motivó, no hay otra gratificación más que esa, verdadero amor a la patria, al terruño, que con todo y las limitaciones que se tienen nos ha dado opciones para salir adelante”, agregó.
Su primer acercamiento con el voluntariado fue gracias a su padre, quien había sido integrante de una JRV. “Recuerdo que en casa mi papá sí participó como voluntario. Yo tengo otros hermanos, pero a ellos no les llamó la atención. Quizá sea porque yo soy abogado y comprendo un poco más la importancia de los procesos electorales”, compartió.
El primer voto
Este año, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) decidió que el centro de votación que recibiría al primer votante sería el Colegio Salesiano Don Bosco.
Juan Carlos tenía la mesa número uno y, en consecuencia, recibió ese primer voto, ante la mirada de la prensa y todo el país. Una dinámica diferente, un tanto nervioso porque también demandó un poco más de trabajo.
“Esta vez fue un proceso donde se hizo el voto número uno en mi mesa. Yo recibí el primer voto, formalmente hablando, y hubo un esfuerzo adicional, porque tuvimos que llegar mucho antes. A las 4 de la mañana nos tocó empezar a llegar, por ser la mesa número uno”, recordó.
La tarea concluyó con satisfacción, tanto para las votaciones del 25 de junio como para la segunda vuelta, el 20 de agosto, pero todo el trabajo fue posible gracias a todos los otros voluntarios que acompañaron el proceo en otras mesas y en otros departamentos.
“Lo primero que yo resaltaría fue el compromiso con mis compañeros de mesa. Yo fui presidente, pero no saqué la tarea solo; estaba uno de mis hijos y otros compañeros de mesa”, indicó.
Las dos rondas electorales se desarrollaron sin ningún incidente, comentó, y está seguro de que volvería a participar en futuros eventos porque, como él, muchos decidieron donar su tiempo por amor a la patria.
“Yo lo resumiría en que fue un ejercicio de ciudadanía coordinado entre todos. Lo hicimos sin mayor interés, más que servir al país, amor a la patria y sin que nos pagaran, pero nosotros aportamos este tiempo al país”, enfatizó.