Las imágenes del lugar de la tragedia son elocuentes, pues evidencian cómo la fuerza del agua destruyó viviendas y al menos 19 personas desaparecieron.
Las tareas de búsqueda han dado resultado y socorristas reportan la localización de seis de los desaparecidos, cuyos cuerpos fueron encontrados en distintos puntos.
La búsqueda se ha extendido hasta Tierra Nueva, Chinautla, y mientras eso sucede la vida continúa en el asentamiento Dios es Fiel, donde hay varias viviendas de lámina a escasos metros de donde se registró la tragedia.
En el 2018, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) emitió una alerta que afirmaba que el asentamiento Dios es Fiel se trataba de un área de alto riesgo que ponía en peligro la vida de sus habitantes.
Este martes 25 de septiembre, personal de Conred acudió al asentamiento para generar una boleta de evaluación de daños de cada vivienda en el lugar.
Sin embargo, los vecinos se rehusaron a entregar su información y número de identificación, pues en tono molesto aseguraron que cada vez que Conred llega a reunir datos únicamente se les notifica que su propiedad es inhabitable y no se les brinda ayuda.
Al final, la Conred logró reunir información únicamente de tres viviendas.
En el lugar se desplazó un equipo de la referida institución que dialogó con vecinos con la intención de obtener la información. Uno de los integrantes del equipo le explicó a un vecino que la boleta indica colocar si el terreno es apto o no para vivir, y pregunta eso porque de crecer el afluente más vecinos podrían salir perjudicados.
Luego el vecino indicó que no estaban de acuerdo con dar la información y que según la Conred, por medio del informe podría ser que reciban ayuda.
Patricia Flores, presidenta del Consejo Comunitario de Desarrollo, indicó que viven en casas construidas de lámina y madera y que siempre les dicen “ustedes están bajo su riesgo”.
Dijo que “cada vez que Conred baja y nosotros subimos a un albergue, nos pone que es zona inhabitable, nosotros sabemos que es su trabajo, nosotros los entendemos, pero también queremos que ustedes se pongan en nuestra posición, si nosotros estamos aquí es porque necesitamos un lugar donde vivir”.
Agregó: “Todos sabemos que estamos bajo nuestro riesgo, pero nadie nos ha dado una solución, cuando se llenan los dictámenes solo nos dicen vamos a ver qué sucede y los dictámenes solo nos dicen ustedes no pueden estar aquí”.
Flores esperaría que los datos sirvan para reubicarlos en un lugar seguro y accesible siempre en la capital.
Candelaria Xoiin Zuc, de 47 años, vive en el asentamiento Dios es Fiel desde hace 12 años junto a sus tres hijos y su nieta. Proveniente de Quiché, junto a su esposo y su hija chapearon el lugar para establecer su vivienda, pero un año después de que migraran a la capital, su esposo falleció.
Candelaria, quien se dedica a vender tortillas, no piensa dejar su vivienda, pues asegura que no tiene dinero para alquilar y menos comprar algún terreno.
“Mi hija sí se asustó mucho, pasó llorando la noche” y “no quiere dormir”, externó al recordar la tragedia. Añadió que no tiene a dónde ir para vivir junto a su familia.
Julio Sánchez, encargado de los equipos de respuesta inmediata de Conred, dijo que los datos que se requirieron a los vecinos fueron para hacer una evaluación de daños de las viviendas, con esto se determina si deben o no evacuar.
Según Sánchez, no se puede obligar a nadie a evacuar, sino que únicamente se les hace una recomendación de que deben desalojar.
Añadió que en junio pasado se les había informado a los vecinos del asentamiento que el área en la que viven está en riesgo y que se les recomendaba evacuar.
Agregó que el objetivo de reunir la información es para conocer el tipo de daño de la vivienda, que es parte de las acciones que hacen cuando hay incidentes como el sucedido.
Dijo que trabajan en coordinación con la comuna capitalina para hacer una evacuación de ser necesario. Además, habrá un informe para saber si las casas están en punto de riesgo o si es necesario evacuar.
Explicó que de darse el caso, la Conred recomienda evacuar, pero no se obliga a las personas a hacerlo.