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Cada hora dos mujeres denuncian violencia psicológica en el país: qué efectos tiene en la víctima y las barreras para que las denuncias prosperen

Del total de denuncias de violencia contra la mujer presentadas en el Ministerio Público desde el 2019, el 58.5 por ciento son por agresión psicológica.

La violencia psicológica contra la mujer abre la puerta a la violencia física, sexual y económica, que están tipificadas como delito. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

La violencia psicológica contra la mujer abre la puerta a la violencia física, sexual y económica, que están tipificadas como delito. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Insultos, críticas, burlas, humillaciones, manipulación, prohibiciones, amenazas. La violencia psicológica se presenta de distintas formas, sutiles al principio que van en escalada gradual. La denuncia es un primer paso para salir de esa espiral de malos tratos.

Cada hora dos guatemaltecas denuncian que son víctimas de violencia psicológica, según análisis de la organización Diálogos con datos del Ministerio Público (MP). Esa es la tendencia de los dos primeros meses de este año y del 2022, tiempo en el que se recibieron 23 mil 994 reportes de este tipo.

Dichas denuncias representan el 57 por ciento de los registros de violencia contra la mujer que llegaron a la institución, que en total fueron 42 mil 305. De estas el 41 por ciento está relacionado con agresión física, y un 2 por ciento con daño económico.

La Ley contra el femicidio y otras formas de violencia contra la mujer enmarca como violencia psicológica las acciones que producen daño o sufrimiento psicológico o emocional con la intención de intimidar, menoscabar la autoestima o controlarla.

De acuerdo con Ana Silvia Monzón, doctora en Sociología y coordinadora del Programa de Estudios de Género, Sexualidades y Feminismos Flacso Guatemala, “todo inicia con una falsa idea de superioridad e inferioridad”, en la que, generalmente el hombre, por su condición, agrede a la mujer porque la considera un ser inferior.

Cinco años de denuncias

El análisis de Diálogos indica que desde el 2019 a febrero de este año se han presentado 179 mil 726 denuncias de violencia contra la mujer, el 58.5 por ciento son por agresión psicológica, y se convierte en la más reportada, mientras que la física representa el 39.9 por ciento y la económica es el 1.4 por ciento.

Un 44 por ciento de las víctimas tenía entre 15 y 29 años, una de cada dos reportó violencia psicológica. Mientras que el 73 por ciento de los acusados es hombre, y el 45 por ciento tiene entre 30 y 44 años.

Karla López, analista de Diálogos, menciona que la base de datos evidencia que es la violencia psicológica la más denunciada, esa es la tendencia, y que no se puede establecer si una misma persona al momento de denunciar también lo hizo porque fue agredida físicamente.

Monzón refiere que cuando hay violencia psicológica, se preparara el terreno para que luego haya agresión física e incluso sexual y económica, que son las que están tipificadas en la ley. En el peor de los escenarios puede conducir al femicidio.

“Cuando se habla de violencia ninguna es peor que otra, su impacto se manifiesta de distinta manera, pero tan nociva es una como la otra. Toda expresión de violencia no debe ser tolerada y es grave”, dice la socióloga.

Qué la víctima tome valor para denunciar no es fácil, el qué dirán, los patrones de sumisión aprendidos en el hogar y en comunidades religiosas son razones que las detienen. Cuándo logran hacerlo, el acompañamiento psicológico para superar la violencia es fundamental.

 

Secuelas en la víctima

La violencia psicológica está en la base de las relaciones de poder, y las mujeres se encuentran más expuestas a esta, por el rol que se les asigna socialmente, relegándolas a tareas domésticas, cuidado de hermanos y adultos mayores en el hogar, y esto trunca sus expectativas y proyectos de vida.  “Pareciera que se forman a las niñas para no decidir”, dice Monzón, pues se les enseña a ser complacientes y a no expresar sus emociones, lo que no sucede con los hombres, que suelen ser los agresores.

Nancy Campos, del Grupo Guatemalteco de Mujeres de los Centros de Apoyo Integral para Mujeres Sobrevivientes de Violencia –CAIMUS-, señala que el efecto de esta violencia en la víctima es una laceración en la autoestima, en el amor propio.

Ellas manifiestan tristeza, miedo, incertidumbre, angustia, pueden caer en depresión, llegar, incluso, a contemplar la idea de quitarse la vida.

Recuerda el caso de una mujer que se casó a los 16 años y durante 12 años de matrimonio fue violentada por su esposo. El tormento en que vivía la llevó al intento de suicidio. Tomó pastillas para matar la plaga del maíz, afortunadamente sobrevivió y logró separarse de su pareja.

Sin golpes, es difícil denunciar

“Como no tiene marcas físicas, entonces se deja pasar, es invisible”, así suele verse la violencia psicológica contra la mujer entre la población, según Monzón.

Si bien la Ley tipifica la violencia psicológica y las denuncias están, el que los operadores de justicia no tengan la formación necesaria para identificar esta agresión es uno de obstáculos que la socióloga menciona impide que se tomen con la misma seriedad que una denuncia por violencia física.

“Los operadores de justicia llevan a cuestas muchos prejuicios, y reaccionan muchas veces a la experiencia de vida que tienen. Responden a las ideas, los usos, las costumbres, las prácticas que viven a su alrededor. Incluso se ha llegado a casos de que, si no hay golpes, entonces no hay violencia”, dice Monzón.

Mientras que Campos cuenta que recién aprobada la Ley, entre 2009-2010, los operadores de Justicia cuestionaban las denuncias de violencia psicológica porque no había una evidencia -golpes- del daño sufrido por la víctima. Esto también se convertía en una barrera para colocar la denuncia.

“El Sistema de Justicia cuestiona mucho la violencia psicológica, pues no hay una evidencia palpable o visible, más que el daño psicológico que presentan la mujer y esto generalmente solo se puede demostrar a través de informes psicológicos”, dice Campos. El inconveniente es que solo se le da valor probatorio a los peritajes que sean presentados por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).

La violencia psicológica es uno de los tipos penales de la violencia contra la mujer, la sanción para quien la cometa es de cinco a ocho años de prisión, de acuerdo con lo que establece la ley. En la normativa también está tipificada la agresión física y la económica.

ESCRITO POR:

Ana Lucía Ola

Periodista de Prensa Libre especializada en temas comunitarios, con énfasis en Salud y Educación, con 17 años de experiencia. Reconocida con el Premio de Prensa Libre en categoría Reportaje, en 2019. Premio de la UPANA por Informar a la población guatemalteca sobre la realidad en nutrición y desnutrición en el país, en 2019. Diplomado El periodismo en la era digital como agente y líder de la transformación digital impartido por el Tecnológico de Monterrey.