Agregó que Centroamérica “está expuesta a una serie de amenazas que derivan en desastres y pérdidas humanas, económicas, sociales y ambientales, por lo que es necesario enfrentar el problema en la dimensión que tiene”.
El experto aseguró que uno de los temas más importantes que los gobiernos de Centroamérica deben atender es “reducir la tendencia de las pérdidas económicas” , porque eso “pone un riesgo en su desarrollo”.
“Año con año, estamos sufriendo enormes pérdidas que rondan entre 1 y 2 por ciento del Producto Interno Bruto de Centroamérica”, apuntó Morales sin ahondar en esas estadísticas.
El problema del cambio climático no lo ha generado Centroamérica, señaló Morales, quien aseguró que es necesario que la comunidad internacional “sea solidaria con esa realidad y nos ayude a construir soluciones permanentes”.
El experto aseveró que Centroamérica debe “fortalecer” los organismos de protección civil, constituir un fondo centroamericano para “aumentar el acceso a recursos para acciones de prevención” y construir una cultura de prevención.
El embajador de México en Honduras, Víctor Molina, dijo que su país, al igual que los de Centroamérica, es “muy proclive” a los desastres naturales y el cambio climático.
“Centroamérica debe fortalecer la cultura de la prevención para mitigar los efectos de los desastres naturales”, indicó Molina en una rueda de prensa en la Cancillería hondureña.
En el foro, de dos días, participaron unos 40 expertos de Centroamérica y México, además de representantes de empresas aseguradoras internacionales que compartieron su experiencia en el manejo de desastres y el funcionamiento del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) de México.
También abordaron la experiencia de México en el desarrollo y aplicación de instrumentos financieros de prevención y atención de desastres.
En el foro también participó el director del (FONDEN) de México, Rubem Hofliger, representantes de la Universidad Nacional Autónoma de ese país y expertos en seguros de inmuebles de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, México y Panamá.
Las lluvias provocaron el año pasado más de un centenar de muertos, miles de damnificados y graves daños materiales en Centroamérica.