Comunitario

Cerro de Oro, la aldea que luchó por tener educación bilingüe intercultural

En los 11 centros educativos públicos de la localidad los estudiantes aprenden en tz'utujil como primera lengua, también lo hacen en español.

En la aldea Cerro de Oro, Santiago Atitlán, Sololá, las clases se dictan en tz'utujil por orden judicial. (Foto Prensa Libre Ana Lucía Ola)

En la aldea Cerro de Oro, Santiago Atitlán, Sololá, las clases se dictan en tz'utujil por orden judicial. (Foto Prensa Libre Ana Lucía Ola)

En la rivera del Lago de Atitlán, en Sololá, está la aldea Cerro de Oro, en donde se ubica la Escuela Rural Mixta cantón Patzilin Abaj. Este fue el lugar donde el Ministerio de Educación (Mineduc) inauguró el ciclo escolar 2024 para el sector oficial, el pasado 19 de febrero.

No fue un punto elegido al azar, este poblado de Santiago Atitlán inspiró al francés Antoine de Saint-Exupéry a escribir el libro El Principito, y es uno de los que ganó un amparo que obliga al Mineduc a implementar en las escuelas una educación bilingüe intercultural.

La sentencia dictada por la Corte Suprema de Justicia en 2020 señala que la cartera debe garantizar una “política educativa” que asegure este derecho a los niños indígenas maya k'iche’, maya tz’utujil, maya kaqchikel de 22 centros educativos públicos ubicados en los municipios de Nahualá, Santa Catarina Ixtahuacán, Santiago Atitlán y Panajachel, de Sololá.

El amparo 1773-2017 denunciaba que se violentaba el derecho de la niñez a la educación bilingüe multicultural e intercultural, del uso de la lengua materna en las aulas, la no discriminación, la integridad y vida cultural de las comunidades.

Son puntos que están contemplados en la Ley de Educación Nacional, sin embargo, no se han cumplido a cabalidad. También el acuerdo gubernativo 22-2004 establece la generalización del bilingüismo en idiomas nacionales, e indica que la primera lengua para el aprendizaje es la materna de cada persona, segunda la nacional y la tercera debe ser extranjera. Instaura la obligatoriedad de la enseñanza y la práctica con pertinencia cultural para estudiantes del sector público y privado.

Al ganar las cuatro comunidades la sentencia, el Mineduc está obligado a darle cumplimiento a ese derecho, y en ese espíritu fue que las nuevas autoridades inauguran en Cerro de Oro el ciclo escolar para el sector oficial.

Un día a la semana los estudiantes de Cerro de Oro asisten a las escuelas usando el traje tradicional. (Foto Prensa Libre: Oscar Vásquez)

La lucha continúa

Luciano Gómez, primer alcalde de la Alcaldía Comunitaria de Cerro de Oro, estuvo presente en el acto inaugural, en el que los discursos fueron en tz’utujil y en español, y los líderes comunitarios, docentes y estudiantes vistieron la indumentaria tradicional.

Mencionó que la lucha para que se dé cumplimiento a la sentencia continúa, y esperan que las nuevas autoridades le den seguimiento a la implementación de la educación bilingüe e intercultural en las comunidades incluidas en el amparo.

Acá la lengua materna es el tz’utujil, pero no todos la hablan, según Gómez, los niños menores de 10 años ya tienen como primer idioma el español, lo que impacta en la pérdida gradual de las prácticas culturales, conocimientos ancestrales y de la identidad local.

 “Estamos luchando en nombre de nuestros niños, de nuestros hijos, para que se valore nuestro idioma tz’utujil y el traje que nos identifica como tz’utujiles de la comunidad de Cerro de Oro”, dijo el primer alcalde.

Natanael Morales Pacay, supervisor de Educación de este distrito escolar, señala que a través de la sentencia la alcaldía comunitaria puede velar por el derecho de los niños de tener una educación bilingüe con pertinencia cultural, pero también que esta sea de calidad.

Ganar la sentencia ha permitido trabajar en la concreción curricular propiamente para este distrito. Esto implica un currículo contextualizado a la comunidad, así como tener material educativo en tz’utujil para que maestros y estudiantes lo utilicen en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Solo falta la revisión y validación por parte de los comunitarios para que el Mineduc lo imprima.

El Mineduc y algunas organizaciones han provisto de material educativo en idioma tz'utujil a la escuela Escuela Rural Mixta cantón Patzilin Abaj, en Cerro de Oro. (Foto Prensa Libre: Oscar Vásquez)

“Pedagógicamente los estudiantes aprenden mejor cuando los temas o las áreas se contextualizan enfocando el idioma materno como primer nivel de aprendizaje”, señaló Morales Pacay.

En Cerro de Oro hay siete escuelas de preprimaria y primaria, tres institutos y un establecimiento para adultos. Son mil 400 estudiantes en todos los niveles. Acá la enseñanza es integral, se imparte en tz’utujil como primera lengua y como segunda el español. 

“En párvulos se enfocan más en el idioma materno, pues desde temprana edad se enseña a los niños a hablar correctamente el tz’utujil, en primer grado primaria ya se inicia con el español”, dice el supervisor de educación. 

Desde hace dos años Elizabeth Tziná es maestra de párvulos en la Escuela Rural Mixta cantón Patzilin Abaj. Este año tiene a su cargo a los estudiantes de cinco años, en su salón hay 19 inscritos.

“Los niños ya estaban olvidando su idioma materno y los maestros no debemos dejar que eso suceda, pero también necesitamos hablar en español, es un trabajo que debemos de balancear”, menciona Tziná.

Los libros de texto en tz'utujil que tienen las escuelas en Cerro de Oro no están contextualizados a la manera en que se habla en la aldea, según los docentes. (Foto Prensa Libre: Oscar Vásquez)

Retos hay muchos

Todas las escuelas en Cerro de Oro imparten clases en tz’utujil y adaptan los contenidos de matemáticas, ciencias naturales, sociales y demás materias al idioma materno. Pero no es lo mismo hablarlo que escribirlo, como sucede con el español, lo que representa un mayor reto para los docentes, según Juana Angélica Ajanel Choy, que imparte sexto primaria en la escuela central.  

Lograr que la educación sea bilingüe multicultural e intercultural en la aldea no ha sido sencillo, Ajanel Chicay recuerda que en los primeros años de la década del 2000 los padres de familia no aceptaban que se enseñara a sus hijos en la lengua local, únicamente en español. Esto ha cambiado, y tanto los docentes como los papás han comprendido la importancia de preservar el idioma, la historia, la indumentaria maya, las costumbres y la gastronomía local.  

Pese a ello, no se cuentan con textos adaptados a la necesidad de la comunidad. El Mineduc envía material didáctico unificado en idioma tz’utijil, que no es acorde a como se habla en Cerro de Oro.

“Tenemos que agenciarnos de nuestro propio material para dar las clases de acuerdo con el contexto de donde trabajamos. Vengo del municipio de Santiago Atitlán, que tiene un acento diferente al de Cerro de Oro, entonces, tengo que hablar como hablan los niños de acá”, menciona Ajanel Choy. 

Juana Rebeca Ixbalan coincide en ese punto. Ella es docente en la escuela cantón La Cumbre e indica que el tz’utujil que ella habla es distinto al que se utiliza en la aldea, pues el sonido de algunas palabras difiere y ha tenido que aprender de los estudiantes la pronunciación.   

Cerro de Oro es un poblado ubicado en la rivera del Lago de Atitlán, en Sololá. En un sitio tranquilo en donde la población lucha por preservar sus costumbres e idioma. (Foto Prensa Libre: Oscar Vásquez)

Por esa razón es que el acompañamiento de los maestros es vital para que los niños comprendan cada lección que se les presenta, pues cuándo los estudiantes no entienden lo que se habla en clase se confunden y pierden la motivación de aprender, según Juan Xitumul, director de la Escuela Rural Mixta cantón Patzilin Abaj. Él considera necesaria la creación de material educativo acoplado al idioma que hablan en Cerro de Oro.

Los docentes opinan que cuando a los niños en los primeros años de estudio se les habla en su lengua materna comprenden mejor, y así lo hacen. Es en primaria que introducen el español, pero si hay alguna confusión la explicación la dan en tz’utujil.  

Cada docente tiene que traducir el contenido del Currículo Nacional Base, y para ello han recibido talleres y capacitaciones. De acuerdo con el supervisor de Educación, todos los docentes en Cerro de Oro son bilingües y tienen la certificación de la Dirección Departamental de Educación de que pueden hablar, entender, escribir y escuchar el tz’utujil y el español.  

El paisaje de Cerro de Oro inspiró al francés Antoine de Saint-Exupéry a escribir el libro El Principito, (Foto Prensa Libre: Oscar Vásquez)

ESCRITO POR:

Ana Lucía Ola

Periodista de Prensa Libre especializada en temas comunitarios, con énfasis en Salud y Educación, con 17 años de experiencia. Reconocida con el Premio de Prensa Libre en categoría Reportaje, en 2019. Premio de la UPANA por Informar a la población guatemalteca sobre la realidad en nutrición y desnutrición en el país, en 2019. Diplomado El periodismo en la era digital como agente y líder de la transformación digital impartido por el Tecnológico de Monterrey.