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El calor vuelve “más agresivos” a los zancudos que transmiten el dengue

Los casos de dengue en el país son cinco veces más a los que el Ministerio de Salud reportó en el mismo período del 2023.

Victoria Micieli, director and scientist at the Center for Parasitological and Vector Studies (CEPAVE) of the national scientific research institute CONICET, classifies different species of mosquitoes at a laboratory in La Plata, Buenos Aires Province, Argentina, on March 26, 2024. Researchers at CONICET are studying the biology, genetic characteristics and behaviour of the Aedes aegypti mosquitoes, transmitter of dengue, zika and chikungunya, and creating biological control strategies as Argentina is facing a significant growing number of dengue cases. (Photo by Luis ROBAYO / AFP)

Las altas temperaturas contribuyen a acelerar el proceso de desarrollo del zancudo Aedes aegypti. (Foto Prensa Libre: AFP)

El dengue no da tregua, los casos en el país van en aumento y la cifra de infectados este año por el virus ya supera los 10 mil, según datos del Ministerio de Salud, y es Jutiapa el departamento que reporta la mayor cantidad -mil 209-.

Las altas temperaturas que predominan en el país juegan un papel crucial en este incremento, pues contribuyen a la proliferación del zancudo Aedes aegypti, que es el transmisor de la enfermedad.

Diego Armando Medina Arellano, médico veterinario y entomólogo, indica que en el ciclo normal del mosquito la hembra coloca sus huevecillos en depósitos de agua, y después de un tiempo, de estos emergen las larvas, que se transforman en pupas y luego en adultos.

El calor del ambiente lleva a que ese proceso se acelere. Al subir la temperatura las larvas o pupas que están a nivel del agua -en una llanta, recipiente o en cualquier otro objeto-, entran en una fase de "estrés" al evaporarse el agua. El insecto no se deja morir, sino que acelerará su metabolismo para empezar la fase de muda hasta convertirse en zancudo.

En ese proceso apresurado emergen hembras que no están totalmente desarrolladas, y para completar su crecimiento y poder reproducirse necesitan de la proteína de la sangre. De esa cuenta es que Medina Arellano explica que los zancudos que nacen bajo estas condiciones son ”más agresivos” al momento de alimentarse. Si pican a una persona con dengue, indudablemente propagarán la enfermedad.

Los huevecillos que no eclosionan pueden “aguantar” hasta un año en ese estado, capacidad que no tienen las pupas o larvas. Pero una lluvia repentina puede hacer que eclosionen y a los pocos días se conviertan en zancudos.

Entre las peculiaridades de las hembras Aedes aegypti que crecen de esta manera, además de la agresividad, destaca que son más pequeñas. A la especie le gusta estar alrededor de las casas y se ha adaptado al comportamiento humano, pues sus horarios para alimentarse son temprano por la mañana y en horas de la tarde, que según el entomólogo coinciden con la actividad de las personas en los hogares.  

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha señalado que el clima cálido y lluvioso que tiene presencia en países de América Latina y el Caribe, debido al fenómeno El Niño, suma al incremento desmedido de la enfermedad, pues es el ambiente propicio para la propagación de la especie.

Jarbas Barbosa, director de la OPS, advirtió la semana pasada en una conferencia de prensa que en el segundo semestre de cada año la transmisión de la enfermedad suele ser más alta.

De esa cuenta, el entomólogo refiere que este es el momento propicio para que el Ministerio de Salud “bombardee” a la población con campañas sobre eliminación de criaderos del zancudo, antes de que se asiente la temporada lluviosa.

Según la OPS, la aparición del zancudo se ha extendido a nuevas áreas geográficas, y entre otros factores, además del aumento de la temperatura, se menciona el rápido crecimiento poblacional y la urbanización no planificada, pues hay más viviendas precarias y con servicios de agua y saneamiento deficientes, condiciones que contribuyen al aumento de criaderos del mosquito.

Casos en Guatemala

Hasta el 16 de marzo, el Ministerio de Salud reporta 10 mil 170 casos de dengue en el país, cinco veces más de la cifra reportada en el 2023 para el mismo período, cuando se contabilizaron mil 667.

Los tres municipios con mayor incidencia de casos por cada 100 mil habitantes son Canilla, Quiché, con una tasa de 893.5; Cuilapa, Santa Rosa, con 729.9, y Jutiapa, con 658.1.

De total de casos, dos de cada 10 corresponden a dengue con signos de alarma, y Zacapa es el departamento que tiene la mayor cantidad. Mientras que ocho de cada 10 pacientes no presentan dichas señales.  

La mitad de la población que ha sido diagnosticada con dengue es menor de 15 años, con énfasis en niños entre los 5 y 9 años. En lo que respecta a género, hay un 5% más de mujeres infectadas.

Como toda enfermedad, con el dengue se reportan casos graves. Al 16 de marzo se contabilizan 19 pacientes que encajan en este cuadro, de los que fallecieron nueve.  

Cuatro serotipos

En Guatemala circulan los cuatro serotipos del dengue: DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4, por lo que una misma persona puede resultar contagiada hasta cuatro veces con la infección. Una combinación de dos o más cepas diferentes del virus hace que el cuerpo reaccione de forma violenta.

Del 2016 al 2021, en el informe del Ministerio de Salud se indica que el dominante fue el DENV-2, pero el año pasado ocupó ese lugar el DENV-3.

Guatemala se encuentra en una “zona de brote”, como refiere la cartera, y la notificación semanal es menor a los mil 500 casos.

Por otro lado, los mayores factores de riesgo para la propagación del Aedes aegypti que se han identificado es el almacenamiento de agua (62.2%) y la no disponibilidad del recurso (60.1%), lo que lleva a la población a almacenarla en recipientes para luego consumirla.  Las otras cusas son viviendas cerradas (37.5%), acumulación de chatarra (10.4%) y habitar cerca de cementerios (9.5%)

Repunte de casos

Cada cuatro o cinco años hay un repunte de casos de dengue, situación que se observa en países de la región. Este comportamiento ocurrió en 2010, cuando se contagiaron 17 mil 938 guatemaltecos, volvió a suceder en 2014 al contabilizarse 19 mil 863. Para el 2019 esa cifra llegó a 50 mil 886.

Sin embargo, el 2023 ha superado todos los años epidemiológicos, pues cerró con 72 mil 328 casos.

ESCRITO POR:

Ana Lucía Ola

Periodista de Prensa Libre especializada en temas comunitarios, con énfasis en Salud y Educación, con 17 años de experiencia. Reconocida con el Premio de Prensa Libre en categoría Reportaje, en 2019. Premio de la UPANA por Informar a la población guatemalteca sobre la realidad en nutrición y desnutrición en el país, en 2019. Diplomado El periodismo en la era digital como agente y líder de la transformación digital impartido por el Tecnológico de Monterrey.