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Coronavirus: educación pública tiene el desafío de recuperar clases por suspensión

Ante la suspensión de clases presenciales y el aislamiento de los estudiantes en sus hogares por el posible contagio del nuevo coronavirus, el uso de plataformas digitales que permiten la interacción docente-estudiante puede ayudar a continuar con el aprendizaje, en los establecimientos del sector público donde se utilizan guías de estudio y no hay ese intercambio, el reto es mayor.

Muchos niños, especialmente del sector educativo privado, reciben clases a través de plataformas virutales. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Muchos niños, especialmente del sector educativo privado, reciben clases a través de plataformas virutales. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

La suspensión de clases por el estado de calamidad debido al covid-19 llevó a establecimientos educativos a usar plataformas digitales para acercarse a sus estudiantes y continuar con el proceso de enseñanza-aprendizaje, María Ester Ortega, consultora y exviceministra de Calidad Educativa, habla de aspectos que los docentes deben tomar en cuenta al momento de impartir las clases virtuales y de cómo los estudiantes pueden aprovechar esa conexión para continuar con el aprendizaje en tiempos de coronavirus.

¿Cómo afectará el curso escolar esta suspensión de clases por el coronavirus, dado que son 21 días que los estudiantes estarán lejos de las aulas?

En la mayoría de los colegios privados que usan las plataformas digitales para continuar impartiendo clases, la suspensión afectará en forma mínima, especialmente en los casos en que los docentes se conectan en sus períodos de clase y se imparten a través de programas donde él está visible en la pantalla, explica y expone contenidos, y los alumnos comparten respuestas, hacen preguntas y virtualmente tienen los mismos o similares resultados que con las clases presenciales.

La diferencia se da en aquellos establecimientos, especialmente los del sector público, en donde se limitan a dar guías de estudio o trabajo, pero no hay interacción. En este caso, en primer lugar, ya se perdió aproximadamente 10 días para que estas guías estuvieran disponibles por parte del Mineduc y depende de la responsabilidad de los estudiantes y de sus padres, la cantidad de tiempo que le dedicarán para que su aprendizaje continúe. En los establecimientos privados con esta modalidad, se presenta el mismo desafío.

En aquellos establecimientos del área rural, el nivel primario y preprimario está probablemente alejado de la posibilidad de accesar a las guías que se han puesto a disposición y el proceso de aprendizaje se verá suspendido por este tiempo.

En este caso, mi sugerencia es que los docentes que no están impartiendo clases desde ningún medio, tomen este tiempo como vacaciones adelantadas y que el ciclo escolar de los establecimientos se prolongue durante el mes de noviembre, para suplir las actividades de enseñanza- aprendizaje que no se están practicando ahora. De hecho, el ciclo escolar puede cambiar en definitiva, comenzando en febrero y terminando en noviembre para que el estudiante pueda tener sus 180 días de clases efectivos, como mínimo.

Las plataformas digitales son el instrumento que muchos establecimientos educativos están utilizado para continuar con el proceso de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes. ¿Cómo se puede sacar el mayor provecho pedagógico a esta herramienta?

Para que los docentes puedan guiar o impartir clases adecuadamente a los estudiantes, a través de estas plataformas, es necesario que reciban capacitaciones y que los coordinadores o supervisores correspondientes revisen las grabaciones de las clases y corrijan errores o presten la ayuda cada docente necesite.

Lo mismo se aplica a los estudiantes, el docente debe estar pendiente de aquellos que aún no saben cómo “subir” o enviar un trabajo para presentarlo, o trabajar en grupos o responder pruebas en línea, para que el proceso no se vea afectado por la falta de conocimiento de las plataformas, en ambas partes.

A partir de esta práctica correcta, el límite es la creatividad de cada docente para que las clases sean el medio para que cada estudiante desarrolle las competencias planificadas y aproveche los recursos que presenta Internet, haciendo investigaciones, participando en foros, debates o chats de discusión que podrán continuar aun cuando las clases se reanuden.

Tanto estudiantes como profesores están en un proceso de adaptación a este modo de enseñanza a distancia, al que no estaban acostumbrados. ¿Qué aspectos se deben tomar en cuenta para que el poco tiempo que pasan conectados sea provechoso?

Los docentes deben tener previamente cargados los documentos que presentarán para discusión y análisis, de manera que no pierda tiempo en hacerlo cuando ya los estudiantes están conectados.

Preparar presentaciones para que las ideas principales se puedan leer y planificar actividades en las que se compartan los temas, mensajes (valores) que dejan las lecturas, se resuelvan problemas del área de Matemáticas o de Estudios Sociales, se presenten imágenes que aclaren dudas en Biología o Ciencias Naturales, y que faciliten el aprendizaje visual. También deberá dar oportunidad a la participación de los estudiantes, en igual forma como lo hace en las clases presenciales.

No hará exámenes en estas sesiones, sino los dejará en línea para que los estudiantes los contesten en su tiempo libre, con todos los elementos y las restricciones necesarias para que demuestre su conocimiento y dominio del tema en todos los niveles: literal, analítico, inferencial y crítico.

Dado que el estudiante no tiene una interacción directa con el maestro, que le da únicamente los lineamientos para continuar con el aprendizaje sin tutoría el resto del día. ¿Cómo lograr que el estudiante sea autodidacta, algo no se ha inculcado del todo en ellos?

En el caso que no se tenga un programa digital donde sí se da la interacción directa, las guías de estudio deben ser lo suficientemente precisas para presentar explicaciones que no se limiten a: “lea y conteste las preguntas”, por ejemplo. Las guías deben aclarar posibles dudas, llevar de actividades elementales a las más complejas, con las explicaciones necesarias para que puedan realizarlas sin problema. Además, deben presentar recursos para que puedan comunicarse con la o el docente y solicitar aclaraciones.

Una buena clase presencial o no, siempre da la oportunidad del autoaprendizaje, lo cual fomenta la responsabilidad y la toma de decisiones que es importante en el proceso educativo.

En este método a distancia, ¿basta con asignar a los estudiantes más tareas de las que se solían dejar cuando los cursos se impartían de manera presencial? ¿Cómo debería ser la asignación de tareas?

Si están recibiendo clases directas a través de las plataformas o desarrollando guías de estudio, no es necesario dejar tareas adicionales, con excepción de lecturas a las cuales se les debe asignar tiempo suficiente, ya que los estudiantes tienen derecho a un tiempo de descanso que dediquen a practicar deporte, hobbies, actividades familiares, etc.

¿Qué tan involucrados deben estar los padres en este proceso de enseñanza a distancia?

En el nivel preprimario, donde algunos establecimientos están trabajando a través de las plataformas digitales, los padres de familia son esenciales para prácticamente “dar las clases” a sus hijos e hijas.

En los primeros años de primaria los estudiantes necesitan la guía de los padres para conectarse y seguir las clases o para desarrollar las guías que les envían. Esto se va haciendo progresivamente innecesario conforme el estudiante adquiere confianza y conocimiento sobre la plataforma digital y puede hacerlo por sí mismo después de un tiempo, que varía de un estudiante a otro.

A partir de tercero o cuarto primaria en adelante, secundaria y nivel superior (universidad) los padres solo tienen que recordarles a sus hijos que deben conectarse y asegurar que están trabajando lo que corresponde.  Hay muchos alumnos muy independientes y responsables que no necesitan este recordatorio.

¿Podría mencionar algunos consejos para optimizar estas herramientas digitales en el proceso enseñanza-aprendizaje, en este momento de suspensión de clases?

Se sugiere ser puntuales al conectarse; recordar a los estudiantes (y a los padres de familia) el horario por medio de whatsapp o en correo personal; retroalimentar lo antes posible a los estudiantes en sus trabajos presentados, esto no solo asegura el aprendizaje sino motiva a los alumnos; dar seguimiento personal a los estudiantes que necesitan más tiempo o más explicaciones para completar sus trabajos, como lo haría presencialmente; mostrar una actitud sonriente y relajada, feliz de estar en contacto con sus estudiantes y sin mencionar la crisis, de manera que el tiempo de interacción sea agradable e invite a los estudiantes a seguir conectándose y cumpliendo con sus tareas.

¿Será suficiente el utilizar estas plataformas en línea para que los estudiantes logren las competencias y conocimientos que se logran con una atención presencial de los docentes? ¿Cómo se recuperarán las deficiencias pueda haber en este proceso?

Si el programa es de clases impartidas a través de la plataforma digital, no se notará la diferencia con una clase presencial, ni siquiera en la parte del aprendizaje en la convivencia social, porque permite el intercambio de ideas y el debate analítico.

En el caso de las guías, en donde el estudiante debe decidir a qué hora las va a trabajar y cómo, si estas guías están correctamente desarrolladas y el alumno sigue fielmente las instrucciones, el desarrollo de las competencias se dará sin problema. La única parte que se tendrá que fortalecer posteriormente es la práctica de valores a través de la convivencia social.

ESCRITO POR:

Ana Lucía Ola

Periodista de Prensa Libre especializada en temas comunitarios, con énfasis en Salud y Educación, con 17 años de experiencia. Reconocida con el Premio de Prensa Libre en categoría Reportaje, en 2019. Premio de la UPANA por Informar a la población guatemalteca sobre la realidad en nutrición y desnutrición en el país, en 2019. Diplomado El periodismo en la era digital como agente y líder de la transformación digital impartido por el Tecnológico de Monterrey.