El viernes último, Vian afirmó que Corado podría ser removido del templo que pastorea y que será citado al Tribunal Eclesiástico para que explique el asunto.
Además, tanto el párroco como el restaurador, Ramiro Irugaray, podrían tener en su contra una demanda penal que presentó el Ministerio de Cultura y Deportes ante el Ministerio Público, entidad que investiga si hubo delito en restauración de imagen.
Irugaray se ha defendido con el argumento de que en el 2001 practicó el mismo trabajo a la imagen y quedó blanca y no hubo ningún escándalo. Posteriormente sugirió a la hermandad que aplican pátina al Cristo Yacente para devolverle el tono moreno porque la feligresía “no se acostumbraría al cambio de color”.
Irungaray ha restaurado a Jesús Nazareno de La Justicia del templo de El Calvario; Jesús Nazareno de La Merced; y al Señor de Esquipulas, de la basílica de Chiquimula.
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“Esta es la gota que derramó el vaso”, dijo el devoto Emilio López, al hacer referencia a las arbitrariedades de la junta directiva de la hermandad.
El feligrés Antonio Arana informó que el Instituto de Antropología e Historia hará una revisión de los pasos procesionales que utilizan el Viernes Santo para establecer su estado y autenticidad.
En los últimos días Vian ha llamado a la felgresía para no escandalizarse por el caso; sin embargo, las manifestaciones de inconformidad no han cesado.
Con información de Juan Manuel Castillo.