Las acciones en el río Motagua y posibles cambios al acuerdo gubernativo sobre el manejo de aguas residuales son algunos de los temas abordados en esta charla.
¿Qué abordaje que se le está dando al tema hídrico en nuestro país desde el Ministerio de Ambiente?
Nosotros como Viceministerio del agua estamos conformando mesas técnicas a nivel de cuencas hidrográficas. Hay 38 cuencas en el país y actualmente tenemos 12. Esas mesas técnicas ya están trabajando de manera muy dinámica con sus comisiones, por ejemplo, comisiones de representación, de desechos sólidos, de agua y saneamiento y de riesgo. Se trabajan temas de reforestación, con el Instituto Nacional de Bosques (Inab), y se suman diferentes actores para trabajar en conjunto con el sector público y sector privado todos enfocados a un mismo objetivo.
¿En cuanto a la vigilancia de la calidad del agua, qué trabajo hacen?
En la Dirección de monitoreo y vigilancia del recurso hídrico actualmente estamos con el Acuerdo Gubernativo 236-2006 de descargas de aguas residuales, estamos haciendo revisiones para ver la manera de cómo mejorarlo porque ya tiene 17 años. Lo hacemos en conjunto con otras instituciones como el Ministerio de Salud, de Energía y Minas, Agricultura y diferentes cámaras. Estamos en un proceso en que nos mandan sus propuestas, nosotros la revisamos, entramos en una etapa de debate para al final llegar a un borrador del Reglamento y poder actualizarlo.
Asimismo, con las municipalidades, el año pasado hicimos un levantamiento de cuántas plantas de tratamiento de aguas residuales hay, cuántas operan y cuántas no, y revisamos cómo están en el tema de sus estudios técnicos de aguas residuales.
¿Qué es lo que se busca reformar del Acuerdo?
Buscamos fomentar las líneas de recarga hídrica y adaptación al cambio climático y en el tema de parámetros, hacerlos específicos para cada industria porque no es lo mismo tener aguas residuales de un municipio que de una industria de palma africana o de banano. Entonces quisiéramos tener un reglamento para cada ente generador y en función de eso exigirles. Un agua doméstica, por darle un ejemplo, representa una demanda bioquímica de oxígeno de 300 miligramos por litro, pero la de un proceso industrial de palma africana tiene representan una carga de 20 miligramos por litro.
Además, en los procesos agroindustriales, las aguas residuales, no necesariamente se tienen que descargar a una quebrada o a un río, sino que pueden ser aprovechadas para hacer un riego o fertirriego y aprovechar los nutrientes para utilizarlos como abono para sus propios cultivos. También pueden aprovechar los subproductos de las aguas residuales uno de ellos el biogás. Es parte de lo que queremos reformar, no solo poner sanciones, sino también incentivos a quienes realicen ese tipo de prácticas.
¿El artículo que habla de la obligación de construir plantas de tratamiento no se piensa modificar?
Al momento existir una reforma, también las municipalidades que cumplan con tener de sus sistemas de tratamiento y tratar el total de sus descargas, pues se podría dar algún tipo de reconocimiento o beneficio, como la exoneración del pago de la licencia ambiental por algún proyecto cuando al invertir estratégicamente en plantas.
¿Según el inventario, cuál es el déficit de plantas de tratamiento en el país?
Tiene el total del inventario de descargas de aguas residuales, que son más de cinco mil solo municipales se está tratando actualmente solo cerca de 30%, o sea, el 70% se está yendo sin ningún tratamiento. Una descarga es una tubería municipal que descarga sus aguas residuales que lanza sus aguas, tratadas o no, hacia un cuerpo de agua.
¿Cómo están las grandes ciudades en este tema?
En la ciudad de Guatemala lamentablemente son muy pocas las plantas de tratamiento que existen, alrededor de seis, las cuales pues no tratan ni siquiera el 30% del total del caudal que se genera. Nosotros, con el tema del río Motagua que es una cuenca muy importante, estamos realizando un trabajo con acompañamiento del Banco Interamericano de Desarrollo, en el cual se están gestionando fondos para construir una planta de tratamiento a nivel metropolitano en la zona norte, que es de donde van todas las aguas residuales al río Las Vacas. El caudal que se tiene que tratar ahí son alrededor de 37 millones de metros cúbicos al año. Y para ello se requiere una inversión de alrededor de US$116 millones. Estamos haciendo la gestión para hacer el perfil del proyecto. Será con fondos del Gobierno, por lo tanto, será el Congreso el que se encargue de autorizar ese presupuesto.
¿En cuánto tiempo podría estar ya funcionando?
En seis años, y después pasaría la planta a ser operada por parte de la municipalidad. Por lo tanto, nos están pidiendo los avales también para que la municipalidad se comprometa a que, cuando se le entregue, ellos le den mantenimiento.
¿Esa es la única planta de esas dimensiones o podría haber más?
De momento, el Motagua es el priorizado, pero no se descarta de que haya más como en el río Samalá que abarca Quetzaltenango, Totonicapán y Retalhuleu, que esa cuenca se ha visto afectada también por el tema de aguas residuales. Tenemos 12 cuencas en las que trabajamos, pero la del Motagua es la que tienen mayor relevancia por compartirla con Honduras.
Hablando del río Motagua ¿Qué acciones inmediatas se han tomado y cómo está la relación con Honduras?
Tuvimos una reunión bilateral en junio. Nosotros les expusimos cuáles son las acciones inmediatas que hemos realizado por ejemplo las bardas. Hemos logrado captar y evitar que lleguen al mar Caribe más de mil 300 toneladas de desechos. Asimismo, hemos realizado campañas de socialización del Acuerdo 164-2021, que es el de desechos sólidos, en donde cerca de las 96 municipalidades que conforman la cuenca del río Motagua, cerca de 80 de ellas ya cuenta con su plan de manejo para residuos y desechos sólidos comunes.
Cuando algún municipio quiere construir una planta de tratamiento nosotros, como Ministerio de Ambiente, les damos acompañamiento, les damos recomendaciones en cuanto a tecnología.
¿Qué tal ha estado la receptividad de los sectores hondureños?
Tuvimos muy buena aceptación por parte de ellos y ellos, de hecho, quieren replicar lo que estamos haciendo nosotros. Ellos han visto que en la Bahía de Omoa por estas fechas estaba repleto de basura, desechos plásticos. La semana pasada, el alcalde de Puerto Barrios habló con el alcalde de Omoa y este le dijo que las playas están limpias y han visto la diferencia.
Recientemente se amplió la entrada en vigor del Reglamento para el manejo de residuos sólidos. El de aguas residuales se amplió hasta 2025 ¿Confía usted en que estas serán las últimas prórrogas?
Yo diría que no —será necesario ampliarlos más—, sin embargo, una cosa es la percepción que tenemos acá en el Ministerio y otra es la autonomía municipal entonces. Pero se les hace ver que, en caso de no cumplir, pueden incluir sanciones o procedimientos administrativos. Entonces creo que es los alcaldes que se reeligieron están anuentes a realizar este tipo de inversiones.
¿Cuántas plantas de tratamiento se han construido y cuántas se necesitan?
Son alrededor de 600 a 680 las plantas de tratamiento operan a nivel nacional y se requieren este más de dos mil, aunque no necesariamente tendría que ser así porque pueden unirse varias descargas que es la mejor opción tener una sola planta grande que tener el montón de miniplantas, es más eficiente operar una planta que operar 100 o más.