El libro intenta hacer un ejercicio de cuantificación relacionado con el aporte económico de la Semana Mayor, un “fenómeno económico-cultural”, como lo describen sus autores, que deja 165 veces más beneficios que el costo que implica la conmemoración. En un país donde la cultura contribuye al menos con 7.26% de todo lo producido.
El valor socioeconómico de la Semana Santa en la Antigua Guatemala calcula los ingresos de las hermandades en esa ciudad, cuánto representa en cifras el trabajo de artesanos y músicos y el costo de las vestimentas de los cucuruchos, entre otros datos curiosos.
Antigua Guatemala es poseedora de un enorme caudal histórico que “se remonta a su fundación, en el siglo XVI, y que alcanza su máximo desarrollo y esplendor durante el siglo XVII, cuando era la capital del Reino de Guatemala”, señala el estudio citado.
La primera procesión de la época colonial tuvo lugar el 10 de marzo de 1543. A finales del siglo XVI destacó el cortejo del Cristo Morto de Santo Domingo. Una centuria después sobresalieron las procesiones de Jesús Nazareno de la Merced, de Candelaria y San Francisco.
El Grupo Satélite, autor del ensayo, tomó en el 2011 una muestra estratificada por áreas de mil 500 personas. La metodología consistió en la aplicación de encuestas y entrevistas a residentes, turistas, dueños de hoteles y restaurantes, vendedores formales e informales y hermandades
Las hermandades, así como todos sus proveedores y colaboradores, encabezan la lista de “agentes productores” de la Semana Santa; luego están las instituciones públicas como la Municipalidad y los elaboradores espontáneos de alfombras, huertos y todo tipo de tradiciones.
Aportes
El análisis, que parte de la estructura del gasto de las hermandades, cuantifica el aporte de los miembros en Q186 mil. Los ingresos por actividades culturales son de 168 mil, los patrocinadores aportan Q187 mil y la comuna, 81 mil 900. Pero el grueso de los beneficios, el 66 por ciento, está integrado por la venta de turnos, que en el 2011 alcanzó Q1 millón 224 mil 220.
Existe también un amplia gama de actividades de las que dependen las hermandades, como el diseño, las artes gráficas, floristería, confección de túnicas, carpintería y contratación de bandas musicales, que en conjunto suman el “producto” cultural que se ofrece en las actividades de iglesias y conventos.
Según las estadísticas procesadas por los autores del libro, el 40 por ciento de los 450 mil visitantes que recibe Antigua Guatemala durante esa semana asiste a observar las actividades religiosas. Otros prefieren las culturales, la visita a exposiciones, fincas turísticas y mercados de artesanías, entre otros eventos.
El total de lo percibido en la Semana Mayor del 2011 fue de Q672 millones 712 mil 608.
Los investigadores cuantificaron los gastos directos en Q4 millones 55 mil 940. En este rubro clasificaron los gastos efectuados por las hermandades, la elaboración de alfombras y los de administración de la Municipalidad y seguridad pública.
Los desembolsos hechos por el público, los visitantes y los residentes de Antigua Guatemala fueron contabilizados como parte del efecto indirecto, que alcanzó los Q252 millones 303 mil 948.
El gasto inducido, es decir los ingresos de quienes vendieron bienes y servicios, fue de Q416 millones 352 mil 719.
“Una de las propuestas era realizar este estudio cada cinco años, para tener datos fidedignos y que no se realizara durante toda la Cuaresma, pero por falta de fondos no pudo repetirse”, informó Luisa Fernanda González, una de las autoras del estudio.
Cuenta satélite
¿Cómo pueden calcularse los ingresos que deja la cultura al país?
La cuenta satélite de cultura, que forma parte del sistema de cuentas nacionales que tiene el Banco de Guatemala, es donde se podría cuantificar cuánto ingresa de dinero por distintas fuentes al país, explica el viceministro de Cultura, Max Araujo.
Si el país contara con este indicador, medir este tipo de ingresos, como el que se obtiene en la Semana Mayor en Antigua Guatemala, sería más fácil.
En Guatemala nunca se ha cuantificado lo que la cultura aporta al producto interno bruto del país”, aunque es un proyecto en el que se trabaja desde hace tres años, comentó Araujo.