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Día Internacional de los Pueblos Indígenas: los idiomas siguen siendo vulnerables

Persiste el racismo y la discriminación, que afectan la pervivencia no solo de los idiomas indígenas sino incluso la misma vida y de los pueblos indígenas, afirma experto.

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El racismo y la discriminación continúan afectando a los pueblos indígenas. Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL

El racismo y la discriminación continúan afectando a los pueblos indígenas. Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL

Los idiomas amerindios se encuentran, en mayor o menor grado, en condición vulnerable debido a la prevalencia de la condición colonial que trae consigo, de un lado, la aplastante hegemonía del castellano y, de otro, la persistencia del racismo y la discriminación, que afectan la pervivencia no solo de los idiomas indígenas sino incluso la misma vida y continuidad de los pueblos indígenas, afirma Luis Enrique López Hurtado, sociolingüísta y educador peruano, investigador independiente.

Debido a que uno de los datos del censo de 2018 refleja una disminución de los hablantes del idioma kaqchikel, se consultó a Rolando Pichiyá, presidente en funciones del la comunidad lingüística kaqchikel y concuerda con López. Pichiyá dice que históricamente los mayahablantes del idioma kaqchikel, han sufrido de discriminación por hablar su lengua materna porque se considera como un atraso para insertarse a la sociedad, y es una de las razones la que los padres de familia, ya no enseñan el idioma materno a sus hijos, por ende la niñez y juventud desde ya hace algunas décadas ya no utilizan su idioma materno. Los padres jóvenes por consiguiente, ya no impulsan el uso del idioma kaqchikel desde el hogar.

La educación no impulsa el uso del idioma nativo

De los más de 550 idiomas diferentes hablados en América Latina, al menos un 35% estaría en serio riesgo de silenciamiento, indica López. Desafortunadamente, este capital social y cultural con el que llegan los niños y niñas a la escuela, se pierde gradualmente por el énfasis que la escuela le da al español y la poca atención que se les presta a los idiomas indígenas, incluso en las escuelas bilingües.

Respecto al sistema educativo, Pichiyá comenta que el proceso de castellanización es muy fuerte, ya que se cuenta con poco tiempo o casi nada para el fomento del idioma maya kaqchikel. Los materiales educativos son muy escasos en este idioma, que es el cuarto más hablado en Guatemala, según datos del censo 2018.

El eventual silenciamiento de estos idomas constituiría una terrible pérdida para la humanidad pues con ellos se iría una gran parte del conocimiento que las sociedades indígenas han logrado construir a los largo de miles de años de interacción con su entorno natural y social, desde una perspectiva de vida diferente a la nuestra: ellos sí se sienten parte de la naturaleza y la respetan y su ética, organización y práctica de vida, contribuyen a la sostenibilidad de los seres humanos y también a la de los otros seres de nuestro mundo natural, afirma López.

Aunque sea todavía insuficiente, donde más se ha hecho es en la educación, dice el sociolingüísta, pero desafortunadamente desde una visión compensatoria y temporal donde al final prima la visión en español.

La tecnología ¿a favor o en contra?

La tecnología puede o no jugar un papel importante en el mantenimiento y desarrollo de los idiomas indígenas, pero en la práctica, sobre todo de las juventudes indígenas, permite afirmar que cada vez más las lenguas indígenas ganan espacios, por ejemplo, en el Internet y en las redes sociales, indica López. No obstante, afirma, queda aun muchísimo por hacer para que los idiomas indígenas gocen de mayor visibilidad y uso en el mundo virtual.

Jóvenes indígenas interactúan y se comunican por Facebook, WhatsApp, Instagram y por otras redes en las que expresan sus sentimientos, opiniones, ideas, puntos de vista, y lo hacen unas veces en el idioma propio y otras en español, por su condición de sujetos bilingües. Hay incluso los más militantes que se solo postean mensajes en un idioma indígena, para autoafirmarse en su condición de indígenas, aun cuando es obvio que también podrían hacerlo en español, indica López.

Preservación de los idiomas

Existen algunas iniciativas en Guatemala para el fomento de los idiomas. En el coleccionable Tesoro Lingüístico que publicó Prensa Libre en 2019 se mencionan entre las iniciativas: la Ley de Idiomas Nacionales que se decretó en 2003, la Academia de Lenguas Mayas de Guatemala, la Asociación de Centros Educativos Mayas (ACEM) y la Organización negra guatemalteca (Onegua).

Aunque se ha avanzando en la legislación, las leyes pocas veces se aplican y menos se cumplen, dice López al respecto.

Pichiyá indica que la Comunidad Lingüística Kaqchikel de la Academia de las Lenguas Mayas de Guatemala, impulsa diversos programas, dentro de los que se encuentran los centros de aprendizaje del idioma kaqchikel, también desarrollan diplomados para dotar de metodología bilingüe a docentes en servicio en coordinación con el Ministerio de Educación, para que la educación se dé desde el contexto de la niñez, forman a servidores públicos sobre derechos lingüísticos y culturales y a mujeres sobre derechos lingüísticos y transmisión del idioma maya y desde las redes sociales impulsan material audiovisual para fortalecer el idioma maya kaqchikel.

“Los Estados tienen la responsabilidad no solo de velar por la defensa de los idiomas indígenas, sino y sobre todo de promover y garantizar su continuidad. No olvidemos que se trata de los medios de significación, construcción de conocimiento, expresión y comunicación de las sociedades que conformaron las primeras naciones de estas tierras, naciones que anteceden en siglos a la constitución de los actuales Estados nacionales. (…) Estamos ante derechos universalmente reconocidos, su violación compromete la vida en paz y en democracia. Entonces, estamos ante un asunto de naturaleza política que debe ser atendido con prontitud”. Luis Enrique López, sociolingüísta y educador.

Los datos del censo

En Guatemala se hablan 22 idiomas mayas, más el xinca y el garífuna.  En términos generales, el número de hablantes de idiomas mayas en Guatemala se incrementa según los datos del Censo de 2018 respecto a los de 2002, sin embargo en proporción a la población total se reduce en un uno por ciento.

Al respecto, dice Pichiya que desde la realización del censo, las preguntas no son concretas, para que el mayahablante se pueda identificar con su lengua y cultura. Por lo tanto puede ser que haya habido sesgo.

Según el cuadro comparativo, el cuarto idioma maya más hablado en Guatemala es el kaqchikel, sin embargo se redujo en un 8 por ciento, que son 33 mil 865 hablantes menos.

Pero el idioma con menos hablantes, el itza’ redujo sus hablantes de mil 94 a 406. En otras palabras, de diez personas que lo hablaban en 2002, solo cuatro continúan usándolo, según datos del censo 2018.  Este idioma se habla en el departamento de Petén, en San Andrés, San Benito y San José.

En menor cantidad de hablantes le sigue el mopan, que también redujo sus hablantes de 2 mil 455 a 2 mil 11. Otros idiomas que han disminuido sus hablantes según los datos del censo son: sipakapense en un 27 por ciento, garífuna en un 20 por ciento, sakapulteko en un 6 por ciento.  Entre los que han perdido menos del 5% de hablantes están poqomam, popti’ y chuj.

Respecto a los idiomas mayas que incrementaron sus hablantes significativamente están el q’eqchi’, que en el censo de 2002 registraba 716 mil 101 hablantes y en 2018 reporta 1 millón 127 mil 387 hablantes.

El idioma tektiteko también incrementó en 163 por ciento sus hablantes, de mil 144 subieron a tres mil 9.  Otro idioma que creció proporcionalmente en más del cien por ciento es la comunidad de hablantes xinka, antes eran mil 283 y ahora son dos mil 755. Sin embargo, se continúa considerando un idioma en peligro de extinción.

De igual manera se incrementaron en un 50 por ciento o más los hablantes de los idiomas akateko y achi’.

A continuación se muestra el cuadro comparativo de hablantes por idioma maya, tomado de los censos de 2002 y 2018.  En 2002 la población total era de 10 millones 283 mil 387 y en 2018 se indica que es de 13 millones 552 mil 901.  De estos 7 millones 80 mil eran hablantes de español en 2002 y en 2018 el número llega a 9 millones 488 mil 838; en relación a la población crece el uso del idioma español en un uno por ciento.

En negrillas se marcan los idiomas que tuvieron una reducción en el número de hablantes reportado.

 Idioma  Censo 2002  Censo 2018
 Q’eqchi’           716,101           1,127,387
 K’iche’           890,596           1,054,818
 Mam           477,717               590,641
 Kaqchikel            444,954               411,089
 Q’anjob’al           139,830               166,261
 Poqomchi’             92,941               133,074
 Achi’             82,640               124,338
 Ixil             83,574               114,997
 Tz’utujil             63,237                 72,436
 Chuj             59,048                 58,592
 Akateka             35,763                 55,290
 Jakalteko /Popti’              34,038                 32,568
 Chalchiteko  No figura en el censo                 21,550
 Ch’orti’             11,734                 16,663
 Poqomam              11,273                 10,787
 Awakateko               9,613                 10,145
 Sakapulteko               6,973                   6,528
 Uspanteko               3,971                   5,125
 Sipakapense                5,687                   4,155
 Tektiteko               1,144                   3,009
 Garífuna                3,564                   2,856
 Xinka               1,283                   2,755
 Mopan                2,455                   2,011
 Itza’                1,094                       406