Personas no videntes, con deficiencias auditivas o físicas se unieron a la manifestación, demandando la asistencia de servicios públicos de educación y salud especial.
Además, exigen que los sectores públicos y privados abran sus puertas y den oportunidades de empleo, ya que solo el 2 por ciento de ellos poseen un puesto remunerado.
Según estadísticas del Consejo Nacional de la Discapacidad (Conadi), 1.2 millones de guatemaltecos poseen alguna discapacidad con el agravante de que no tienen acceso a la educación y salud.
Un 52 por ciento de esa población no sabe leer, solo el 10 por ciento ha podido cursar la primaria y el 6 por ciento la secundaria.
Un 77 por ciento de discapacitados no posee atención para su rehabilitación y los aportes anuales del Estado para estos programas son insuficientes.