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Edwin Asturias: “No se deben cometer el mismo error de no estar listos para comprar más vacunas”

El proceso de vacunación, la letalidad de la tercera ola y las vacunas Sputnik V son algunos de los temas de los cuales habla Edwin Asturias epidemiólogo y pediatra de la Universidad de Colorado.

La vacunación se ha acelerado en los últimos meses principalmente por las donaciones, afirma el epidemiólogo y pediatra Edwin Asturias. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila)

La vacunación se ha acelerado en los últimos meses principalmente por las donaciones, afirma el epidemiólogo y pediatra Edwin Asturias. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila)

El extitular de la Comisión Presidencial de Atención a la Emergencia Covid-19 (Coprecovid), Edwin Asturias conversó con Prensa Libre sobre distintos aspectos del desarrollo de la pandemia en Guatemala y expuso que el país no debe cometer los mismos errores que derivaron en una enorme dificultad para el país de comprar vacunas.

Asturias prevé que se necesitarán millones de vacunas adicionales para refuerzos de adultos y para niños, si se piensa regresar a las aulas el próximo año, pero dice que las negociaciones para comprarlas deben comenzar cuanto antes.

¿Cómo ve el desarrollo de la pandemia, cree que esta ola ya está comenzando a ceder?

Los datos epidemiológicos dicen que parece que ya está cediendo. También hay que ser cautelosos porque ha disminuido el número de pruebas y eso puede darnos una falta sensación de que hay menos casos. Ahí es importante ver el índice de positividad y si este sigue por arriba del 15% es un nivel muy alto para cualquier municipio y si sigue en 20%, la transmisión aún es sustancial a nivel comunitario. Pareciera que, como lo ha dicho el Ministerio de Salud, si existen menos admisiones a los hospitales pareciera que esta ola comienza a ceder y si se va a quedar como una ola de combustión lenta o alta va a depender bastante de la cantidad de personas vacunadas que se alcance.

La tercera ola fue más dramática y llegó a ser el triple de la ola que tuvimos en julio del 2020. Fue provocada por una disminución de las medidas preventivas, pero también la variante delta que es altamente infecciosa.

¿Cómo ve el panorama en el corto y mediano plazo y qué debe hacerse para pensar en un 2022 mejor que este año?

Va a haber una disminución de esta ola porque se han acortado las personas susceptibles —a enfermarse—, es decir que, con una ola tan fuerte el virus termina infectando a muchísimas personas que, si sobreviven a la infección, se convierten en personas protegidas por meses y eso hace que haya menos contagios. Luego, los guatemaltecos se dieron cuenta de que se infectaron muchos familiares, amigos y gente cercana y las medidas de prevención personal volvieron a ser retomadas.

La clave para que la curva se aplane hasta poder tener algún tipo de reactivación con precaución, se va a lograr solo si la vacunación alcanza arriba del 70%. Si lo que estamos tratando de lograr es que el 2022 inicia con la reapertura del ciclo escolar, aunque sea desde una posición híbrida, se tiene que tratar de vacunar a la mayoría de la población adulta.

¿Qué análisis hace del proceso de vacunación en el país?

Hay varios retos claros. En primer lugar, hay una inequidad en la cobertura de la vacunación entre grandes centros urbanos y áreas rurales, sabemos que todos los departamentos y municipios principalmente indígenas tienen bajos niveles de vacunación y no siempre es porque hay un rechazo, sino por la información, disponibilidad y acceso no es el mismo que en las áreas urbanas. Segundo, preocupa que hay un estancamiento en la vacunación de mayores de 50 años y debemos lograr que las personas que son vulnerables alcance el 70% de ellos con el esquema completo. Hemos adicionado el resto de la población por debajo de los 50 años que es importante porque transmite el virus y está activamente en el trabajo. A partir de la entrada de la variante delta, una sola dosis no es suficiente para contener una epidemia, tenemos que alcanzar el esquema completo.

Se están abriendo los segmentos a vacunar. Guatemala va a necesitar muchas vacunas, pero seguimos con vacunas donadas ¿Por qué ha sido tan difícil hacerse de vacunas?

Recordemos los problemas que hubo al inicio en el Ejecutivo como en el Legislativo. A pesar de que dejamos establecido el camino, este tuvo retrasos graves. Pero los problemas se han ido solventando, a Dios gracias, con donaciones, ahora lo que debe haber es un balance, recordemos que esas donaciones tienen un tiempo de expiración y lo peor que le puede pasar al país es desperdiciar vacunas y como está costando llegar a poblaciones tanto de adultos como rurales, tienen que tratar de hacer llegar esa vacunación con otras personas, y en tiendo que parte de esa expansión a jóvenes de 12 a 17 años tiene que ver con eso y no solo con la necesidad de protegerlos.

Si recuerdo bien, uno de los lotes donados por Estados Unidos vence en noviembre y otro en diciembre, entonces deben agotarse las vacunas lo antes posible y recordemos que Moderna tiene la dificultad que tiene que ser almacenada a menos de 20 grados centígrados, o sea, no es fácil llevarla a las áreas rurales.

¿Cuál era ese camino que, dice, habían dejado?

El camino lo dejó la Coprecovid anticipando la cantidad de vacunas que iban a ser necesarias, sabíamos que solo al 20% de la población sería cubierta por Covax y que necesitaríamos traer el otro 80% en contratos, para que eso ocurriera había que hacer varias cosas: firmar los acuerdos que cambiaban la legislación que le permitiera a Salud hacer compras internacionales directas, que hubiera un presupuesto alto y la legislación que permitía la indemnización o falta de litigio o de demanda a las compañías farmacéuticas, si eso se hubiera hecho en las primeras semanas de enero, Guatemala no hubiera tenido tantos problemas con la compra de vacunas.

¿Al ritmo actual de vacunación cómo ve el avance del proceso para el próximo año?

Es importante que en la discusión del presupuesto 2022 se deje asegurada una buena cantidad de dinero, yo lo anticipé en un mensaje donde calculaba que el Ministerio de Salud necesitaría otros Q1 mil 500 millones. Si queremos regresar a las escuelas, y sí hay datos que confirman que la vacuna previene el contagio, vamos a tener que inmunizar a todos los escolares y son cinco millones. Es importante que ya estén comenzando a ver esos contratos porque es una vacuna distinta a la de los adultos. Es conlleva que, para realizar esos contratos que no cometamos el mismo error de no estar listos y estar negociando desde ya los contratos con las productoras.

Las vacunas Sputnik V se pagaron por anticipado y ni así terminan de completarse. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila)

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¿Lo ve con optimismo?

Uno nunca debe perder el optimismo, pero este debe estar acompañado de acciones. Los países que siguen preparándose y siguen teniendo a sus líderes con un compromiso claro de prevenir la pandemia, van a estar en una posición muy ventajosa, no solo en cuanto a la reactivación económica, sino también social. Países como Israel y Reino Unido nos muestran que si se vacuna correctamente usted puede comenzar a relajar medidas y seguir el proceso de reactivación hacia una vida relativamente normal, pero eso requiere preparación y anticipación y si no se incluyen los aspectos de los que hablaba en el presupuesto 2022 va a ser un error garrafal que tendrá que corregirse el año entrante.

Hablando de la vacuna Sputnik V ¿Qué análisis hace a la luz de que no ha sido aprobada por al OMS y por varios países?

El laboratorio Gamaleya es un buen laboratorio. Los estudios que tenemos conocimiento nos dicen que es una vacuna que tiene eficacia y que parece ser segura. Ellos —el laboratorio Gamaleya— sometieron la vacuna para la aprobación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero lamentablemente tuvieron un fallo en uno de los laboratorios donde la inspección encontró deficiencias, pero eso no significa que la vacuna sea mal producida. Países como EE. UU., no es que la prohíban, sino que ellos dicen es que solo pueden garantizar que está vacunado con vacunas que ellos han certificado, es decir, no pueden extender un certificado de algo que no conocen perfectamente.

¿Pero no hay razón para desconfiar de esta vacuna?

No. Hasta ahora, pareciera tener la eficacia que necesitamos y pareciera también tener la seguridad. Como científicos quisiéramos tener muchos más datos y que la Sputnik V fuera estudiada por otros países, pero tenemos lo que tenemos y lo que vemos, hasta ahora, es que no hay una preocupación muy grande.

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¿Qué pasó con el semáforo, funcionó? ¿Por qué se produjeron tantos contagios en esta tercera ola?

El semáforo funcionó perfectamente porque decía cómo estaba la epidemia, comenzó a anticipar desde marzo y a poner los municipios en rojo, nos alertó. En esta nueva etapa hay un indicador que debemos agregarle, el de la vacunación. Hoy por hoy no debiéramos dejar que un municipio se mueva a verde sin que tengan a un porcentaje de su población ya vacunada porque esto estimularía a los municipios a que logren sus niveles de vacunación para pasar a verde.

La tercera ola de contagios dejó miles de muertos en Guatemala. (Foto Prensa Libre: EFE)

¿Y los protocolos, se cumplieron y si fue así por qué tantos contagios?

El error más grande fue no seguir enforzando los protocolos. El tablero de alertas indicaba cómo se debía manejar los aforos qué prohibiciones había en diferentes colores del semáforo y si hubiéramos reforzado y mantenido a la población educada y hubiera habido un mensaje constante al respecto, y que el mismo Gobierno hubiera cumplido con este mensaje, hubiéramos visto una ola que no se hubiera alzado con la severidad que vimos, pero eso lamentablemente no se cumplió. Pudimos ver que ya no importaba si un lugar estaba en rojo, naranja o amarillo, parecía que todo el mundo hacía lo que le parecía correcto y comenzamos a ver fiestas, reuniones, gente sin mascarilla y así era imposible que el virus no se transmitiera.

¿Hizo falta una autoridad que hiciera cumplir estos protocolos, entonces?

Claro, y a veces le echamos la culpa a la población, pero no es la población, pero lo que falto aquí fue el reforzamiento de todos los niveles tanto, de empresas, centros de trabajo, como del mismo Gobierno que no cumplían… los diputados se reunían en grandes cantidades y cuando no hay un ejemplo de los lideres es imposible que el resto piense que debe seguir con las protecciones que se le indican.

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¿Qué le recomendaría ministro Francisco Coma que hace poco asumió el cargo?

Que tiene que rodearse de gente técnica muy buena que le ayude realmente a tomar decisiones y a anticipar las cosas que necesitamos en el futuro. Necesita abogar por el personal de Salud y por un presupuesto para el Ministerio mucho más fuerte y rehacer el sistema de atención primaria y recordemos que en otros países estamos viendo los efectos después de la pandemia en EE. UU. hay una enorme epidemia de salud mental y vemos un alto nivel de personas con ideas suicidas, entonces los efectos postpandemia deben considerarse.

¿Y qué evaluación hace del trabajo de la exministra Amelia Flores?

Que le tocó navegar en un sistema de Salud descalabrado desde hace décadas al mismo tiempo que sin una congruencia dentro del mismo gobierno de lo que debía hacerse en la pandemia. Yo sé que la ministra abogó muchísimas veces por poner restricciones fuertes y no siempre recibió el beneplácito de tomar eso en cuenta para disminuir los contagios. Muy pocas personas hubieran tomado el timonel de un barco que no estaba listo para navegar y que, aún cuando quería navegar había fuerzas externas que estaban haciéndolo hundir.

Asturias opina que los protocolos del sistema de alertas no se respetaron lo que hizo que la tercera ola de contagios fuera más violenta.  (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

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