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“El cáncer va a aumentar, esa epidemia no nos lo vamos a quitar”: La edad es un factor de riesgo para la enfermedad

Guatemala no tiene datos exactos de cuanta población padece cáncer, sin embargo, los casos van al alza.

Los casos de cáncer se incrementan en los países de Latinoamérica, entre ellos, Guatemala. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Los casos de cáncer se incrementan en los países de Latinoamérica, entre ellos, Guatemala. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Aunque la gente cambie su estilo de vida para prevenirlo, el cáncer es una enfermedad cuya presencia en Latinoamérica irá en aumento. A este argumento llegó el epidemiólogo Joaquín Barnoya, miembro de Guatemala Saludable y de Integra Cancer Institute, que fue parte del equipo de 60 especialistas y de sociedad civil que desarrolló el primer Código Latinoamericano y del Caribe contra el Cáncer, que llevó dos años de elaboración y se lanzó en octubre último.

Un panorama basado en que el principal factor de riesgo es la edad, y en la región la esperanza de vida va en aumento, al punto que para el 2040 la enfermedad incrementaría en un 64%.

Guatemala carece de datos estadísticos acerca de cuánta población tiene cáncer para, con evidencia, dar recomendaciones de cómo abordar la enfermedad desde el sistema de salud, tanto público como privado, refiere Barnoya. Los datos más cercanos son los que presenta el Observatorio Mundial de Cáncer, con una estimación para el 2020 de casi 15 mil casos nuevos.

Entre mujeres es el cáncer de mama el que ocupa el primer puesto, seguido por el de cérvix e hígado. Mientras que entre la población masculina los que más afectan son próstata, hígado y estómago.

¿Cuán importante es que los países tengan un control específico de casos de cáncer? 

 

Este código hace un énfasis en la necesidad de recolectar la mortalidad y los casos de cáncer nuevos a nivel poblacional, porque los pocos datos que hay son a nivel hospitalario. Debería ser un llamado al Ministerio de Salud de que ponga en marcha un registro poblacional de cáncer, ya hubo una iniciativa de ley para establecerlo, pero desafortunadamente no se le dio seguimiento.

La atención a los pacientes con cáncer en países como Guatemala es limitada, ¿cómo ampliar la cobertura de diagnóstico y de tratamiento?

En el código hay 17 recomendaciones a nivel individual -dejar de fumar, mantener un peso saludable, no exponerse a la luz solar en exceso, entre otros-, y 17 recomendaciones a nivel de política pública, ya que hay acciones que para la persona es difíciles hacerlas, pero al volverlas una política pública se hace más sencillo cambiar la conducta.

Por ejemplo, en el Congreso de la República está la iniciativa 5504, ley de promoción de alimentación saludable, que incluye colocar una etiqueta a las comidas ultraprocesadas, altas en grasas, azúcar y sodio. La política ya se implementó en México, Chile, Argentina y ha disminuido el consumo de estos alimentos, pero en el país está entrampada desde 2018. También está la 5461, ley de control del tabaco y sus derivados, que incluye poner etiquetas de advertencia a los cigarros, subir del impuesto al tabaco. Son políticas públicas de control de cáncer directamente.

Por otro lado, desde el punto de servicios de salud aseguramos que hay pruebas de tamizaje. Pero no solo se trata de hacer el examen, pues de nada sirve si no se da seguimiento. Ese es uno de los problemas en Guatemala.

Hay que establecer guías claras de a quién hacerle el examen y a quién no, y eso tiene que estar normado por el Ministerio de Salud y en la práctica privada.

¿En Guatemala esa parte es deficiente?

El Sistema de Salud está para proveer servicio de salud una vez diagnosticada la enfermedad y dar tratamiento.

En Guatemala hay una brecha en la cobertura a salud, donde la mayoría tienen acceso a muy pocos servicios, incluyendo pruebas de diagnóstico temprano, y una vez diagnosticado tratamiento de calidad y continuo.

El cáncer es una maratón, no es como una amigdalitis o una faringitis, estos son tratamientos que duran años y son traumáticos, y hay que darle seguimiento al paciente. Este debe ser multidisciplinario, con médicos especialistas, cirujanos, oncólogos, nutricionistas y psicólogos.

Un sistema de salud, entonces, se tiene que fortalecer porque, aunque todos los factores se controlen, el cáncer va a aumentar, esa epidemia no nos lo vamos a quitar. Si ya estaba complicado el problema, los dos años de la pandemia de covid-19 solo vinieron a acelerarlo.

Epidemiólogo guatemalteco Joaquín Barnoya, miembro de Guatemala Saludable y de Integra Cancer Institute. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

¿Cómo debe ser la detección de los casos?

Como estamos viviendo más tiempo, va a haber más casos de cáncer y algunos cánceres se presentan en edades tempranas, y por lo general, estos son más agresivos.

El tamizaje, detección temprana, no es uno para todos, dependerá de la historia clínica de cada paciente. Eso es importante que se explique a la población, que se acerquen los servicios de salud, pero en estos deben estar capacitados para decir si hay o no riesgo de cáncer, y proceder a los exámenes.

Pues se abusa de exámenes de detección temprana en gente que no tiene riesgo elevado de cáncer, ya sea porque son muy jóvenes o porque no tienen historia familiar de la enfermedad. Particularmente se ha abusado de la mamografía, sobre todo en el sector privado. También del tamizaje de la detección temprana de cáncer de próstata y de colon.

Está muy claro de que algunos pacientes se van a beneficiar de esas pruebas de detección temprana, pero hay otros que no, eso tiene que ser una discusión con el paciente.

¿Depende, entonces de la historia clínica del paciente para saber si necesita o no esas pruebas?

Sí, primero hay que hacer una entrevista y se va haciendo un perfil de riesgo. Sí, usted no cumple todas las condiciones de riesgo para cáncer, por ejemplo, de mama, no amerita una mamografía ahorita. Pero si se detecta riego, entonces ya se justifica, pero antes hay que decirle al paciente que deje de fumar, hacer un poquito de ejercicio, bajar de peso y al alcohol (factores de riesgo).

Esto no es un taller de mecánica, donde cada 10 mil km hay que cambiarle pastillas. No, esto tiene que ser una discusión con el paciente y antes hacer un interrogatorio extenso para definir cuál es su perfil.

¿Este código tiene como fin dar recomendaciones para prevenir el cáncer según el contexto específico de cada país?

Ese fue uno de los objetivos, que reconociéramos también que esta es una Guatemala compleja, que no es lo mismo el cáncer entre población indígena y ladina. Por ejemplo, cómo le explico a una mujer en cakchiquel que su riego de cáncer de cérvix es mayor que su riesgo de padecer cáncer de mama, o a la mujer urbana de nivel socioeconómico alto que tiene más riesgo de tener cáncer de mamá, que en cáncer de cérvix.

El código es claro en que cada país tiene que reconocer que es multiétnico y ser sensible a ese abordaje holístico o multicultural de la enfermedad, y diferenciar en urbano y rural. Eso sí, el código deja claro de que los gobiernos tienen que reconocer primero que hay un problema de cáncer, y hay medidas individuales y colectivas para controlarlo, y también se puede adaptar dependiendo si es población urbana y rural.

Hemos visto que este es un sistema de salud parchado, que no responde a un abordaje multidisciplinario, hablamos desde la prevención -evitar factores de riesgo-, detección temprana -realizar exámenes, como mamografía-, y luego dar tratamiento y tratamiento integral.

  • Las 17 recomendaciones que se incluyen en el código para prevenir el cáncer
  1. No fume ni use ningún tipo de tabaco.
  2. Haga de su casa un lugar libre de humo de tabaco.
  3. Mantenga o alcance un peso saludable.
  4. Realice actividad física diariamente. Limite el tiempo que pasa sentado.
  5. Lleve una dieta saludable, consuma más frutas, verduras y cereales integrales. Evite las bebidas azucaradas, limite consumo de alimentos ultra-procesados, evite carne procesada, y limite el consumo de bebidas a temperaturas muy calientes.
  6. Evite el consumo de bebidas alcohólicas.
  7. Amamante, cuantos más meses, mejor.
  8. Protéjase de la exposición directa al sol.
  9. Si cocina con carbón o leña, evite la acumulación de humo dentro de su casa.
  10. Si existe alta contaminación de aire en su entorno, limite el tiempo que pasa al aire libre.
  11. Infórmese si su trabajo lo expone a sustancias que pueden producir cáncer, exija y adopte medidas de protección recomendadas.
  12. La infección por bacteria Helicobacter pylori puede causar cáncer de estómago.
  13. Infecciones por virus: hepatitis B y C, el virus del papiloma humano (VPH) y el virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH) también pueden causar cáncer.
  14. No use terapias de reemplazo hormonal en la menopausia, a menos que tenga indicación médica.
  15. Si tiene entre 50 y 74 años hágase una prueba de detección temprana de cáncer de colon y recto.
  16. Si tiene 40 años o más, realice cada dos años un examen clínico mamario. A partir de los 50 años, una mamografía.
  17. Si tiene entre 30 y 64 años, hágase una prueba de VPH, al menos cada 5 o 10 años para detección de cáncer de cuello uterino.

ESCRITO POR:

Ana Lucía Ola

Periodista de Prensa Libre especializada en temas comunitarios, con énfasis en Salud y Educación, con 17 años de experiencia. Reconocida con el Premio de Prensa Libre en categoría Reportaje, en 2019. Premio de la UPANA por Informar a la población guatemalteca sobre la realidad en nutrición y desnutrición en el país, en 2019. Diplomado El periodismo en la era digital como agente y líder de la transformación digital impartido por el Tecnológico de Monterrey.