El 23 de mayo, internautas publicaron videos sobre cómo el fuerte oleaje cubrió parte de la playa, arrasando con el cementerio de Iztapa. Mientras que el sábado 27, el mismo fenómeno se produjo en Sipacate, donde el agua llegó hasta un hotel en construcción y derribó parte de la fachada
Este aumento en el mareaje se da como consecuencia del fenómeno conocido como “mar de fondo”, el cual surge por el incremento de las olas en una zona alejada de la costa, pero por su alto nivel de energía es capaz de llegar a las orillas de la playa, comentó Pablo Martinez, técnico de oceanografía del Insivumeh del Instituto de Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
Esta situación no es nueva en la región, pues se han registrado casos similares que han dejado daños en años anteriores en varios puntos de la Costa Sur guatemalteca.
En 2006
En junio del 2006, como consecuencia del fuerte oleaje, varias familias de las playas de Sipacate, La Empalizada, Rama Blanca y El Paredón se vieron afectadas, por lo que tuvieron que ser evacuadas.
Según los datos oficiales, las olas alcanzaron, en esa ocasión, una altura máxima de cuatro metros, pero de acuerdo con varios vecinos, estas llegaron a 12 metros de alto.
En esa ocasión hubo daño en al menos 30 edificaciones en Sipacate, entre las que resalta el Hotel Carrillo-Mar Maya.
Una publicación de Prensa Libre del 21 de junio de 2006, detalla que el entonces administrador del mencionado hotel, José Manuel Hernández, mencionó que la infraestructura del recinto se vio afectada en un 60 por ciento.
En 2015
En mayo del 2015 también se dio un incremento de las olas en Sipacate, que además afectó a Monterrico, Taxisco, Santa Rosa y en especial a La Barrona, en Moyuta, Jutiapa.
En ese entonces, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) registró que las alturas de las olas en La Barrona eran de tres metros, por lo que evacuaron a más de 200 personas del sector.
De este incidente, 25 viviendas fueron dañadas completamente y 75 casas presentaron daños parciales. Para la evacuación de las familias afectadas se contó con la ayuda de un grupo de 30 soldados, que además patrullaron el sector para evitar saqueos en el área.
De acuerdo con el actual vocero de la Conred, Rodolfo García, los daños se generan por la construcción de viviendas en áreas propensas, que en el pasado tenían presencia del mar, pero que con el paso de los años quedaron libres de agua. “El mar está reclamando su territorio, que actualmente se encuentra ocupado por viviendas y comercios”, dijo.
En la actualidad, la Conred mantiene la vigilancia en la Costa del Pacífico, además recomienda a las familias evacuar y mantenerse alejadas de la marea alta del mar.
Según las proyecciones del Insivumeh, se esperan lluvias para los próximos días, las cuales iniciaran en horas de la tarde noche del jueves 2 de junio.
