“Es una actividad que se inició hace más de 20 años con el padre José María Varela. Inicialmente, el apoyo era para familiares de personas que estaban recluidos en diferentes centros carcelarios y que sabían que tenían poca probabilidades de recibir un regalo o una canasta navideña, pero con el tiempo se extendió la actividad y ahora la reciben aquellas familias de escasos recursos, que viven en barrios marginales cercano a la iglesia”, señaló Goicochea.
Al lugar asistieron madres de familia, niños y mujeres de la tercera edad, quienes señalaron: “la bolsa es de ayuda, aunque contiene cosas mínimas, significa mucho para nuestras familias, pues algunos de nosotros es lo único que recibimos”.