La primera prueba se realizó un día después y, desde entonces, el país ha avanzado lentamente en la aplicación de las mismas.
Solo entre el 5 de marzo y el 4 de mayo, los primeros 60 días del estado de calamidad decretado por el Gobierno, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social realizó siete mil 914 pruebas, es decir un promedio de 131 tests diarios.
De acuerdo con Sandoval, el país necesita alcanzar las 30 mil pruebas por cada millón de habitantes para poder evitar la expansión del virus de manera correcta y eficiente.
Pero la primera clave puede estar en la “correcta decisión” de descentralizar las pruebas y los laboratorios, una decisión a la que llegó el presidente, Alejandro Giammattei, apenas en abril pasado.
Más médicos
“La habilitación de laboratorios debe optimizarse y agilizar la descentralización de los laboratorios de la red nacional y privados que tienen la capacidad instalada para realizar las pruebas, esto con la idea de mejorar la toma de decisión clínica y manejo de los casos”, enfatizó Nancy Sandoval.
El recurso humano es otra de las claves para entender mejor la situación en la que se encuentra el país centroamericano, que sumaba 967 casos confirmados en total, 837 en activo y 24 fallecidos, hasta la última actualización del sábado 9 de mayo.
Según Sandoval, la lucha contra el coronavirus pasa también por “algo que no se hace visible y es el recurso humano”, por lo que sugirió facilitar el “apoyo logístico e incrementar personal para poder cubrir la alta demanda de trabajo que la covid-19 genera, además de lo que este personal realiza como actividad habitual que ya era bastante antes de la pandemia”.
La Asociación que preside Sandoval ha visto la apertura del presidente Giammattei, luego de un inicio intermitente, en marzo.
Ahora son usuales las reuniones una vez por semana en donde el gobernante “escucha nuestras recomendaciones y en general las atiende, luego él toma las decisiones“. Un diálogo valorado como “positivo” por la AGEI, pues han visto que “en pocos países esto sucede” y las decisiones suelen no contemplar la opinión de asociaciones de enfermedades infecciosas.
Respuesta oportuna
Una tercera clave de Guatemala ante la crisis sanitaria fue la respuesta temprana que dio, a criterio de Sandoval.
El Gobierno decidió suspender el transporte público y las clases desde el 16 de marzo, restringir la movilidad con un toque de queda vespertino de 12 horas desde el 22 de marzo -aunque desde el 19 de abril se redujo a diez-, además de prohibir la circulación interdepartamental.
También, cerró fronteras aéreas y terrestres y canceló actividades públicas.
Ese escenario prematuro, de restricción de movilidad y “cierre de la economía nos ubica en un mejor lugar con respecto a otros países que no adoptaron medidas tempranamente. Lo vemos como un acierto y pensamos que puede optimizarse nuestro protocolo respecto a la realización de pruebas“, apuntó la presidenta de AGEI.
Pero hace falta incrementar el número de pruebas, como señaló Sandoval, con el fin de tener más claridad de la situación y toma de mejores decisiones, además de hacer una estimación de qué tan bien estamos haciendo el tamizaje para covid-19 en nuestra población”.
Corre el riesgo el país centroamericano, sin embargo, de no saber quién está infectado y al no saberlo “no podremos cortar las cadenas de transmisión”, concluyó la experta.
El país que preside el médico y cirujano de 64 años, Alejandro Giammattei, empezó el 16 de febrero a realizar pruebas, con una capacidad de aproximada de hasta 100 tests diarios, y elevó su capacidad a casi 600 pruebas por día a partir del 20 de abril al incorporar cuatro laboratorios más para procesar muestras.
El país centroamericano, con 16.3 millones de habitantes según datos oficiales de diciembre de 2019 y 7 mil 914 tests efectuados al 4 de mayo, realiza un promedio de 485 pruebas por cada millón de personas.