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Falta de recursos daña plan Mil Días

Cero es el presupuesto destinado por el Ministerio de Salud para fortalecer los servicios básicos de atención, principal factor para que se cumpla con la Ventana de los Mil Días y reducir la desnutrición crónica en el país, que afecta a uno de cada dos niños menores de 5 años.

Guatemala se mantiene rezagada en la lucha contra la desnutrición. (Foto Prensa Libre: Archivo)

Guatemala se mantiene rezagada en la lucha contra la desnutrición. (Foto Prensa Libre: Archivo)

Reportes del Sistema de Información Nacional en Seguridad Alimentaria y Nutricional revelan que ese ministerio no destinó fondos a la extensión de cobertura para llegar a lugares sin puestos y centros de Salud.

Noemí Racancoj, coordinadora de la Instancia de Consulta y Participación Social, que participa en el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Conasan), dijo que la falta de fondos para la atención tendrá impacto directo en la Ventana de los Mil Días.

“Desde noviembre —del 2013— no se han hecho barridos nutricionales y el problema se agudizará porque no hay seguimiento a mujeres embarazadas ni a niños. Las personas no reciben atención de calidad”, añadió.

Las prestadoras de servicios de salud deben vacunar, desparasitar, pesar, tallar y dar suplemento alimentario y vitamínico a madres y niños, entre otras tareas.

La Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesán) reportó que en el 2013 murieron 116 niños por desnutrición, de los cuales 93 tenían menos de 2 años, edad en la que finaliza la cobertura de la Ventana de los Mil Días.

Bajo Presupuesto

Según el Sistema de Contabilidad Integrada Gubernamental, el presupuesto para el programa es de Q147 millones 644 mil 820; es decir, Q40 millones 615 mil 591.16 menos que lo ejecutado por los ministerios en el 2013.

El reporte añade que en ese año las dependencias gastaron la mitad de lo prometido para el plan.

La presentación de la Sesán en la reunión del 14 de febrero señalaba: “Para la universalización de la cobertura —de la Ventana— se necesita presupuestar Q576 millones”.

Reprogramación

Luis Enrique Monterroso, jefe de la Sesán, expuso que mañana es la fecha límite para que los ministerios presenten una reprogramación de los fondos, y por eso no se refirió a la falta de dinero para la extensión de cobertura.

Monterroso expresó que la vicepresidenta Roxana Baldetti solicitó a todos los ministerios que incrementen los fondos para el Pacto Hambre Cero, lo cual confía que se cumplirá.

El vocero del Ministerio de Salud, Gustavo Barillas, manifestó que el presupuesto de la extensión de cobertura está en cero.

Según Barillas, la ausencia de fondos obedece a que “no se había terminado la reprogramación de los recursos”, y afirmó que la cartera invertirá entre Q380 millones y Q386 millones en las oenegés que atienden en la provincia.

“Vamos a invertir lo mismo que el año pasado: unos Q875 millones deben estar como mínimo en el Pacto”, aseguró el vocero.

Las cifras oficiales indican que Salud brinda cobertura en 156 de 334 municipios priorizados por el Pacto Hambre Cero.

Oportunidad para mejorar el país

Para reducir la desnutrición crónica, el Pacto Hambre Cero  se basa en  10 intervenciones que forman la Ventana de los Mil Días.

Se priorizala atención a mujeres embarazadas y niños hasta los 2 años.

Comprende   vacunación,  desparasitación, aplicación de suplementos  con hierro y vitaminas,   y educación sobre la  alimentación e higiene.

Al aplicar la estrategia disminuye el riesgo de que un niño nazca y crezca con desnutrición.

La base para  cumplir con la Ventana es la provisión de servicios básicos de salud y nutrición para la población.

Componente

Vitacereal, sin dinero

Para el 2014,  el componente de alimentos complementarios fortificados (Vitacereal) no tiene recursos financieros.

El producto se creó  por el Programa Mundial de Alimentos (PMA)  para reducir la tasa de desnutrición crónica en Guatemala,  y  ahora lo trabaja el Gobierno.

Mario Touchette, representante del PMA en el país,  explicó: “En las comunidades rurales y pobres  el acceso a alimentos de buena calidad nutricional es limitado y  deficiente en hierro, zinc y vitamina B12.   No consumirlos en el período de vida de  seis meses a los 2 años, que es el lapso  de mayor riesgo para caer en la desnutrición crónica, condena a sufrir las consecuencias”.  

El PMA aplaude que  en el  2013 el Gobierno invirtió en proveer un alimento complementario fortificado. “Confiamos en que este año se continúe con el esfuerzo”, refirió  Touchette.

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