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Fenómeno El Niño provocará más incendios forestales en las próximas semanas

Falta de planificación propicia que todos los años los incendios forestales se propaguen con rapidez, dice experto.

De marzo a junio los incendios forestales serán constantes y, por consiguiente, destruirán más hectáreas de bosque, como ha sucedido en otras temporadas por los efectos del fenómeno El Niño.


No obstante, también se espera un clima lluvioso a partir de agosto por los efectos de La Niña, estiman expertos y la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).


Un estudio de la Asociación Centroamericana Centro Humboldt hecho público en 2023 pronosticó que en el 2024 y 2025 el país podría alcanzar una temperatura promedio anual de 28 °C y unas máximas entre 33 °C y 34 °C.


La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, la Organización Meteorológica Mundial y el programa Copernicus también informaron que el 2023 fue el año más caluroso registrado hasta la fecha, pero podría ser superado en este y el próximo.


Estas condiciones son propicias para el incremento de los incendios forestales, sostienen los expertos.


Mayor trabajo


Rodolfo Flores, portavoz de la Conred, indicó que trabajan con todo el equipo necesario debido a que las próximas semanas serán difíciles, puesto que los efectos del fenómeno climático de El Niño aumentarán los incendios forestales en diferentes regiones que ya comienzan a verse afectadas.


El experto independiente en incendios forestales, Benedicto Lucas, refiere que de marzo a abril se registrará lo “más duro” en cuanto a estos siniestros.
Sin embargo, a finales de abril hay un 79 por ciento de probabilidades de que se desarrolle un fenómeno “neutral” entre El Niño y La Niña, que ocasionará altas temperaturas, pero también lluvias.


En agosto se prevé un 55 por ciento de probabilidades de que se desarrolle el fenómeno de La Niña.


“Las altas temperaturas resecan el ambiente, pero para que se inicie el fuego se necesita combustible, que no es nada más que la hierba y los árboles secos”, agrega.


Descontrol climático


Otro de los factores que propagan los incendios forestales, destaca Lucas, es que durante el día se registran altas temperaturas, pero durante la noche el frío y el viento provocan que las llamas se extiendan con mayor rapidez, lo cual ha sucedido en el volcán de Agua, en parte por la altura y porque recibe más viento proveniente del cañón de Palín, Escuintla.


El período más reciente en que se registró el fenómeno de La Niña ocurrió en 2019 y 2020, aunque pasó inadvertido por la pandemia, apuntó Lucas.


“Aunque se registraban incendios, estos se apagaban por la misma lluvia. Había covid-19 y otros problemas en la política como consecuencia del virus, y la gente no ponía atención a los incendios forestales”, hizo ver.


Según las estadísticas de la Conred, las temporadas con más hectáreas de bosque afectadas por incendios forestales por el fenómeno de El Niño han sido las de 1998, 2003, 2005, 2019 y 2020.


En 1998, las autoridades gubernamentales calificaron de “severos” los incendios, a tal punto que la contaminación del humo en Petén llegó hasta Luisiana, Estados Unidos, y causó problemas respiratorios, se indicó en su momento.


Advertencia


Mario Roberto Jolón Morales, subdirector del programa Paisajes Resilientes y Biodiversos del Norte de Mesoamérica, de la Wildlife Conservation Society (WCS), manifiesta que desde el 2023 la Comisión de Medio Ambiente y Diversidad del Colegio de Farmacéuticos y Químicos de la que fue integrante avisó que este año se incrementarían los incendios forestales. Sin embargo, no hubo prevención por parte del Gobierno.


“Las medidas deben tomarse con anticipación. Llegar a este momento y estar apagando incendios es como perder la batalla. La batalla se empieza a ganar antes, con la preparación, con otorgar equipo al personal y hacer rondas de monitoreo. El cambio de gobierno hace más vulnerable este problema, porque las reacciones no son las que uno quisiera”, puntualizó.


“Las instituciones han quedado debilitadas en los últimos dos mandatos, lo cual se extiende a la institucionalidad y la capacidad de respuesta”, expuso Lucas.


Más fondos


Jolón Morales recomienda asignar más fondos a la Conred, al Instituto Nacional de Bosques (Inab) y Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), al considerar que son las instancias encargadas de detectar y valorar posibles impactos en la naturaleza y de cuidar la biodiversidad.


“Por mucha previsión que haya, si no se cuenta con recursos es complicado, y deberían ser fondos permanentes mediante un renglón específico en el presupuesto para comprar alimentos y tener a disposición aeronaves en caso de emergencia”, sugirió.


El especialista añade que los cuerpos de socorro y otras entidades relacionadas no estaban preparados para sofocar el incendio en el volcán de Agua, pese a que el problema es recurrente cada año.


Según datos de la Conred, por 964 incendios forestales y no forestales que fueron sofocados en la temporada 2022-2023 se invirtieron Q55 millones 7 mil 660.
En este rubro se incluyen los recursos que deben emplear los bomberos Voluntarios, Municipales y Departamentales, así como los ministerios de Agricultura y de la Defensa, Inab y Conap.


Activos


Hasta ayer, la Conred reportaba 34 incendios forestales activos en los departamentos de Chimaltenango, Guatemala, Huehuetenango, Jutiapa, Quetzaltenango, Quiché, Sacatepéquez, San Marcos, Santa Rosa, Sololá, Suchitepéquez y Totonicapán.


En la temporada 2022-2023 fueron sofocados 37 mil incendios forestales a nivel nacional, 231 de ellos en Petén, según estadísticas de la Conred.

ESCRITO POR:

José Manuel Patzán

Periodista de Prensa Libre especializado en temas de seguridad, con 18 años de experiencia en periodismo escrito, radial y televisivo. Reconocido con el premio Periodista del Año de Prensa Libre en 2016.