Los factores que influyeron son varios, pero la crisis económica se perfila como la principal causa. Esto abona a que menos guatemaltecos en edad escolar estén fuera del sistema educativo. Unicef estimaba para el 2023 que cerca de 2.7 millones de niños y adolescentes se encontraban en esa condición.
Mayor impacto
La educación en el nivel preprimario fue la más golpeada por la aparición del covid-19. Los colegios privados llegaron a reportar que en el primer año de la pandemia cuatro de cada 10 estudiantes abandonaron las aulas, la baja persistió al año siguiente.
De tener 95 mil 859 niños matriculados en el primer año de la pandemia, para el 2021 los inscritos fueron 60 mil 124, lo que representa un descenso del 37.2%, según los datos proporcionados por la Dirección de Planificación Educativa (Diplan) del Ministerio de Educación (Mineduc).
El impacto en la economía de los hogares debido a la crisis del momento fue la explicación a esa baja de estudiantes, pues los padres de familia optaron por no seguir con el pago de la colegiatura de los preescolares, al considerar que cursar este nivel no era significativo y que hacerlo en la virtualidad no ayudaba en el aprendizaje de sus hijos, como lo explica Diana Brown, de la Asociación de Colegios Privados.
Durante este período hubo cierre de establecimientos a ese nivel en el sector privado por quiebra financiera, crisis que también afrontaron colegios de primaria y secundaria.
En el 2022 la matrícula aumentó a 92 mil estudiantes, con lo que la preprimaria se posicionó como el único nivel educativo que logró un ascenso en el registro de estudiantes ese año. Pero el rumbo cambió durante el 2023, ya que se inscribieron 11 mil estudiantes menos en el preescolar.
Aunque la preprimaria no es un requisito para cursar la primaria, según pedagogos esta etapa es la base que prepara a los niños para el resto de la vida escolar.
Altas y bajas
Para el 2020 había más de 300 mil niños inscritos en la primaria, y al contrario de lo que sucedió en la etapa preescolar, al año siguiente la matrícula sumó 23 mil estudiantes, mientras que en los dos ciclos siguientes se observa un descenso.
Brown menciona que dar una explicación certera de esos altibajos es complejo si no se conocen los datos por departamento, y al ocurrir una baja en la preprimaria es lógico que se observe un descenso en la primaria.
Agrega que el impacto de la pandemia también se da en este nivel principalmente en la provincia, donde muchos colegios no tuvieron los recursos económicos para invertir en tecnología y dar clases virtuales, que era lo que se demandaba en ese momento, y eso pudo desincentivar a los padres de familia a inscribir a los niños en un establecimiento privado. Aunque la cantidad de estudiantes inscritos va en recuperación, y eso se observa en el 2023.
Los colegios privados atienden a tres de cada 10 estudiantes en el nivel básico, proporción que sube a siete de cada 10 cuando se habla del diversificado. Estos establecimientos le dan cobertura a los adolescentes que el sector público no logra atender, situación que en la provincia cobra más notoriedad.
Cuando la pandemia inició había 284 mil 305 inscritos en básicos, pero para el 2023 se registra una caída del 9.3% estudiantes. Es más drástico en el diversificado ya que de los 291 mil 412 que se contaban en el 2020 se perdió un 15% de la matrícula.
Esos bajones en la secundaria resultan críticos, pues son grados en que los jóvenes obtienen la preparación para enfrentarse al mercado laboral, y al no recibirla las opciones de tener un trabajo formal disminuyen.
Como indica Brown, el factor económico no se puede obviar, pues a raíz de la pandemia pudieron trasladarse al sector público para continuar sus estudios, puntos en los que coincide Gabriela Castro, de la Gran Campaña Nacional por Educación. Pero también está la posibilidad de que niños y adolescentes salieran del sistema educativo para buscar trabajo, y en un caso extremo migrar a otro país.
Castro agrega que el sector privado tiene un papel relevante dentro del sistema educativo en el país, pues atiende a cerca de un millón de estudiantes en el país, y una buena cantidad están en la provincia. Además, que se mantuvo más constante durante la pandemia, en comparación con el sector oficial.
La mejora en la matrícula que se comienza a reportar en el 2023 tendría relación con la recuperación económica en los hogares, lo que permitiría a los padres de familia inscribir a sus hijos en una institución privada.
De acuerdo con el Anuario Estadístico del Mineduc en el país hay cerca de 13 mil 631 colegios privados que imparten los distintos niveles educativos, y seis de cada diez estarían destinados a atender a estudiantes de secundaria.
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