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Hermano Pedro: escultura del primer santo de Centroamérica llega a los jardines del Palacio de Castel Gandolfo, en Roma

Una escultura del Santo Hermano Pedro tallada en mármol fue colocada en los jardines de Castel Gandolfo, la residencia de verano de los Pontífices, en Roma.

Una escultura del Santo Hermano Pedro fue colocada en los jardines del Palacio de Castel Gandolfo, en Roma, Italia. (Foto Prensa Libre: Minex)

Una escultura del Santo Hermano Pedro fue colocada en los jardines del Palacio de Castel Gandolfo, en Roma, Italia. (Foto Prensa Libre: Minex)

Una escultura del Santo Hermano Pedro, tallada en mármol, fue colocada en los jardines del Palacio de Castel Gandolfo, la residencia de verano del Papa, en Roma, Italia, convirtiéndose en la primera efigie de un santo centroamericano que se coloca en ese lugar, informó este jueves 10 de noviembre el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex).

De acuerdo con un comunicado del Minex, el Gobierno de Guatemala por medio de su embajada ante la Santa Sede develó el 9 de noviembre pasado una escultura del Hermano Pedro de San José Betancurt (1626-1667) en los jardines del Palacio de Castel Gandolfo, al sudeste de Roma.

“La obra, creada con mármol por el taller internacional de arte Pace & Sons, con sede en Roma, es la escultura del primer santo de Centroamérica que se coloca en la conocida residencia de verano de los Pontífices”, señala el Minex.

Agrega que “el proyecto es el resultado de un esfuerzo conjunto del Minex, del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, del Arzobispado Metropolitano de la Arquidiócesis de Santiago de Guatemala y del patrocinio de una familia devota del Santo Hermano Pedro de San José de Betancur”.

La escultura fue bendecida por “su Eminencia Reverendísima cardenal Fernando Vérguez Alzaga, presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano”, quien resaltó que las obras del Santo Hermano Pedro “dejaron un testimonio de viva fe que trasciende fronteras”.

Vérguez Alzaga pidió que el testimonio de este santo “siga vivo en medio de la belleza de estos jardines para acercar los corazones al Señor”, según publica el medio aciprensa.com.

Durante la develación de la escultura, el embajador de Guatemala ante la Santa Sede, Alfredo Vásquez, expresó que el santo español originario de las Islas Canarias y que fue canonizado por San Juan Pablo II en 2002 es “muy querido en nuestro país, en donde vive entre su gente”.

“La presente obra de arte sacro, que en su momento inició como un proyecto, hoy se hace una realidad. Esta hermosa escultura es un reflejo de un retrato fiel del Santo Hermano Pedro de San José de Betancur representado con propiedad y exactitud en correspondencia con el retrato oficial en óleo de tela de finales del siglo XVII o principios del siglo XVIII, cuyo original se encuentra en el Museo de San Francisco, Ciudad de Antigua Guatemala”, dijo Vásquez.

“La pintura presenta al Hermano Pedro de cuerpo entero, vestido con la indumentaria típica de los Hermanos Terciarios Franciscanos de su época. Debajo del brazo izquierdo lleva un sombrero café, y un papel doblado donde apuntaba las oraciones en sufragio de las almas, así como un rosario al cuello y un cordón con nudos ceñidos a la cintura”, agregó.

Se informó que en la ceremonia participaron la Hermana Raffaella Petrini, secretaria general de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano, y Monseñor Tulio Omar Pérez, obispo auxiliar de la ciudad de Guatemala, quien “se congratuló por la llegada de la escultura a los jardines de Castel Gandolfo, un lugar muy ligado al Papa”.

Pérez dijo a ACI Prensa sentirse emocionado “porque es un santo muy arraigado en la devoción de Guatemala”.

Además, dijo que “los santos son universales y que esté aquí en Castel Gandolfo es también un signo de unión con el Santo Padre”.

“Que un santo tan querido en Guatemala se haga presente aquí, en un lugar que está ligado al Papa, es una alegría y un honor”, añadió al mismo medio Pérez.

Por último, Pérez explicó que esta escultura es “la primera de muchas” que colocarán en estos jardines, “una iniciativa muy hermosa que subraya esa universalidad y la unión con el Santo Padre”.

Legado

De acuerdo con ACI Prensa, Pedro de San José Betancur nació en Vilaflor, Tenerife, España, el 21 de marzo de 1626, en el seno de una familia humilde de pastores y agricultores, donde pudo ser educado por sus padres profundamente cristianos.

A los 23 años abandonó Tenerife y después de 2 años llegó a Guatemala, tierra que la Providencia había asignado para su apostolado misionero.

A su llegada padeció una grave enfermedad que lo puso en contacto directo con los más pobres del país.

Tras recuperar inesperadamente la salud, quiso consagrar su vida a Dios con estudios eclesiásticos, pero finalmente profesó como terciario en el Convento de San Francisco (Guatemala) para vivir en la humildad, pobreza, penitencia y el servicio a los pobres.

Visitó hospitales, cárceles y las casas de los pobres. También ayudó a los emigrantes sin trabajo y a los adolescentes de la calle.

Fue el fundador del primer hospital de convalecientes y también construyó la primera escuela popular para niños y adultos a la que asistían los más.

Otros terciarios imitaron su ejemplo y pronto fundó la Orden de los “Betlemitas”, ya que a su obra de Caridad la llamó “Belén”.

El santo Hermano Pedro se adelantó a su tiempo con métodos pedagógicos nuevos y sus escritos espirituales son de una agudeza y profundidad inigualables.

Murió a los 41 años en Guatemala y fue canonizado por San Juan Pablo II en la Ciudad de Guatemala en 2002.

Villas pontificias de Castel Gandolfo

Por tradición, los jardines de Castel Gandolfo han sido de uso privado para los Papas, quienes solían pasar los meses más cálidos del año en el Palacio Pontificio de Castel Gandolfo, situado a unos 25 kilómetros de Roma.

Las Villas Pontificias de Castel Gandolfo ocupan 55 hectáreas en la zona de Castelli Romani, en la provincia de Roma, y están incluidas en las zonas extraterritoriales del Vaticano, en Italia.

Esas zonas se otorgaron a la Santa Sede con los Pactos Lateranenses en 1929, pues constituyen la residencia suburbana frecuentada por los pontífices desde el pontificado del Papa Urbano VIII en el siglo XVII.

El Papa Francisco renunció a la residencia de Castel Gandolfo y abrió sus puertas como museo.

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