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Incendios han consumido más de 208 mil hectáreas forestales en seis años
En abril comienza la segunda etapa de incendios y amenaza con ser más intensa. La parte norte del país es la más vulnerable.
Los incendios forestales que se han reportado este año en le país están por superar la cifra de la temporada 2022-2023. (Foto Prensa Libre. Juan Diego González)
Del 2018 al 2023, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) registra un total de seis mil 14 incendios forestales, los que han consumido 208 mil 450 hectáreas. Los años más intensos fueron el 2019 y el 2020 por la presencia de El Niño, fenómeno que se vuelve a presentar en el país.
Hasta el 20 de marzo la Conred registraba 873 siniestros forestales y no forestales en el país, faltan tres meses para que termine la temporada de incendios y de continuar a este ritmo de ocurrencia se superaría el número contabilizado en el período 2022-2023, cuando se contaron 964.
La temporada de incendios forestales comenzó en diciembre de 2023. De acuerdo con Rodolfo García, vocero de la Conred, la etapa termina el 30 de junio, y el trimestre que viene será el más intenso, debido a la disminución de la lluvia y al aumento en la temperatura que se registra, condiciones propias del fenómeno El Niño que transita en el territorio nacional.
En el reporte histórico, los años que registraron mayor cantidad de siniestros fueron el 2019 y el 2020 con un comportamiento climático similar al actual. En el primero hubo mil 412 incendios forestales, que consumieron 47 mil 375 hectáreas. El siguiente año se contabilizaron mil 397 siniestros, que afectaron 78 mil 127 hectáreas.
“Durante esos años estábamos afectados por el fenómeno El Niño igual que este año. En 2021, 2022 y 2023 predominó La Niña, por lo que hubo una disminución considerable de incendios”, dice García.
Agrega que durante la segunda etapa de incendios forestales el área norte del país es la más afectada. En la pasada temporada Petén fue afectado con más de 120 siniestros que consumieron cientos de hectáreas de bosque.
Por otro lado, el Consejo Nacional de Ares Protegidas (Conap) informó que durante la temporada del 2022- 2023 se contabilizaron 252 incendios forestales en áreas protegidas, que consumieron 23 mil 856 hectáreas entre cobertura forestal y no forestal.
El daño a la biodiversidad que ocasionan estos incidentes es elevado, se afectan ecosistemas naturales, como las fuentes de agua, flora maderable y no maderable, se destruye el hábitat de fauna silvestre y son los pichones y las crías las más vulnerables, al no poder escapar de los nidos cuando el fuego se acerca según el Conap. La preocupación es mayor por ser temporada reproductiva de varias especies, como la guacamaya roja, que está en peligro de extinción y cuyo único sitio de anidación es la Laguna del Tigre, en Petén.
En alerta
García menciona que el factor 30-30-30 es lo que lleva a que un incendio se salga de control. En ese caso, que la velocidad máxima del viento sea de 30 km, que la disminución de la humedad del ambiente esté en un 30%, y que la temperatura esté o sea mayor a 30 grados.
Agrega que en este punto es fundamental la prevención de estos percances, que en el 95% de los casos son provocados, pues en las condiciones climáticas que se registran son propicios para su ocurrencia.
“Cuando hablamos de incendios provocados no necesariamente son intencionales, sino por prácticas como la quema de roza, los carboneros, o los que se dedican a la apicultura, que para extraer la miel espantan a las abejas con fuego y eso también se sale de control”, dice el vocero de la Conred.
Daños
La cantidad de hectáreas consumidas hasta el 20 de marzo por el fuego era de cuatro mil 293, un dato menor al reporte de la temporada 2022-2023, cuando el total para ese período fue 37 mil 681.
Para esa fecha de los 22 departamentos del país únicamente Izabal se había librado de desastres de esta naturaleza. Mientras que Huehuetenango era el más afectado, con mil 896 hectáreas quemadas, seguido de Quiché con mil 122.
García indica que, si bien la cantidad de incendios que se registra este año se acerca a la del período pasado, el total de hectáreas es menor, esto se debe a que los puntos en donde han ocurrido no hay área boscosa.
“Uno de los departamentos con más siniestros es Guatemala, que tenía 191 pero solo tiene 28 hectáreas afectadas, todo dependerá de donde se registran los incendios forestales, allí es donde estaríamos afectados en hectáreas”, agrega.
Caso volcán de Agua
El incendio en el volcán de Agua comenzó el pasado 21 de febrero y las llamas ha afectado más de 900 hectáreas. En un monitoreo preliminar el Conap reporta alrededor de 15 especies de aves cuyo hábitat fue dañado.
Se indica que el escape del fuego y el traslado de los animales a un área segura depende de la movilidad, tamaño y edad del espécimen. Los que tienen poca capacidad de desplazamiento, entre ellos insectos, anfibios, reptiles, alguna especie de aves y mamíferos pequeños, como crías, se les dificulta huir y mueren calcinados, o quedan heridos y son presa fácil de especies carroñeras.
El Conap informa que en el caso de la flora se han visto afectados los bosques primarios y secundarios, incluyendo el sotobosque, que son matas, arbustos que crecen bajo los árboles y que son refugio y alimentación de la fauna del lugar.
Por otro lado, en los monitoreos realizados en las faltas del volcán de Agua por parte del Conap, Antigua Exotic, la División de Protección a la Naturaleza (Diprona IPRONA), Unidad de Gestión Ambiental Municipal (Ugam) y Policía Municipal de Alotenango, se han encontrado trampas artesanales para la caza ilegal de especímenes de fauna silvestre.
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