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Inicia la época de lluvia y el Insivumeh recomienda cuándo se debe sembrar

En el primer trimestre de la temporada de lluvias no se descarta que el país sea impactado por uno o dos fenómenos tropicales.

Las intensas lluvias de la segunda parte del inverno del año pasado terminaron por colapsar un área de Ciudad Peronia. La condiciones de precariedad en que viven cientos de familias preocupan a las autoridades. (Foto HemerotecaPL)

Las intensas lluvias de la segunda parte del inverno del año pasado terminaron por colapsar un área de Ciudad Peronia. La condiciones de precariedad en que viven cientos de familias preocupan a las autoridades. (Foto HemerotecaPL)

Autoridades climáticas dieron a conocer que el primer trimestre de la época lluviosa será normal, por lo cual los agricultores deben estar atentos y preparar los suelos para sembrar después de la segunda o tercera lluvia.

El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) descartó la formación del fenómeno del Niño durante mayo, junio y julio; de hecho, afirmó que las condiciones meteorológicas del 2020 son muy similares a las de los años 2003, 2006, 2013 y 2014, cuando llovió más de lo esperado, lo cual también representa.

Cesar George, meteorólogo del Insivumeh, expuso que ya han sostenido reuniones virtuales con agricultores de varios departamentos a quienes se les ha dado la información sobre el comportamiento que se prevé del clima, con el objetivo de que planifiquen sus siembras en mayo ya que es la época propicia.

Agregó que a los agricultores a quienes no se les ha informado cómo será el comportamiento del clima se hará “en el corto plazo”.

“Hay que esperar dos o tres lluvias para que el suelo esté bastante húmedo. Antes que empiece a llover sí se puede recomendar que los agricultores tengan listos los suelos para que al no más tener la humedad necesaria, siembren lo más pronto posible”, expuso el experto.

La época lluviosa ingresará al país de manera gradual. En la bocacosta y el suroccidente comenzó a llover a mediados de abril, mientras que en Petén será el último lugar en llover, ya que se estima que el invierno empezará la última semana de mayo e incluso hasta en la primera de junio.

Hay que guardar agua

 

El Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación (Maga) afirmó después de tomar en cuenta el pronóstico del Insivumeh, que este año será “bueno” para la agricultura, por lo tanto no tendría que haber problemas para las cosechas; no obstante, recomendó captar agua lo suficiente ante una posible canícula prolongada, aunque por el momento está descartada.

Y es que, como el propio Invisumeh lo reconoce, las temporadas lluviosas ya no son como antes; es decir, aunque la primera parte de la época sea normal puede haber exceso de precipitaciones entre agosto y septiembre o bien sea, canícula prolongada.

“Mientras se averigua, la recomendación del Maga es captar agua para que los agricultores puedan disponer de ella para las siembras y para los animales”, precisó Rafael López, técnico de la Dirección de Información Geográfica, Estratégica y Gestión de Riesgo de la institución.

No está claro cuántos agricultores cuentan con sistemas de captación y ahorro de agua. El Maga apoya a comunidades con la entrega de tinacos, pero López afirma que la iniciativa también debe ser prioridad de los propios campesinos, e incluso indicó que viven en las áreas más vulnerables a sequías, como los del Corredor Seco, deberían perfeccionar la técnica año con año.

Vulnerabilidad

 

Gustavo Rivas, director de la Asociación Nacional de Granos Básicos (Anagrab), indicó que los agricultores están vulnerables tanto a la sequía como al exceso de agua; no obstante, reconoció que la falta de lluvias trae peores consecuecias.

Rivas aseveró que para catalogar a una época lluviosa como normal no precisamente tiene que llover cierta cantidad en un año, sino que las precipitaciones deben estar bien distribuidas a lo largo de la temporada y no concentrarse en algún mes o semanas, como ha ocurrido en otros años.

Para el director de Anagrab, es necesario impulsar algunos cambios culturales en los agricultores. Por ejemplo, construir estructuras en los terrenos que puedan ser utilizadas para drenar agua, cuando llueve en exceso, o utilizar el líquido que ahí quede almacenado durante las sequías.

Precisó que actualmente trabajan junto con el Maga para establecer un seguro agrícola en caso ocurran pérdidas por eventos climáticos como inundaciones, sequías, vientos fuertes e incluso erupciones volcánicas. El plan piloto esta por ser implementado.

 

Preocupación por región metropolitana

 

Aunque un exceso de lluvias podría no ser tan nocivo para el campo, sí enciende las alarmas en la región metropolitana.

El Insivumeh mostró preocupación por las condiciones en las que viven muchas familias guatemaltecas debido a las experiencias de años recientes, como los grandes deslizamientos ocurridos en El Cambray, en el 2015, y en Ciudad Peronia, el año pasado.

“Tenemos mucha pena con el departamento de Guatemala por todos los asentamientos que hay, porque las lluvias ya  no son como antes que llovía de junio a septiembre 22 días -por mes-, ahora llueve en un día una gran cantidad y deja de llover ocho, y eso es lo más peligroso para los deslizamientos y deslaves”, enfatizó Geoge.

Indicó que no se descarta que en la primera parte de la época lluviosa el país sea impactado directa o indirectamente por uno o dos eventos ciclónicos como tormentas o depresiones tropicales, aunque estos suelen darse más entre agosto y octubre.

George explicó que también preocupa el enfriamiento gradual del Océano Pacífico lo cual “es peligroso” porque podría generar mucha lluvia y consecuentemente problemas en el suroccidente del país y la Franja Transversal del Norte.

“Hay preocupación por los huracanes que puedan formarse, aunque Guatemala no es impactada directamente por estos, con solo un sistema de baja presión o depresión tropical tenemos para que el país tenga mucho riesgo y muchos problemas”, añadió el experto.

La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres afirmó que ya cuenta con un plan ante posibles emergencias por la época lluviosa que incluye la recepción y monitoreo de las condiciones climáticas, la verificación de albergues y el envío de ayuda humanitaria en las bodegas de la institución.

Además un seguimiento de los puntos de riesgo por inundaciones, derrumbes o deslizamientos.

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