En todo el pueblo pueden observarse señales de duelo, tras la tragedia que vivieron los comunitarios, donde 46 personas fallecieron en el accidente del bus ocurrido ayer en la ruta.
Este día se realizaron los velatorios de algunas de las víctimas, mientras que otras se efectuarán mañana.
Durante la jornada los familiares de las víctimas acudieron a la sede del Registro Nacional de Personas (Renap) para tramitar el acta de defunción de sus parientes. Sin embargo algunos tuvieron complicaciones, porque sus familiares no tenían todavía el Documento Personal de Identificación (DPI), solamente contaban con la cédula de vecindad y en otros casos el DPI de las personas fallecidas tenían errores.
Respecto a la aseguradora los familiares al ser consultado sobre el asunto indicaron que no se han comunicado con ninguno.
Caso drámatico
Uno caso drámatico es el de la familia Cet, quienes son originarios de la aldea Chipastor, ubicada a 16 kilómetros de la cabecera de San Martín Jilotepeque. En ese núcleo familiar fallecieron seis integrantes en el accidente, entre ellos la abuela, dos hijas y tres nietos.
Una de las víctimas es la maestra María de Jesús Bernardino Guerra, cuyo cuerpo es velado en una residencia del barrio La Joya, en la zona 3 de ese municipio.
“Ella no salía mucho, por fuerza mayor iba a Chimaltenango a firmar documentos con un abogado”, afirma su yerno Arnulfo Enrique Méndez.
A la vivienda llegan los compañeros de trabajo de Bernardino Guerra y alumnos de diferentes establecimientos. Familiares comentan que el entierro se hará mañana a las 9 horas.
La mañana de este martes murieron en el Hospital Roosevelt Bernardino Chachaguin Sutuj, de 25 años, y Luis Yucute Curruchiche, 63, ambos ingresaron con politraumatismo, derivado del accidente.
Berania Lopez, portavoz del centro asistencial, confirma que otra de las víctimas mortales, es un hombre no identificado de 42 años, quien murió durante su ingreso a la emergencia.
En este hospital se recuperan otras cinco personas, identificadas como: William Salomé Pérez, 32; Miguel Peuz Camuj, 17; Abel Agusto Aju, 28, y Francisco Ávila Tomás, 26.
Se presume que el accidente, que dejó 46 muertos y 34 heridos, fue ocasionado por sobrecarga y exceso de velocidad. Según las autoridades del Ministerio de Comunicaciones, el bus trasladaba a 80 pasajeros y su capacidad era de 54.
La mayoría de los usuarios eran comerciantes que trasladaban sus productos, para venderlos en la cabecera departamental y la capital.
Bomberos Voluntarios y Municipales de distintas compañías trabajaron por varias horas en el fondo del barranco, de unos 200 metros, para rescatar a las víctimas. Improvisaron una tirolina para trasladar los cadáveres sobre el río.
Con información de Ángel Sas