Hasta el 10 de diciembre de 2021, Guatemala registraba el 25.3% de la población completamente vacunadas. Esto representa a 4 millones 294 mil personas que han obtenidos sus dos dosis de cualquiera de las vacunas disponibles en el país.
Desde febrero del presente año, mes en el que se habilitó la vacunación contra el covid-19 en el país, Guatemala ha vivido varios momentos de escasez de vacuna para las diferentes poblaciones. En los primeros meses, esta escasez provocó que miles de personas optaran por viajar a México para obtener una dosis.
En julio, cuando entró una donación de un millón y medio de dosis de la vacuna Moderna, el plan de inmunización logró avanzar a un ritmo estable. Sin embargo, la distribución desigual de las diferentes dosis disponibles provocó que más de 961 mil 864 personas se movieran de su lugar de residencia para lograr conseguir una.
Esto se observó de forma especial entre el 25 de febrero y el 19 de abril cuando el grupo prioritario en elegible para recibir la primera dosis era el personal de primera línea y debido a la poca disponibilidad e inoperancia de varios centros de vacunación, una gran cantidad de personas trabajan en el sector salud tuvo que viajar.
Aunque en mayo hubo una pronunciada caída de la movilidad, ésta siempre se mantuvo. “Al comienzo, con pocos centros de vacunación la movilidad fue mucho mayor, con el aumento de puestos la movilidad fue descendiendo, aunque nunca desapareció por completo”, explica Sofía Montenegro, investigadora de la organización Diálogos.
Aunque el estudio aún no contempla la vacunación Pfizer para menores de 17 años, durante los fines de semana de noviembre se pudo observar una alta afluencia de padres que llevaban a sus hijos a vacunar en los puestos de salud de Mariscal Zavala, Guardia de Honor y Campo Marte.
Debido a que estos son los únicos centros donde se inmunizan a niños y adolescentes, hubo personas que residían en otros departamentos que viajaron a la capital para lograr una dosis de la vacuna.
Según la sistematización hecha por Montenegro, el número de personas que se movilizó para obtener su segunda dosis ascendió a 719 mil 670, lo que representa el 17% del total de personas vacunadas al momento.
Parte de las motivaciones de estos guatemaltecos, fue procurar completar su esquema de vacunación, sin importar el tener que viajar hacia otros municipios para poder hacerlo.
Aunque no hay una mayor diferencia entre tipos de vacunas, el estudio arrojó que el 18% se movió para conseguir una dosis de la Sputnik V, frente al 16% que o hizo para encontrar una Moderna, el 14% que buscaba una Pfizer y el 13% que quería la Astrazeneca.
Desde donde se movieron
Aunque el plan de vacunación contra el covid-19 no avanza en las áreas rurales como lo hace en la ciudad, lejos de pensar que fueron estas comunidades las que se movían para conseguir una vacuna, fue en realidad la población de las áreas urbanas la que realizaba estos viajes.
Por eso Montenegro explica que la movilidad por las vacunas demostró una vez más la disparidad en el acceso a las mismas, ya que fueron las personas que tenían recursos económicos, transporte y tiempo para viajar las que lo hicieron.
“El análisis evidencia que la movilidad es más alta en municipios urbanos, en donde también tenemos más personas vacunadas. Esto reafirma nuestros supuestos sobre la disparidad que genera el acceso diferenciado a medios para desplazarse de un municipio a otro y cómo la falta de centros de vacunación oportunos ha privilegiado a la población que reside en zonas urbanas”, explica.
Sin embargo, pasa algo interesante con el porcentaje de movilización según los municipios. En San Lorenzo, Suchitepéquez el 95% de los vacunados tuvo que viajar al casco urbano para conseguir una dosis porque en el municipio no había centros de vacunación habilitados hasta casi seis meses después de haber iniciado con el plan de vacunación a nivel nacional.
Otro caso atípico es el Concepción, Sololá. Con una población de 4 mil 978 personas, solo 109 se han vacunado siendo uno de los municipios con la tasa de vacunación más baja a nivel nacional y de ellos, la mayoría (85%) tuvo que salir del lugar para lograr una dosis.