Los bomberos que llegaron a auxiliar a la víctima, alertados por vecinos que observaron a temprana hora el cuerpo inerte, informaron que la muerte pudo ser producto de fuertes golpes, posiblemente con un objeto pesado, principalmente en el rostro.
Desde la madrugada dos perros permanecieron junto al cadáver, el Nene y la Negrita, según los vecinos, eran las mascotas de la víctima y, fieles a su dueño, se quedaron junto a él hasta que fueron sacados por peritos del Ministerio Público, que necesitaban el espacio para recolectar evidencias.
Investigadores de la Policía Nacional Civil (PNC), aseguran que el cuerpo expedía olor a alcohol, lo que sugiere que la víctima estaba bajo efectos de licor cuando habría participado de una mortal riña.
Los vecinos negaron escuchar escándalo o solicitudes de auxilio durante la madrugada, cuando se cree se registró el ataque.