“Somos aproximadamente 100 médicos laborando en esta unidad. Por lo que puede imaginar la gran deuda que tienen ya con nosotros”, expresó uno de los denunciantes que por temor a represalias no reveló su nombre.
En esa unidad de covid-19 laboran médicos generales e internistas, además de especialistas de cirugía e intensivistas. A cada uno le deben entre Q27 mil y Q30 mil, de acuerdo con la información que proporcionaron.
La persona que denunció agregó que “hay compañeros que se han quedado sin pagar hasta la luz de su casa. En realidad, este es un buen trabajo, pero se ha vuelto más estresante por el alza de pacientes que hay por covid-19, y por la falta de remuneración del trabajo ya realizado”.
De acuerdo con los denunciantes desde mayo los trasladaron del Hospital Intensivo Tecún Umán, zona 9 a esa unidad en la zona 11.
“Éramos parte de zona 9. En mayo nos habían trasladado en papeles. A muchos les quitaron sus vacaciones por ese mismo movimiento”, recordó.
“Nos trasladaron en mayo y desde entonces no nos han pagado las horas extra correspondientes a los turnos que hacemos desde mayo cada 4 días en esta unidad”, argumentó.
La fuente aseguró que “no es un mal trabajo. Las instalaciones son buenas. Es más, este modular está destinado a ser una de las unidades de intensivo más grandes del país. Nos importa mucho nuestro trabajo, y la vocación no nos falta, pero como todos tenemos necesidades y cada mes que no nos pagan aumentan nuestras deudas”, se quejó.
El testimonio de otro médico denunciante que omitió su nombre también reveló que desde que están en esa unidad han hecho, incluso, trabajo administrativo que no les corresponde.
De hecho, comentan que hicieron proyecciones de presupuesto para el 2023. “Toda la papelería se ha entregado a tiempo y debido al retraso hemos tenido que recurrir a las oficinas centrales del IGSS quienes se han rehusado a darles una solución”, declaró.
Eso sí, aclararon, han recibido el pago del salario correspondiente, pero el problema radica, según se quejan, en que más de la mitad de los “ingresos se basan en esos recursos por los turnos que se hacen, como siempre, exponiéndonos sin ningún respaldo”.
“Hacemos llamadas diarias a las oficinas centrales, al área de pagos de horas extra y siempre nos cortan comunicación o responden y cuelgan al instante. Nadie se quiere hacer responsable de esto”, enfatizó la fuente.
En forma anónima, también, por el temor que siente de ser perseguidos laboralmente, interpusieron una denuncia ante el Ministerio de Trabajo, pero hasta ahora no han tenido ninguna respuesta.
El problema mayor es que, a pesar de que no les han pagado a los médicos que transfirieron desde mayo, contrataron a otras personas, quienes ahora se suman a esa larga lista de personal que no recibe el pago de las horas extra que han trabajado.
“Se han hecho los procesos en forma escrita, pero no obtenemos respuesta ni resultados. La jefa del servicio se lava las manos y culpa a la secretaria del hospital y ésta a la directora quien los remite a las oficinas centrales”, detalló.
Aunque no es nada seguro, la última comunicación que tuvieron el pasado miércoles es que les pagarían el 10 de septiembre, pero los empleados ya no creen, porque así les han dicho desde mayo, fecha en que les deben por el trabajo que han realizado.
¿Qué dice el IGSS?
Alejandra Cano, enlace de comunicación de la Unidad Periférica zona 11, por medio de un escrito, informó que “de acuerdo con la doctora Ana Rebeca Blas Gil, encargada del despacho de la Dirección Médica de la Unidad Periférica zona 11, se solicitó la modificación de la cuota presupuestaria para que en los primeros días de septiembre se efectúe la totalidad de los pagos relacionados con las horas extra”.
Además, redactaron que “se sostuvo una reunión con tres representantes del personal médico para informarles sobre el avance de las gestiones realizadas entre Recursos Humanos, y se les agradeció la comprensión del caso”.
La obra
Este hospital fue inaugurado el 1 de julio pasado por el IGSS. “Es un área específica para encamamiento de pacientes moderados o críticos – con covid-19 -, según el comunicado que emitieron aquel día.
“En estos momentos de emergencia los modulares hospitalarios se convierten en una prioridad para el Seguro Social, ya que desfogarán a otras unidades médicas del Instituto que atienden casos de covid-19, lo que permite prestar servicios oportunos y de calidad a los asegurados”, dijeron.
La obra fue construida en el marco del programa InfraIgss, con el apoyo e implementación técnica de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops).
Cuenta con 216 camas, distribuidas en cuatro módulos, para atender a adultos y menores; además, tiene mobiliario y equipo médico de vanguardia internacional, morgue, lavandería, módulo de gases medicinales, cuarto de manejo de residuos y alarmas contraincendios.
“La unidad modular cuenta con personal multidisciplinario que brinda una atención integral en las áreas médicas de enfermería, administrativa, laboratorio, unidosis, farmacia y registros médicos; asimismo, se implementa un nuevo modelo de atención y se dispone de un sistema informático que de manera ágil y oportuna facilita información a familiares de afiliados y derechohabientes internados”, redactaron.
Según el IGSS una vez superada la pandemia “el centro asistencial brindará diversos servicios médicos a los asegurados”.