“Es la segunda ocasión que mi sobrino es víctima de un ataque. La primera vez fue en un tiroteo en la esquina de la casa y ahora cuando iba a comprar el diario”, comenta Víctor Jerónimo Tocay.
La balacera ocurrió el jueves último en Santa Faz, Chinautla, cuando presuntos extorsionistas mataron a Marcial Borrayo, sexagenario que vendía jugos.
Una bala perdida impactó a César en el cráneo, y aunque fue operado, sigue en estado grave en el área de intensivo.
Víctor Tocay, tío del menor, de pie en la puerta de su casa y a un costado de la carretilla de hotdogs que da sustento al abuelo de César, manifiesta que el pequeño nació hace 11 años. Mirla, su madre, no pudo celebrar su primer año, pues dos meses antes murió víctima de un asalto a un bus urbano.
Sus abuelos se hicieron responsables de él y actualmente estudia quinto grado de primaria en la escuela Rubén Darío, en Jocotales. Desde ayer, el abuelo cambió su venta de panes por los pasillos hospitalarios, donde espera noticias de César.
“Hace varios meses, en la esquina de la casa, quedó en medio de un tiroteo”, relata el tío, quien muestra las fotos de la primera comunión del pequeño.
Desde que el niño aprendió a caminar, ayuda a su abuelo a limpiar la carretilla y vender panes. Ese era su otro sueño.