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Antigua Guatemala, admirable joya

Las expresiones de emoción, cariño, admiración y también nostalgia no se hicieron esperar. Desde una semana antes del 25 de julio, día de Santiago Apóstol, en que  Antigua Guatemala, Sacatepéquez, celebra su fiesta, PrensaLibre.com publicó una selección de 10 de sus joyas coloniales, cada una de las cuales motivó comentarios de los lectores en  redes sociales.

La primera sede de la Universidad de San Carlos se terminó en 1758. Tras los terremotos tuvo varios usos, y actualmente es el Museo de Arte Colonial.

La primera sede de la Universidad de San Carlos se terminó en 1758. Tras los terremotos tuvo varios usos, y actualmente es el Museo de Arte Colonial.

A partir de estas frases y recuerdos se construyó una especie de canto colectivo que muestra el orgullo que los guatemaltecos sienten por ese patrimonio, que se ha visto asediado por múltiples problemas y deficiente gestión municipal. No obstante, el sentir de los connacionales es, a la vez, una razón más para buscar su protección efectiva.

Expresiones

“La Antigua es mi lugar favorito de Guate. Cuando podía iba con mi madrecita y con mi hijita a pasar el día caminando, viendo las ruinas de los conventos, comiendo tostadas, atol de elote”,  Claudia Valle.

“Sacar un libro de la biblioteca, comprar un café y sentarme a leer en el parque es algo tan relajante que no lo podré olvidar”,  María Zepeda.
“Es el lugar que más me gusta de Guatemala, tiene historia para ser contada: admirar sus joyas arquitectónicas de estilo barroco, sus bellas iglesias, calles empedradas y la imponencia del Volcán de Agua, es simplemente maravilloso”,  Gilberto Armando Molina Bedoya.

“Es la ciudad más chic y cosmopolita de Centroamérica, pero por la poca cultura que tenemos, la delincuencia y el poco patriotismo han hecho que hoy no sea tan conocida como quisiéramos. Nosotros mismos hacemos que afuera piensen solo en las cosas negativas tenemos”, Otto Enríquez Mencos.

“La Semana Santa en la ciudad colonial es lo mejor que puede uno vivir en este país”, Mario Coyoy.

“La vostra città mi piace tantissimo…buona festa”, Augusta Cavallaro.

“Es uno de mis lugares predilectos para pasar un tiempo con familia y amigos. Cuando nos visitan familiares que viven lejos este es el destino que tomamos por preferencia. Nos sentimos orgullosos que forme parte de nuestra Guatebella”, Marvila Villela.

“Lástima que la estemos perdiendo en manos de la delincuencia. Ahora ya hay motocacos. La policía no hace nada. Sólo pasear en las radiopatrullas molestando a las turistas.  Adiós al último lugar seguro de este país”, Marco Ramírez.

“Tengo más de 30 años viviendo fuera de mi tierra y por supuesto me hicieron suspirar, y por qué no decirlo una que otra lágrima de nostalgia, felicitaciones”, Juan Carlos García.

“Amo ese lugar. Las tardes de domingo era casi un paseo obligado, las iglesias, la plaza central, la Semana Santa, nunca viví algo tan espiritual. Gracias Antigua, por la belleza de tus volcanes de agua, de tu recorrido desde Guate hasta allí, quedarás por siempre en mi retina”, Anita Pighin.
“Soy chilena, he visitado la Antigua Guatemala varias veces y no me canso de regresar allí; está lleno   de historia y hermosa arqueología, es muy especial”, Gloria Herrera.

Algo de historia

Después de la destrucción de la segunda capital de Guatemala, en el valle de Almolonga, en 1541, empezó a buscarse un lugar apropiado para la nueva fundación.

La elección recayó en el sitio que los cakchiqueles llamaban Pancán o Panchoy, y los españoles, Valle del Tuerto. La ciudad se fundó prácticamente el 22 de noviembre de 1542, aunque se haya tomado como fecha oficial el 10 de marzo de 1543, día este en que el cabildo en pleno llegó a Panchoy y celebró su primera junta.

No obstante, la fiesta titular es el 25 de julio, pues en aquel junio tuvo lugar el pregón de la ciudad y se ordenó que se le llamara Santiago. El día de Corpus se trasladó en solemne procesión la custodia con el Santísimo Sacramento desde Almolonga. De esta manera simbólica culminó la fundación de la ciudad que hasta finales del siglo XVIII sería la capital de la gobernación y que, al ser también parcialmente abandonada después de 1773, sería conocida con el nombre de Antigua Guatemala, para distinguirla de la nueva capital.

En mayo de 1542, llegó a la Ciudad de Santiago el licenciado Alonso de Maldonado, que había sido nombrado visitador y recibido la misión de hacerse cargo del gobierno mientras el rey hacía el nombramiento definitivo. El Ayuntamiento acató lo ordenado por la Corona, y continuó la tarea de levantar los edificios públicos de la nueva capital. La traza de la Ciudad de Santiago de Guatemala se encargó a Juan Bautista Antonelli, y constituye uno de los mejores ejemplos del urbanismo hispanoamericano.

Tesoro

Después de la destrucción de 1773 y el traslado de la capital al Valle de la Virgen, se ordenó el abandono total de Santiago, pero eso no llegó a ocurrir totalmente.

Poco a poco se comenzaron a reconstruir algunas viviendas, y ya para el siglo XIX la urbe tenía nueva vida. En 1969 se trazó una ley protectora para ese patrimonio.

Descripción paradisíaca

En 1590, en Cuba, Juan Bautista Antonelli, arquitecto que hizo la traza de Santiago de los Caballeros en 1542, la describió así:

“Está fundada  la dicha ciudad de Guatemala en un valle todo cercado de montes muy altos… A la parte del oeste y a dos leguas y media de la dicha ciudad está un volcán que el año de ochenta echó de sí mucho fuego que fue cosa de espanto verle, y a media legua tiene otro volcán de Agua, a la parte del sur que los años atrás reventó en agua”.

“La dicha  ciudad padece muchos temblores y más en el tiempo de las aguas que empiezan desde mayo en adelante hasta todo el mes de octubre y por este respecto todos los edificios son bajos sin altos ningunos. Todas las tardes están cubiertos los montes de neblina. Tiene la ciudad la vista algo melancólica por tener los dichos montes tan allegados a ella… Tiene esta provincia muy buen temple que no es ni demasiado frío ni demasiado cálido”.

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