“Qué triste, el mar nos dejó sin casa, sin nada”, dijo Griselda Acevedo, albergada en la escuela Garita Chapina, de la aldea del mismo nombre, mientras con una mano sujetaba una vaso con una sopa instantánea.
En La Barrona, varios pobladores permanecían en las canoas, pese al riesgo, para evitar que delincuentes robaran sus escasas pertenencias.
En el Puerto de Champerico, Retalhuleu, una ola de ocho metros golpeó a vecinos y turistas en la playa. El agua entró 150 metros de la costa e inundó viviendas.
Ocho personas resultaron con lesiones considerables, reportó la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres.
Informó que 900 personas resultaron afectadas por el incremento en la marea, y se contabilizaban anoche unas 300 viviendas destruidas o dañadas. Hay personas albergadas.
La marejada comenzó el sábado último, y fue necesaria la evacuación de las comunidades de La Barrona, Jutiapa, y Brisas del Naranjo, La Blanca, San Marcos.