“El año pasado hubo meses críticos en el funcionamiento del programa. Desde julio, las prestadoras de servicio dejaron de llegar a las comunidades en el interior del país porque no se les había pagado sueldos, y se debilitó la atención primaria en salud y el plan de la Ventana de los Mil Días”, aseveró.
Velásquez dijo que tres proyectos del Pacto Hambre Cero tenían deficiencias: Ventana de los Mil Días, Agricultura Familiar y Programas Sociales.
“En el proyecto Agricultura Familiar, no es la misma cifra de usuarios capacitados y los que recibieron fertilizantes”, agregó.
No ve debilidad
Germán González, de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesán), explicó que el Pacto Hambre Cero no es ineficiente, y que el año pasado lograron asistir a las comunidades, pese a una sequía prolongada y las dificultades financieras del Gobierno.
“En el 2014 hubo una crisis en las arcas por seguir con el mismo Presupuesto. Hubo retraso en pagos a proveedores de servicios, y en el último semestre duplicamos la ejecución de recursos: de Q209 millones pasamos a invertir Q528 millones”, agregó.
El jefe de la Sesán rechazó que haya descoordinación entre las instituciones que cooperan en los programas de desnutrición, porque todo ha sido planificado por el Consejo de Seguridad Alimentaria y Nutricional.
Operatividad
El Pacto Hambre Cero es señalado de no brindar atención de calidad, pese a los recursos que se han obtenido de la cooperación internacional para su funcionamiento.
En los últimos tres años, la Sesán erogó Q14 mil 776 mil 81 millones.
La coordinadora de la Instancia de Consulta y Participación Social (Incopas), Noemí Racancoj, indicó que los proyectos que se implementan para reducir la desnutrición tienen poca eficacia debido a la descoordinación entre los ministerios que participan.
“Cada entidad se pone metas, y no hay un orden de estas para llegar a cumplirlas. Esto, sin duda, está provocando que no se cumplan los objetivos que se propusieron”, enfatizó.
Racancoj achacó a la falta de insumos que los proveedores de servicios no puedan fortalecer la atención primaria.
“Los propios proveedores tienen que gestionar insumos para proveer de nutrientes a los niños. En muchos lugares hace falta alimento terapéutico, porque muchos ministerios no asisten en lugares lejanos”, aseguró.
El titular de la Sesán no da crédito a los señalamientos de Racancoj.
“En ningún momento existe baja calidad. Nosotros todo lo tenemos planificado y está publicado en la página de internet de la institución. El año pasado sí distribuimos alimento terapéutico a los niños con desnutrición, por una donación que nos hizo el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas”, explicó.
González expresó que en el actual presupuesto se creó una partida por Q21 millones para la compra del alimento terapéutico, y por el momento están abastecidos.
Ventana de los Mil Días
Un informe de la Alianza por la Desnutrición evaluó la implementación del proyecto Ventana de los Mil Días, del Pacto Hambre Cero, y establece que hay falencias en la prestación de servicios, abastecimiento de medicinas y capacitación.
En la evaluación se determina que el 34.7 por ciento de los centros de convergencia, ubicados en comunidades lejanas para atender casos de desnutrición, se mantienen cerrados, y el 19.4 por ciento de los centros de Salud también se encontraron inactivos.
Las normas relacionadas con el plan deben ser más promocionadas, según el informe. El conocimiento de consejos nutricionales a menores disminuyeron del 25.8 por ciento en el 2013 al 18.7 por ciento el año pasado.
En cuanto a los insumos, en la evaluación se revela que hay 80 por ciento de desabastecimiento de vitaminas para madres en estado de gestación, como ácido fólico, suero oral y sulfato ferroso.
El jefe de la Sesán aceptó que el año pasado hubo atrasos en la distribución de medicinas, lo que se debió a deudas con proveedores, situación relacionada con la crisis financiera del Gobierno.
“Estamos mejorando la distribución de insumos, y este año con un nuevo presupuesto esperamos no tener mayores inconvenientes”, explicó.
Casos de desnutrición
Velásquez dijo estar preocupado por los dos mil casos de desnutrición registrados en el departamento de Guatemala en 2014.
“Eso evidencia que se les está saliendo de control la situación”, comentó.
González enfatizó: “Los informes de la PDH no son confiables. Ellos no llegan hasta los lugares donde trabaja la Sesán”.
Explicó que el 30 por ciento de los casos atendidos en el departamento de Guatemala son menores referidos del interior.
Según la base de datos de la Sesán, en los últimos tres años fallecieron por desnutrición aguda 604 niños.
El índice de mortalidad infantil por desnutrición es de 1.28 por cada cien casos.
Atrasos
Organizaciones cuestionan el desempeño del proyecto insignia del Gobierno.
Falta de coordinación interinstitucional entre los ministerios que integran el Pacto Hambre Cero.
Sigue como desafío la prestación del servicio de salud de manera continua.
Centros de convergencia cerrados o irregulares en funcionamiento en comunidades.
Incumplimiento de pagos a proveedores de salud genera desatención.
Mala distribución de extensionistas de salud, debido a la falta de personal.
Desproporción entre la cantidad de usuarios que reciben capacitación técnica y quienes obtienen fertilizantes.
Desabastecimiento de vitaminas y medicina.
Fuente: PDH, Incopas y Alianza por la Nutrición
Avances
Resaltan mejoras del programa para erradicar la desnutrición infantil.
Interés declarado del Gobierno por erradicar la desnutrición en el país.
Reconocer que las comunidades indígenas son las más afectadas por la falta de alimentos.
Lograr mantener al sector privado del país cooperando en el Pacto Hambre Cero.
Apoyo constante de la comunidad internacional en el funcionamiento de los programas que buscan disminuir la desnutrición.
El monitoreo de casos de desnutrición en la provincia.
Posicionamiento del tema de desnutrición en poblaciones indígenas.
Haber logrado la creación del proyecto para erradicar la desnutrición infantil.
Fuente: Incopas y PDH