La medida adoptada por los pilotos originó que padres de familia con sus hijos debieran caminar largas distancias para llevarlos a los centros educativos. La presencia de transporte emergente para movilizar a los usuarios causó embotellamiento en un entronque entre las colonias Granizo y El Amparo.
Ayer autopatrullas y algunos autobuses de la Municipalidad de Guatemala colaboraron.
Picops, taxis y otros vehículos que prestaron el servicio de transporte cobraban Q5, Q10 y Q15 para hacer traslados de esas colonias al centro de la ciudad.
pilotos temen nuevo ataque
Los autobuses de las rutas 36 y 37 paralizaron el servicio desde el lunes último a las 15 horas, y desde ese día los usuarios afrontan dificultades para transportarse.
Los conductores decidieron suspender labores debido al temor de ser atacados por pandilleros.
Otro hecho que los obligó a paralizar es que el domingo recién pasado fue herido de bala el piloto de la ruta 37 Carlos Enrique Marroquín de León, de 39 años, en la 11 avenida y 37 calle, zona 8.
A raíz de este ataque, comentaron algunos pilotos, arreciaron los mensajes amenazantes, y dejaron de trabajar pues no confían en que la Policía les brinde seguridad.
(*) Con información de Julio Lara