Por precaución, la policía rodeó el automotor y establecido un perímetro de seguridad alrededor de la unidad de transporte. Se solicitó la presencia de la unidad experta en explosivos de la PNC que descartó el explosivo, sin embargo sí la intención de pandilleros de generar temor entre los pilotos, como medida de presión para el cobro de las extorsiones.
El artefacto, un bote metálico con rocas y papel adentro, alrededor de él con cinta adhesiva un teléfono celular y junto a este un manuscrito dirigido a los pilotos de la ruta 70.
Los pilotos negaron que estén amenazados por pandilleros u otros grupos de extorsionistas, sin embargo el manuscrito y la supuesta bomba apuntan a todo lo contrario.
Sospechan de ataque
En la zona 4 capitalina fue detenido un presunto pandillero a quien la Policía le encontró una botella que contenía supuestamente gasolina, según el subdirector General de Investigación Criminal, Stu Velasco, el capturado pretendía lanzar el artefacto contra un autobús.
Según Velasco, se frustró un nuevo ataque, con relación a la falsa bomba en zona 1, explicó que la unidad de investigación se hizo cargo del operativo.
Paranoia
La tensión se incrementa luego que en los últimos días se han consumado dos explosiones, una en un autobús de San José Pinula y otra en un comercio de la zona 6. El primer incidente ha cobrado la vida de dos personas.
El pasado miércoles también se confirmó la detención de un hombre que portaba una bomba molotov, supuestamente sería utilizada para atacar un bus en Amatitlán.
Las autoridades del Ministerio de Gobernación han confirmado que los últimos ataques con explosivos se le acreditan a la pandilla del Barrio 18.
El presidente Jimmy Morales también ha confirmado la presencia del Buró Federal de Investigación (FBI por sus siglas en inglés), que colaborara con las pesquisas para individualizar responsabilidades en los últimos ataques con explosivos.