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Programa Crecer Sano tiene atrasos en 13 de 14 proyectos contra la desnutrición

Ministerio de Salud lleva escasa ejecución del presupuesto del programa cuyo objetivo es reducir la desnutrición crónica para el 2023.

Uno de cada dos niños padece desnutrición crónica en Guatemala. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Uno de cada dos niños padece desnutrición crónica en Guatemala. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El programa Crecer Sano, Proyecto de Salud y Nutrición en Guatemala, cuyo fin es combatir la desnutrición crónica en 139 municipios de siete departamentos, muestra considerables retrasos respecto a lo que se había planificado originalmente, lo que se explica al constatar su escasa ejecución que, en el Ministerio de Salud, alcanza apenas un 4 por ciento este año.

Dicho programa se financia con un préstamo por US$100 millones del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) del Banco Mundial (BM), que fue aprobado por el Congreso de la República en febrero del 2019 luego de una fuerte presión ciudadana, puesto que los legisladores no se ponían de acuerdo en aprobarlo y pasaron meses de discusión.

En el sitio en internet del BM se encuentran todos los documentos del proyecto que fue cuidadosamente planificado desde el 2016 y que se basó en las experiencias exitosas de países como Perú, Vietnam e Indonesia que lograron reducir significativamente la desnutrición crónica de sus niños con programas similares.

Dentro de los objetivos del proyecto figuran importantes avances que, en teoría, se alcanzarían este año; sin embargo, a pocos días de que finalice, de acuerdo con un informe de la Unidad de Información Pública del Ministerio de Salud, no están cerca de lograrse.

Objetivos

Por ejemplo, para finales de 2020 se proyectaba un aumento del siete por ciento de menores de 6 meses de edad que se alimentan exclusivamente con lactancia materna. Además, que 35 mil familias fueran beneficiadas con la construcción o rehabilitación de sistemas de agua.

Pero en el informe proporcionado por el Ministerio reflejan que, con excepción capacitaciones a mil trabajadores de Salud, las acciones que se ha adoptado desde septiembre del 2019, cuando comenzó a funcionar el programa, hasta el momento se han centrado en planes, diseño de estrategias y diagnósticos.

Así, en cuanto a infraestructura, el programa apenas reporta que se ha avanzado en cuanto al análisis de bases de datos del primer nivel de atención para determinar posibles terrenos para la construcción de puestos de Salud.

También se identificó los puestos a ser remozados y se efectuaron visitas de campo para revisar la documentación legal de las propiedades y garantizarse de que estén a nombre del Ministerio de Salud. Además, ya se hizo la convocatoria pública del proceso de contratación de consultoras para elaborar los diagnósticos de pre-inversión.

Una niña con problemas de desnutrición es evaluada en Concepción, municipio de Sololá, uno de los departamentos priorizados en la estrategia Crecer Sano. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).

En relación con el objetivo de agua y saneamiento ya se han elaborado estudios ambientales y diagnósticos de agua y saneamiento, aunque en el plan original la meta era que para el segundo año se beneficiaría por lo menos a dos mil 500 familias con la construcción o rehabilitación de nuevos sistemas.

El Proyecto Crecer Sano menciona en un reporte proporcionado a Prensa Libre otras actividades llevadas a cabo en el tiempo que lleva de vida como la revisión de indicadores y territorios en áreas de intervención, análisis de datos y la organización de talleres de capacitación. También la elaboración de estrategias de comunicación para el cambio de comportamiento de la población y para el posicionamiento de la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición.

Sin embargo, el Ministerio no reporta ningún alcance en cuanto a aspectos relacionados con los objetivos del Proyecto que tienen que ver con la salud, como vacunación, acceso a servicios o consultas médicas mínimas de menores de dos años.

Metas Crecer Sano

Según el proyecto, para 2020 ya irían muy encaminados y con algunos resultados medibles los principales objetivos.

Objetivo en áreas de intervenciónLínea baseProyección de cumplimiento para 2020Meta final (2023)
% niños de 6 meses con lactancia materna exclusiva435065
% niños menos de 2 años con un mínimo de consultas médicas para su crecimiento293070
Número de familias beneficiadas con sistemas de agua nuevos o rehabilitados035 mil80 mil
Municipios donde se ejecutan intervenciones integrales02070
% de embarazadas que reciben al menos 4 consultas prenatales18.73050
% niños menores de 2 años beneficiados con PTMC*03070
% de puestos de Salud que cuenta con censos actualizados de hogares y familias59090
Número de mujeres que reciben al menos un método de planificación190 mil190 mil230 mil
% niños de 1 años con todas sus vacunas749095
% niños de 1 años que reciben micronutrientes53060
Número de familias beneficiadas por sistemas de saneamiento nuevos o rehabilitados02 mil 5007 mil
% municipios que monitorean la desnutrición crónica04590
Personal de Salud que recibe capacitación010002 mil 400
Cantidad de centros de Salud construidos, renovados y/o equipados070154
*Programa de Transferencias Monetarias Condicionadas

Problemas

En el documento de evaluación del proyecto el BM reconoce que la implementación de plan podría enfrentar retos que eventualmente redundarían en un retraso de la ejecución.

Por ejemplo, califica de “riesgo sustancial” la falta de una política clara sobre el manejo del agua.

Señala riesgos asociados a la “capacidad institucional de ejecución” y otros que tienen que ver con los factores fiduciarios que son “altos” por “los engorrosos procedimientos nacionales y los recientes problemas de gobernabilidad del país”.

Familia de Camotan, Chiquimula, departamento fuertemente golpeado por la desnutrición y que también es uno de los priorizados en el proyecto Crecer Sano. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Finalmente, también menciona que el riesgo social es “sustancial” por la posibilidad de que durante la ampliación del modelo incluyente de salud puede que no se mantenga el mismo nivel de participación entre los pueblos indígenas como en los planes piloto, sobre todo “si no se observa debidamente el fiel respeto por las prácticas tradicionales e indígenas, por ejemplo el empoderamiento de las comadronas”.

Redireccionamiento

Sumado a la baja ejecución del proyecto, que algunos analistas atribuyen a una baja capacidad gerencial para hacerlo funcionar en el tiempo planificado, también se sabe que el Gobierno pidió autorización al BM para cambiar el destino de algunos recursos y que sean reorientados para atender la emergencia por la pandemia.

El Ministerio asegura que este redireccionamiento de recursos no afectará las metas del proyecto y que por el momento solo se piensa en tres hospitales, de los cuales el proceso más avanzado es con el de San Marcos.

No obstante, el convenio permite usar el dinero para varios fines relacionados con la pandemia, entre estos, aumentar la capacidad de hacer pruebas, mejorar la detección temprana de casos y el seguimiento de contactos para mitigar la propagación del covid-19.

Si Salud así lo dispone los recursos también podrían ser utilizados para la realización de campañas de comunicación para la sensibilización de los diferentes grupos de población, promoviendo la coordinación, participación social y educación sobre cómo abordar la enfermedad.

El convenio también permite que el dinero del préstamo Crecer Sano sea utilizado para mejorar la capacidad del país en cuanto a brindar servicios, incluso de aislamiento de cuidados intensivos para pacientes con covid-19 a través de instalaciones médica móviles temporales, así como con la adquisición de equipos y suministro médico, en las áreas priorizadas por el proyecto.

La desnutrición tiene impactos severos en la vida adulta de la persona puesto que retrasa el desarrollo del cerebro y con ello las posibilidades de desarrollo. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

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