La ministra Cynthia del Águila, junto al presidente Otto Pérez Molina, celebró un acto en la zona 17 para dar inicio al ciclo escolar y anunciar la distribución de 1.3 millones de libros de texto para secundaria.

En la actividad, Pérez Molina leyó el cuento Por los viejos barrios de Guatemala, de Celso Lara, con alumnas del Instituto María Luisa Samayoa Lanuza.

El Ministerio de Educación (Mineduc) ha dicho que afrontará un déficit de alrededor de Q1 mil 700 millones, solo para gastos de funcionamiento, y no se tiene contemplado por razones financieras incrementar el aporte para programas de apoyo, como útiles escolares y refacción escolar y cobertura educativa.

Piden maestros

Pese al optimismo oficial, se registraron protestas en la capital —en las zonas 6, 7, 11, 18 y 21— y en algunas cabeceras departamentales, donde se amenaza con suspender por tiempo indefinido el ciclo que empezó ayer, que ahora propone 195 días, en vez de los 180 del año recién pasado.

Bernardo Caal, dirigente magisterial de Alta Verapaz, aseguró que se dará un compás de espera al Mineduc este mes, para que pueda “ordenarse administrativamente”, de lo contrario, hay coordinación entre varios departamentos y podrían suspender clases.

Las principales demandas, según Caal, son la reinstalación de servicio eléctrico y agua entubada, suspendidos por falta de pago desde el año recién pasado en cientos de escuelas, además de la recontratación de maestros.

Acevedo dijo que se decidió”inaugurar el ciclo, pero se entra en asambleas permanentes hasta que no esté recontratado el último maestro —de unos 25 mil—, se entregue útiles escolares, refacción y valija didáctica y se cancele la deuda en energía eléctrica y agua en más de mil escuelas”, aseguró Acevedo.

El dirigente indicó que las protestas de ayer fueron aisladas, sin coordinación del Steg y ellos efectuarán una la próxima semana.

Pérez Molina reiteró que de los Q1 mil 500 millones que solicitaron el lunes último al Congreso como ampliación presupuestaria, Q1 mil millones son para educación.

Del Águila informó que los contratos de más de 20 mil maestros están en fase de elaboración, y que en esta semana se regularizará esa situación, ya que no se podía hacer antes debido a que no había sido aprobado el presupuesto.

Reducen cobertura

Más de 800 niños de entre 3 y 6 años de siete Centros de Atención Integral (CAI), de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia no comenzaron clases ayer, porque no hay maestras.

Según denuncias, 39 educadoras que atienden en esos planteles y dan cursos de maternal 2, prekinder, kinder y preparatoria hasta ayer no habían firmado contrato porque, aunque su papelería está completa y fue aceptada en la Dirección Departamental de Educación Norte, la secretaría solo pidió 14 maestras, cantidad que no cubrirá la demanda y atrasa el proceso de contratación.

Los CAI comenzaron labores en los primeros días de enero, para cuidar a los hijos de madres trabajadoras, pero atender la educación sigue pendiente.

Refuerza control 

El calendario escolar oficial contempla parámetros de control para este año.

Unos cuatro millones 154 mil  estudiantes comenzaron clases ayer en todos los sectores y niveles educativos.

En el sector público estudiarán dos millones 205 mil, en todos los niveles, y  un millón 948 mil en el privado.

Entre 200 a 400 mil estudiantes habría aumentado la matrícula estudiantil para este año.

Se estima que alrededor de 1.2 millones de niños y adolescentes  están fuera de la cobertura escolar.

En marzo y julio, el Mineduc hará por primera vez un conteo de días efectivos de clases, para tener certeza y cumplir con la meta de 195 día de clases.

En abril se evaluará  a los estudiantes de Bachillerato en  Educación.

Los graduandos de todas las carreras serán evaluados en julio.

Carencias

Escuelas están sin energía eléctrica ni agua entubada

A unos 20 kilómetros de la capital, en Palencia, las condiciones educativas comienzan a degradarse  pese a su cercanía con la ciudad, con carencias que quedaron en evidencia en el primer día de clases. 

La falta de maestros y atraso en la entrega de recursos financieros definieron la primera jornada escolar para los 256 estudiantes en la aldea Plan Grande, de ese municipio. 

Yesenia Quintana, directora del plantel, denunció que los recursos llegaron hasta en agosto del  año recién pasado, al igual que la valija didáctica, mientras que el último aporte para refacción escolar lo recibieron hasta octubre, cuando habían terminado las clases.

“Empezamos sin un solo centavo y los padres deben ayudar en todo. Además, lo que envía el Gobierno tampoco es para todos los alumnos, cubren solo una parte”, explicó Quintana.

En la escuela hay entre 40 y 50 estudiantes en cada  aula, todas construidas con lámina por padres de familia, para cubrir la demanda escolar que ha crecido año con año. 

“Este ciclo  tenemos que empezarlo  con el cierre de dos secciones y reubicar a los alumnos en un solo salón,   porque aún no se ha renovado el contrato  a tres maestras y eso complica la situación”, señaló Quintana.

La continuidad de los servicios de energía eléctrica y agua entubada  en la escuela de Plan Grande peligra porque hasta el año pasado fue pagada por la municipalidad; sin embargo, según Quintana, se les notificó que este año las arcas ediles no podrán sufragar el gasto.

Similares condiciones, por falta de recursos, afrontan desde ayer escuelas de las aldeas Primera Joya y Pastoría, ambas de Palencia.

Sin clases

La alegría por reiniciar un nuevo año escolar para los estudiantes de la Escuela Oficial Urbana Mixta  en la colonia Primero de Julio, zona 5 de Mixco, se opacó con el anuncio del claustro de maestros de suspender clases por falta de servicios básicos.

Los estudiantes llegaron, conocieron a sus nuevos maestros y después de una breve sesión informativa se retiraron con la noticia de que solo recibirán clases hasta las 10 horas y luego serían enviados a sus casas.  

La escuela no cuenta con energía eléctrica ni agua entubada desde el año pasado, y la directora del plantel informó que es imposible cubrir una jornada de clases sin estos  servicios.

Alegría y optimismo por  regreso a clases

Niños de preprimaria y primaria de las escuelas Tipo Federación José Joaquín Palma, de aplicación, Cepaz, y para niños ciegos Santa Lucía, comenzaron las clases con normalidad y felices de reencontrarse con sus amigos.

Juegos de patio como  tenta, además de porras y gritos de alegría se escucharon ayer en los establecimientos educativos que los maestros adornaron, para dar la bienvenida a los menores.

Rosa Mazariegos, estudiante de quinto primaria de la escuela José Joaquín Palma, zona 12, dijo que le gusta estudiar porque aprende sobre comunicación y lenguaje. Aseguró que tiene muchas amigas y que el frío de ayer no fue impedimento para levantarse temprano para asistir a estudiar.

Los niños fueron recibidos en ese establecimiento con un acto cívico.

Como estrellas

En la Escuela de Aplicación, ubicada en la 3a. avenida y 1a. calle de la zona 1, también  se vivieron momentos de alegría, en especial cuando compañeros del año recién pasado se daban abrazos, por el reencuentro.

“Brillemos como estrellas y así vamos a seguir todo el año”, les decía a los niños Elizabeth de Orozco, maestra de segundo grado. 

José Manuel Cotzul, uno de los alumnos, dijo que le agrada regresar a las aulas porque puede compartir con sus compañeros, además de hacer tareas “para aprender sobre todas las cosas”.

 “Lloro si no vengo”

La alegría de los niños ciegos que asisten a la escuela Santa Lucía también se hizo evidente al iniciar el ciclo escolar. Ellos fueron recibidos por los maestros con actos especiales.

Los niños volvieron a tener en sus manos el ábaco, la máquina de braille, el cuerpo humano en relieve, el esqueleto para aprender los nombres de los huesos y los mapas con textura para instruirse  sobre los departamentos del país.

“Yo estoy feliz de venir a la escuela y lloro si no vengo porque es muy aburrido estar en la casa”, aseguró Natali Morales, estudiante de segundo grado que estudiaba sobre estenografía.

En las escuelas también se vieron escenas de niños que llegaron por primera vez y que lloraron para que sus padres no los dejaran; sin embargo, al integrarse al grupo y hacer actividades con el resto, poco a poco desapareció el temor.