Aunque hay pronósticos que indican que el número de ciclones puede estar dentro del promedio, después de cinco años de ausencia se espera que sea “bastante pronunciado” el resto del año, dijo Anthony Reynes, meteorólogo de la Administración Nacional de la Atmósfera y los Océanos (NOAA, por sus siglas en inglés) a la agencia de noticias EFE.
El experto indicó que por lo general eso significa “unas condiciones atmosféricas que se tornan menos favorables para el desarrollo de los ciclones (en el Atlántico), no solamente para su formación, sino para que mantengan una intensidad más alta durante la temporada”.
Reynes considera que el fenómeno El Niño puede contribuir a que la casi normalidad se concrete o incluso a que sea una temporada por debajo de lo normal, pero advierte que es un pronóstico basado en estadísticas y proyecciones, y no en “datos exactos”.
EN ESTE MOMENTO
La noticia genera esperanza entre habitantes de la región del Caribe, que incluye a las Bahamas, las Bermudas y los estados del sur y sureste de los Estados Unidos que han padecido en los últimos cinco años de temporadas muy activas.
Un récord absoluto se registró en el 2020, con 30 tormentas, de la cuales 14 llegaron a huracanes, y de estos siete fueron huracanes mayores con vientos máximos que equivalen a 178 km/h.
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El Niño, en el umbral
La NOAA ha pronosticado que este año habrá al menos 12 tormentas, de las que entre cinco y nueve llegarán a huracanes, y de estos uno podría ser huracán mayor.
Además, la institución indicó que existe un 40 por ciento de probabilidades de que sea una temporada “casi normal” y un 30 por ciento por encima de lo normal.
“Esto cambia el patrón de vientos y por lo general se traduce en que aquí, en el área del Atlántico, podemos tener vientos en los niveles altos de la atmósfera que se tornan menos favorables para el desarrollo de ciclones”, explicó Reynes.
El meteorólogo indicó que de todas maneras lo importante ante el inicio de la temporada ciclónica es que las personas estén preparadas para lo que puede venir.
Reynes llamó a la población a que cuando se anuncie una tormenta o huracán se preste atención al pronóstico de la fuerza de los vientos, a lo que se refiere a la lluvia y a la marejada ciclónica, que llegan a ser incluso más peligrosos.
¿Qué es el fenómeno El Niño?
El fenómeno El Niño tiende a producir un aumento de las temperaturas del agua del Pacífico, y aunque en términos de números no es muy grande, tiene un impacto importante sobre la atmósfera y el clima en el mundo.
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la transición del fenómeno La Niña y El Niño está relacionado con variaciones en la temperatura de las aguas en el océano Pacífico, produciendo ciclos que pueden alterar el clima y generar condiciones meteorológicas extremas.
El Niño provoca temperaturas altas previas a la época de lluvia, canículas severas (sequías), déficit o excesos de lluvias en las vertientes del Caribe y Pacífico e irregularidad en el establecimiento, distribución y culminación de la temporada ciclónica, según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).
Durante el episodio El Niño se registran ciclos, la mitad cálidos y húmedos, por lo que están asociados a eventos como fuertes lluvias, inundaciones y sequías.
De acuerdo con la proyección de instituciones meteorológicas, las probabilidades de que se desarrolle este fenómeno aumentarán progresivamente hasta un 35 por ciento entre mayo y junio de este 2023, para luego crecer notablemente entre julio y agosto, en un 55 por ciento.